Home Nuestra Palabra Comodidad

Comodidad

0

RELATOS DE VIDA

Axel era un chavo acomedido, detallista, lleno de energía y con ganas de comerse el mundo; no, no está muerto, pero la vida que alguna vez vislumbró se esfumó, la energía que derrochaba se le acabó y ahora solo es comodidad.
Se levantaba temprano para desayunar y salir a trabajar; por la tarde preparaba su comida y seguía trabajando; y por la noche, ya muy noche, pedía comida rápida, porque aún le faltaba mucho trabajo por terminar.
Cuando encontró al amor de su vida, reforzaba la chamba, para darle todo lo que ella necesitaba, derrochaba por conquistarla y llenarla de detalles, y no porque fuera interesada, sino porque no quería perderla.
Tiempo después, ya con un futuro planeado, ambos trabajaban en el taller, todo parecía que su estrategia era para casarse, formar una familia en donde no les faltara la comida, ni mucho menos los lujos.
La calentura ganó a sus planes, estaban embarazados y dedicaron su tiempo y dinero para recibir a su bendición como se merece, anticiparon compra de pañales, toallitas húmedas, ropa para que le durará mucho tiempo.
Sin embargo el esfuerzo terminó cuando los gastos eran demasiados y no les alcanzaba para rentar una casa, y con la venia del papa suegro se quedaron a vivir en su casa, no obstante el apoyo desmedido de los padres de la chica cambiaron los ánimos por conformidad.
En la mañana el desayuno estaba listo, y los linces también; para la noche la cama estaba arreglada y mientras trabajaban la pequeña bebé estaba bien cuidada, comiendo a sus horas, limpia y cambiada.
No movían ni un dedo, todo estaba listo a tiempo, pero ese confort los llevó a abusar del apoyo, sus ilusiones, ganas, esfuerzos futuro, se fue abajo, por decisión propia, mientras que los papis suegros tienen más trabajo que hacer.