#MUNDIAL

– Quizá fue el juego que menos merecía perder Rusia, pero el futbol no es de merecer, es de ganar. Y Croacia lo ganó. 
El anfitrión mordió el polvo en los cuartos de final del Mundial de Rusia 2018. Los ex soviéticos estiraron lo más que pudieran su existencia en el torneo, llevaron hasta los penaltis a los croatas que viven al borde del infarto, ya que salvaron los octavos en la misma instancia a Dinamarca, sin ser mejores y pasaron a semifinales sin ser mejores ante Rusia.
Pero siguen adelante. 
Dice la historia futbolística que la tanda de penaltis para definir un partido se inventó en 1970 y fue en Europa. La Federación de Futbol de Alemania, en voz del árbitro en retiro Karl Wald, se lo propuso a la FIFA: tirar una tanda de cinco penaltis para desempatar los partidos de eliminación directa.
Y se aceptó. 
En la Watney Cup, torneo inglés se usó por primera vez, fue un juego entre el Manchester United y el Hull CIty. En la Eurocopa de 1976 se hace presente en un torneo de naciones, en el juego entre Checoslovaquía y Alemania Federal, y ahí, el checo Antonín Panenka, hace lo propio, lo cobra con ese estilo tan peculiar de bombear la pelota ante el movimiento del portero, con mucho desdén pero sagacidad incluida. 
Así como lo intentó hacer Fedor Smolov, pero falló.
El juego en su tiempo regular terminó igualado a un gol. Anotó primero Rusia, Denis Cheryshey con un golazo, pero empató Andrej Kramaric, en otra buena anotación. El juego se fue a tiempos extra y ahí Croacia se fue arriba con tanto de cabeza de Domagoj Vida, el más colorido jugador croata, mas a cinco minutos del final, Mário Fernandes igualó. 
Fernandes es brasileño de nacimiento, naturalizado ruso. Fue importante para la igualada, sería importante para la derrota también.
A desempate en penaltis, a poner en marcha, otra vez, ese invento de corte alemán. 
Smolov lo falla y Rusia llora. Bro zovic lo anota y Rusia sufre más. 
Kovacic es vencido por Igor Akinfeev quien detiene el disparo, y Rusia comienza a sonreír. 
Fernandes acababa de ser héroe y se volvió villano, Tiro espantoso donde se notó que de brasileño sólo le quedaba el antecedente. Rusia se vuelve a decaer. 
Modric, el gran capitán anota sufriendo. Rusia se queda muda. 
Sergey Ignashevich hace el gol. Rusia respira. 
Otra vez Domagoj Vida pone de malas a la madre Rusia. 
Daler Kuzyaev empata transitoriamente. Rusia tiene esperanza. 
Hasta que llega Ivan Rakitic, y con un toque sutil acaba con la ilusión de todo un pueblo, del pueblo del país más grande del mundo. 
Rusia se queda sin Mundial aunque éste sigue con vida. Croacia llega otra vez a semifinales, lo que no hacía desde Francia 1998. Hoy Rusia llora, pero aplaude a sus héroes.