Terminan las campañas.

* Terminan las campañas

    Una vez más, y tal vez con un ánimo pesimista, debo decirle que el cambio esperado durante toda la vida, acabará por pasar de largo, con todo y que pudiera ganar el que asegura encarnar esa transformación. Una realidad dramática es que México es un país tan complejo, que no alcanzas las buenas intenciones para modificar su destino en términos reales.
    Muchos achacan esta situación a la política, a los políticos, pero son los mismos que deciden hacerse a un lado y dejar que sean ellos precisamente, “los políticos”, los que decidan el futuro de todos.
    No confiamos en esa actividad, pero tampoco creamos nuevas posibilidades de representación,  mucho menos nos damos a la tarea de participar porque es asunto de los que están obsesionados por el poder, cosa que a los que siempre observamos nos parece detestable.
    Así que preferimos quejarnos día y noche, sin plantear algo real para evitar que las cosas sigan por el mismo rumbo.
    Terminan las campañas.
    No cambiará la intención de los que votarán, tampoco de los que no lo harán, menos de los que simplemente han terminado por aceptar con resignación que su papel en la vida será el mismo hasta el final de su existencia.
    En seis años, poco antes, estaremos ante nuevos discursos para atraer al ciudadano, que ya no podrán insistir en que no son políticos como carta de presentación, porque esa estrategia dejará de funcionar. Así que volveremos al camino antiguo de pregonar que inventos salidos de la nada no funcionan, y que lo urgente es contar con políticos profesionales.
    Terminan las campañas.
    Y será en las redacciones donde por fin podrá retomarse la rutina tan extrañada, porque los discursos que no dicen nada cansan, hartan. La rutina es el vivir diario de la gente, de los que vamos por la calle y simplemente padecemos los sinsabores de la existencia, las alegrías, las esperanzas.
    Los que hayan ganado también regresarán a su rutina, que tiene que ver con una realidad muy aparte, desconocida para la inmensa mayoría que da por hecho quedarse contenta con lo que le tocó en la mesa de juego.
    Terminan las campañas.
    Como nunca una mascarada, porque los que ayer nutrían su poder de la agresión, del robo al ciudadano, hoy son los que pregonan ser sus salvadores. Nunca el mundo tan al revés, absurdo.
    El domingo es el día fundamental, con todo y que seguramente ya no seremos los que vean una transformación real de la sociedad en que crecimos. A lo mejor todo queda igual para seguir así, o todo cambia para quedar igual.
    A lo mejor todo es posible.
    Estamos en vísperas de las elecciones más causantes de enfrentamientos entre los pobladores del país, y la verdad quién sabe para qué.
    Terminan las campañas.
    Hay poco qué agregar.
    No sé decirle si hay esperanza o no en lo que venga. Quiero pensar que los jóvenes son los únicos que pudieran descifrar el enigma, o por lo menos vivir lo suficiente para observar en qué terminó todo, porque el análisis real tendrán que esperar unos diez o quince años.
    Por lo mientras le insisto: terminan las campañas.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
    Y será en las redacciones donde por fin podrá retomarse la rutina tan extrañada, porque los discursos que no dicen nada cansan, hartan. La rutina es el vivir diario de la gente, de los que vamos por la calle y simplemente padecemos los sinsabores de la existencia, las alegrías, las esperanzas.

Related posts