EL TIEMPO.

“Hay tiempo, pero no hay futuro”. 

Lucifer citado por Taylor Caldwell.

 

 

Renato Leduc, fue poeta de barrio,de cantina.  Su popularidad, sin embargo creció cuando el compositor Rubén Fuentes puso música a unsoneto de su autoría.  Marco Antonio Muñiz y José José lo llevaron al éxito  cantando a dúo.

 

Al respecto, el propio Leduc comentaba, algunos años antes de su muerte a finales del siglo pasado: “Me acuerdo que entre mis condiscípulos estaba un gordo tabasqueño que se llamaba Adán Santana el cual, como era muy docto en retórica y todas esas pendejadas, hacia versitos y como nos aburríamos mucho durante la clase de Torri, nos poníamos a echarnos toritos, donde nos dábamos un pie de verso y hacíamos en tres minutos una cuarteta so pena de perder un peso… y un día me dijo el gordo Adán: – A ver, hazme una cuarteta teniendo como pie de verso, hay que darle tiempo al tiempo…  Como al cabo de los tres minutos no la puede hacer y tuve que pagarle el peso, Santana me dijo en son de burla delante de todos: – Carajo, yo creí que porque haces versitos sabias que tiempo no tiene consonante…  En vista de que todos se rieron de la revolcada que me dio, aquello me pico la cresta y acudí al diccionario de la rima en donde, en efecto, constaté la inconsonancia… sin embargo dolido aún por la maltratada, seguí pensando en el tema hasta que se me ocurrieron los siguientes versos:

 

Sabia virtud de conocer el tiempo;

A tiempo amar y desatarse a tiempo;

Como dice el refrán: dar tiempo al tiempo…

Que de amor y dolor alivia el tiempo”.

 

En una variación del mismo tema, Taylor Caldwell, la inmortal novelista norteamericana, en uno de sus últimos relatos Diálogos con el Diablo, recrea una imaginaria polémica entre Lucifer y San Miguel Arcángel, su mítico vencedor.  La escritora pone en labios del Príncipe de las Tinieblas una descripción, que todavía me produce escalofríos al recordarla después de muchos años de su lectura: “En el infierno hay tiempo, pero no hay futuro”.  Habría que imaginar la existencia interminable de horas, días, meses, años, lustros, décadas,siglos, milenios… tan iguales que no cabe en ellos ni siquiera la conciencia del mañana, mucho menos el advenimiento liberador de la muerte.  Un tiempo sin futuro… ¡Qué terrible!

 

Tiempo es una palabra polisémica; esto es, su significado adquiere matices diferentes, tenues y aún contradictorios, en relación con el contexto que la envuelva.

 

El diccionario de la Real Academia Española, define en su primera acepción: “Duración de las cosas sujetas a mudanza”.  Obviamente, de la anterior definición se infiere que,en la eternidad, el tiempo no existe. Es una aparente paradoja.

 

En el habla común se dice, por ejemplo: largo espacio de tiempo; hace tiempo que no nos vemos; prevalece el buen tiempo; fruta del tiempo, unidad de tiempo, bomba de tiempo, corrida de tiempo, tiempo de fortuna, tiempo de pasión, tiempo inmemorial, tiempo perdido, tiempo verdadero, medio tiempo, tiempo heroico, abrir el tiempo, acomodarse al tiempo, aprovechar el tiempo, ajustar los tiempos, a largo tiempo, andando el tiempo, a mal tiempo buena cara, capear el tiempo, darse tiempo, matar el tiempo, de tiempo en tiempo, faltó tiempo, hacer tiempo, más vale llegar a tiempo… y no pongo más porque no tengo tiempo.

 

En estos tiempos, es común observar cómo millones de europeos se manifiestan en París por el atentado contra Charlie Hebdoel cual que originó la muerte de once personas, a causa del fundamentalismo religioso.  Millones tomaron la calle;el advenimiento del caos parecía inminente; finalmentetras la tempestad volvió la calma.  El conflicto no se arrancó de raíz, es imposible.  Los gobiernos del mundo tienen que aprender a administrar el desorden.  Los periodos prolongados de paz se fueron para siempre.

 

Hoy por hoy, nuestro país vive su tiempo más difícil; no entenderlo así, sería irresponsable, demagógico…  Como hombres y mujeres (por aquello de la perspectiva de género) comprometidos con este tiempo, los mexicanos tenemos obligación de investigar, qué ocurre en nuestro entorno político a nivel estatal, nacional e internacional.

 

Las dificultades por las que atraviesa el Gobierno de la República y con él, todo el pueblo de México (lo advierta o no), son graves pero no marcan el fin absoluto.  Es necesario poner a tiempo nuestro reloj histórico y nuestra imaginación para encontrar las oportunidades que toda crisis trae consigo: “Sabia virtud de conocer el tiempo”.

 

A pesar de los fuegos amigo y enemigo, golpe que no tira, fortalece.  Hay tiempo, hay futuro.

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