RETRATOS HABLADOS

* AMLO: ¡Ya entendí: Sosa NO!

Cuando Andrés Manuel López Obrador dijo: “¡Ya los escuché, ya los escuché, Sosa NO!”, cada uno de los aspirantes a cargos de elección popular impuestos por el Grupo Universidad a una patética dirigencia local de Morena se miraron unos a otros con ojos de interrogación, de absoluta zozobra y casi con la intención de preguntarse, “y ahora, ¿qué hacemos?”.
    Ya no entendían a ciencia cierta a quién se refería el candidato presidencial cuando dirigía furibundas críticas contra los que compran votos con dinero del pueblo, (¿se referirá a nosotros, se habrá enterado que la contadora llevaba billetes y billetes de la universidad para pagar campañas? ¡Dios mío, nos va a bajar del templete!); porque en ese caso se tendría que recurrir al plan B y así inculpar al gobierno estatal de sabotearle el mitin en Plaza Juárez.
    Pero recordaron que solo podría echarse mano de esa posibilidad si las cosas se complicaban, si ese traidor grupo de morenistas insistían en corear “¡AMLO sí, Sosa NO!”, si en una de esas López Obrador le daba por manifestar que como político limpio y comprometido con el pueblo, pediría una investigación sobre el tal Sosa.    
    Y eso no, de ninguna manera. Todo menos esa simpe posibilidad que dejaría en la orfandad a candidatos y candidatas que personalmente, de propia mano, palomeó el dirigente del grupo político que controla la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo desde hace 36 años.
    Así que recordaron y alabaron, elogiaron la mente previsora que recomendó un “Plan B” si el asunto se salía de control, si hacían dudar al casi Presidente de la República y todavía peor, si llegaban a inocularle dudas sobre la vocación revolucionaria del Santo Patrono Universitario y acompañantes, que por supuesto nada tiene que ver con un cacicazgo hecho y derecho en la institución educativa.
    Dejaron pues pasar el tiempo, y al detectar que el discurso de AMLO se inclinaba por eso de las cuatro transformaciones, sin dar espaldarazo alguno a la pobre contadora coordinadora de finanzas, que llevaba efectivo para el pago de albañiles de élite en Tulancingo, -ya no maistros, sino doctores en el manejo de la cuchara y el bote de mezcla por aquello de que si se acepta que la funcionaria universitaria transportaba un millón 400 mil pesos en efectivo para el pago de ¡una semana de los señores constructores!
    Le decía, al caer en la cuenta de que no daba su brazo a torcer López Obrador para dar su visto bueno a la alianza, no con Morena sino con el Grupo Universidad, decidieron que se tendría que poner en marcha el “Plan B”, sustentado en los principios básicos de los documentos que dieron origen a la Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH).
    Y de nueva cuenta se puso en marcha una bonita obra de teatro, en que jóvenes “infiltrados por intereses represivos y malévolos” arremetieron  contra quien se les puso enfrente, y solo faltó que corearan, “nos mandó el PRI, nos mandó el gobernador, y hasta playera traemos con el logo tricolor”. Vaya pues un cuento engaña bobos, pero que al calor del evento, pareciera que de pronto engañó a un político de siete suelas como López Obrador.
    Porque ahí sí, se dio a la tarea de culpar de ese acto de provocación y de intimidación al gobierno estatal, en tanto los candidatos de Sosa Castelán casi lloraban de alegría porque habían logrado lo inimaginable: que un casi Presidente de la República que pretende representar la esperanza de un pueblo como el de México, se pronunciara a favor de uno de los grupos políticos más reaccionarios en la historia de la entidad; pagó pues el favor del apoyo financiero recibido con una condena a quienes detuvieron una camioneta, no repleta de yerba mala, sino de fajos y fajos de billetes.
    Al menos eso es lo que pudiera pensarse, aunque el primer pronunciamiento de AMLO, “¡Sí, ya entendí: SOSA NO!”, los dejó meditabundos, preocupados, seriamente preocupados. Por lo mientras, festejaban que el viejo truco de los “infiltrados provocadores” pareciera que les había funcionado, aunque la realidad es que no, que el candidato presidencia de Morena entendió claramente el grito de “¡Morena SÍ, Sosa NO!”.
    
Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
    Le decía, al caer en la cuenta de que no daba su brazo a torcer López Obrador para dar su visto bueno a la alianza, no con Morena sino con el Grupo Universidad, decidieron que se tendría que poner en marcha el “Plan B”, sustentado en los principios básicos de los documentos que dieron origen a la Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH).

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