TRES AÑOS DE INFIERNO PARA HIDALGO SI LOS SOSISTAS SIGUEN EN LA SOBERBIA
La legislatura LXIV de nuestro estado que tomará posesión en los primeros días de septiembre de este 2018, tendrá una duración de tres años, y terminará su quehacer el 4 de septiembre del 2021. Es decir serán tres años en el encargo que los ciudadanos les dieron a los legisladores con su voto en un ejercicio democrático, que en todo el país tuvo el empuje de la fuerza de López Obrador, que logró llevar a cargos de elección en muchos casos a verdaderos desconocidos, como es el caso de Hidalgo, en el entendido de que fue tal la sombra de Obrador y el enojo contra el PRI que los electores en muchos casos dieron más que un voto por Morena, contra el PRI.
Dicen que fue tan poderosa la ola del Peje, que si hubieran puesto de candidato a un pollo gana y con muchos votos a los que fueran sus rivales, siempre y cuando fuera con la camiseta Morena.
Lo real es que ganó Morena con sus candidatos a diputados locales y que son la primera fuerza en Hidalgo y que por ello el Congreso Local tendrá todo el poder para actuar se supone en concordancia con la doctrina de AMLO, y siempre viendo por el bien del estado.
Eso se supone.
Porque ya en la práctica, se puede decir que en el estado el gran perdedor es Morena, porque los abanderados para la lucha electoral con todas las ventajas de la ola pejista, no fueron de las filas de este partido que fue saqueado por el Grupo Universidad, que se despachó con la cuchara grande en las candidaturas y los auténticos morenistas fueron desplazados a trabajos menores, en una verdadera tragedia para los que se suponen eran los dueños del partido y terminaron en labores de “corre, ve y dile”
En esto ya no hay vuelta de hoja.
Y el Congreso que más que morenista será Sosista, corre el peligro de convertirse en un escenario de poder para el dueño de la universidad, en el que busque, por lo que se ve oportunidades de venganzas, ajustes de cuentas, revanchas y todo lo que le dicte su personal punto de vista del estado, con el acatamiento total de los nuevos legisladores, conscientes de que todo se lo deben a su patrón y por lo que se ve sin capacidad de tener puntos de vista que difieran de su jefe.
Lo que harán sólo ellos lo sabe, aunque han dado adelantos de su agenda empezando por calificarse como LOS PENSANTES, cuando la ahora diputada electa Lidia García Anaya dijo que “El Grupo Universidad está compuesto por personas preparadas que son la parte pensante de Hidalgo”.
Los demás… bueno que se conformen con verlos y admirarlos.
GANADORES, CRECE SU SOBERBIA
Ya ganadores tuvieron declaraciones desafortunadas, empezando por la ahora senadora electa Angélica García Arrieta que emocionada por el triunfo dijo que el presupuesto se gastará ahora desde el punto de vista de los legisladores no del gobernador y que no se manda solo, además de exigir cuentas de todos los funcionarios.
Nunca habló de acuerdos o consensos como manda la buena política sino de la imposición de los legisladores sobre el poder ejecutivo, que desde su punto de vista no se manda solo. Menos habló de ajustar cuentas en las dudas que hay del modo en que se gasta el dinero de la casa de estudios.
LO QUE PUEDE VENIR
Como gran objetivo y meta buscarán arrebatarle el poder al gobernador, mediante acciones que tendrán más de revancha y venganza que de justicia, aunque digan lo contrario. Por lo que se ve, negados para hacer del poder que tienen una oportunidad real y de servicio a Hidalgo, con el ejercicio de la sana política de acuerdos y consensos en el que gane el estado no un grupo.
A la propuesta de Fayad de consensos para el poder, ya hubo la petición de que para que sea realidad dejen en libertad a la funcionaria de la UAEH detenida por el uso indebido del dinero de la casa de estudios.
No se habló de la justicia, sino de la exigencia de que se libere, porque ellos lo dicen y califican el hecho como político. El peso del Grupo Universidad en una de sus expresiones.
De entrada seguramente instrumentarán AUDIENCIAS POPULARES en sus distritos, para disfrazar sus decisiones de nacidas de la voz popular, así como las exigencias que harán al poder público en cuanto al uso del dinero.
Por lo que se ve PRIVILEGIARÁN LA GESTIÓN sobre el real quehacer legislativo, para dejar en claro que todo lo que se logre o haga será porque ellos lo lograron.
En la lucha contra la corrupción es donde querrán lucir su fuerza, con el apoyo ciudadano que lo que quiere ver es sangre, así que no será raro que desde la tribuna del congreso exijan acciones contra el ex gobernador del estado aunque haya sido él, quien le dio todo el poder en la universidad a Sosa.
En política no hay amigos.
Después buscarán en el gabinete del gobierno estatal alguien a quien aplicarle la Ley, para hacer lucir su fuerza y poder y ya encarrerados le pedirán cuentas al Jefe el Ejecutivo, en lo que se les ocurra para dejar a todas luces su presencia.
Ojalá y nos equivoquemos, pero CORREGIR, CAMBIAR, DECIDIR medidas sobre todo en el gasto público puede ser una de sus vías de acción, y no acceder a acuerdos o consensos en el entendido que es su hora y tienen poder.
Serán tres años difíciles, llenos de problemas y probablemente de abusos de este grupo.
Lo bueno es que si proceden de esa manera, la ciudadanía comprobará que su voto no eligió a las propuestas de AMLO, sino a las de un grupo cuestionado en la historia del estado, pero “vivo” para cosechar donde no siembra y entonces, en la hora de la nueva elección se verá que las cosas pueden cambiar.
Pueden ser tres años de infierno para la marcha del estado, porque si bien los actuales dueños del poder legislativo tendrán armas para su juego, el Ejecutivo no está manco en la pelea, pero quien pierde es el estado y el estado en la voluntad ciudadana sabrá cobrar las facturas.