Trump: No seremos campo de refugiados

Las críticas llegan por todas partes ante fotografías y audios que ponen imagen y sonido a la situación que viven los niños, encerrados en instalaciones seudocarcelarias y sin ninguna garantía de que volverán a reencontrarse con sus padres.

El clamor contra la política de la administración de Donald Trump de separación de menores en la frontera entre Estados Unidos y México tiene al país al borde de una crisis moral. Las críticas llegan por todas partes ante fotografías y audios que ponen imagen y sonido a la situación que viven los niños, encerrados en instalaciones seudocarcelarias y sin ninguna garantía de que volverán a reencontrarse con sus padres.

La Casa Blanca no da visos de promover ningún cambio y, al contrario, defiende sus acciones. “No nos vamos a convertir en un campo de refugiados, no lo vamos a ser”, sentenció el presidente, cerrando la puerta a una relajación de las medidas.

“No vamos a pedir perdón por el trabajo que hacemos o el trabajo que las fuerzas del orden hacen”, añadió por su parte la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, quien está en el ojo del huracán.

Al frente del departamento que ejerce la mano dura contra los inmigrantes, la funcionaria sigue al pie de la letra las pautas marcadas desde el Despacho Oval: la culpa es del Congreso, no de la administración.

Esa teoría, única defensa oficial por el momento, la repitió una y otra vez horas más tarde, cuando se enfrentó a los periodistas en la Casa Blanca. Reiteró que el gobierno sigue la ley y pasó toda la presión al Congreso, para que tome cartas en el asunto.

Mintió. No existe ninguna ley en EU que requiera separar a los niños de sus padres; ahora mismo es una decisión política tomada que se aplica a rajatabla, a pesar de que intenten venderlo como un callejón sin salida en el que la única opción es separar a menores de sus padres.

Progenitores que, con el cambio de interpretación legal y foco persecutorio, se han convertido en criminales por cruzar la frontera sin documentos. La ley obliga a meterlos en la cárcel, y el hecho de no poder encarcelar a menores impone la separación.

La excusa de culpar al Congreso esconde la voluntad real de la administración: usar la separación para frenar el flujo migratorio.

“Si construimos un muro, si aprobamos alguna ley, si cerramos los vacíos legales, no tendremos que enfrentarnos a estas decisiones terribles”, dijo este lunes el fiscal general, Jeff Sessions, admitiendo implícitamente que se trata de una opción que se toma por orden de Trump y sus asesores antiinmigrantes.

“La imagen que quiero para este país es un sistema migratorio que proteja nuestras fronteras y sostenga los ideales humanitarios”, resumió Nielsen. Pero las imágenes que surgen de esta crisis son diferentes.

Audios revelan crueldad con niños

La más reciente prueba de la crueldad que sufren los niños migrantes separados de sus padres llegó a través de una grabación de siete minutos obtenida por ProPublica.

En el audio se escucha a numerosos niños pequeños gritando “papi”, “mamita” y las súplicas de otras voces infantiles por reunirse con sus familiares. Los agentes a cargo de los menores, en lugar de consolarles, bromean y critican los llantos, como si no fuera con ellos.

“Bueno, aquí tenemos una orquesta, ¿verdad? Sólo faltaba el maestro”, se oye decir a una agente de la Patrulla Fronteriza, en español, ante los gritos desesperados de los niños.

“No me quiero separar de mi papá”, pide uno. “Me quiero ir”, dice otro. “No quiero que lo deporten”, implora otra.

El audio apareció cuando la opinión pública de Estados Unidos todavía se recuperaba de las últimas imágenes, tanto fotografías como videos, en las que se ve a menores en jaulas acostados en colchonetas en el suelo.

Primeras damas alzan la voz

Todas las primeras damas vivas se posicionaron en contra, incluida Melania Trump —inmigrante de Eslovenia—, quien pidió el domingo a la administración de su marido que “gobierne con corazón”.

Laura Bush, poco prodigada a dar opiniones políticas en público, escribió un artículo para “The Washington Post” en el que calificaba de “cruel” e “inmoral” una política que le “rompe el corazón”. El texto mereció los elogios de Michelle Obama, quien subrayó todo lo que dijo su predecesora (“a veces la verdad trasciende el partidismo”, tuiteó); y consiguió el apoyo del ex presidente Barack Obama.

Asimismo, se unió a la crítica Hillary Clinton, desmontando la teoría de que todo es culpa de los demócratas y subrayando que es una “absoluta mentira” que la ley marque que haya que separar familias.

Rosalynn Carter también se unió a la queja, calificando de “vergonzoso” lo que se hace con los menores.

Desde Ginebra, el comisionado por los derechos humanos de la ONU, Zeid bin Ra’ad, hizo un llamado a que “cese de forma inmediata la separación forzosa”. “La idea de que cualquier Estado tratará de disuadir a los padres infligiendo tal abuso a los niños es inconcebible”, sentenció.

La ola es tan abrumadora que está haciendo mella en los republicanos más conservadores, que hasta ahora estaban en el flanco más antiinmigrante. Ted Cruz, senador por Texas, anunció que iba a presentar una ley para mantener a las familias unidas.

Según una encuesta de Quinnipiac, sólo 27% de los estadounidenses apoyan la separación familiar en la frontera, en una encuesta en la que la desaprobación en la construcción del muro está en 58%.

Según la senadora demócrata Dianne Feinstein, la cifra de menores separados de sus padres por la “tolerancia cero” ascendió a 2 mil 342 entre el 5 de mayo y el 9 de junio. NBC reporta que los servicios sociales tienen bajo custodia a 11 mil 785 niños migrantes, una cifra que, al ritmo actual, superará los 20 mil antes de agosto.

México y otros piden intervenir a la CIDH

Las defensorías de los derechos humanos de México, Honduras, Colombia, Guatemala y Ecuador pidieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que dicte urgentes medidas cautelares para detener la política migratoria del gobierno de Estados Unidos de “tolerancia cero”, que separa a la niñez migrante de sus familias, y aseguraron que la actuación de la Casa Blanca “es inhumana”.

La política migratoria de Washington “representa un total desprecio por los derechos de las niñas, niños y adolescentes migrantes, así como por la especial necesidad de protección que tiene para con ellos”, denunciaron.

El comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras, Roberto Herrera Cáceres, informó que las cinco defensorías instaron a la CIDH que “le requiera” a EU que “interrumpa la práctica de separar” a menores de sus familias.

También se le solicitó que la CIDH “adopte todas las medidas necesarias para proteger sus derechos a la integridad de personas, la salud, la familia y la libertad personal, en relación con los derechos de la niñez”, agregó el comisionado.

La gestión ante la CIDH, añadió, fue planteada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México, la Defensoría del Pueblo de Colombia, la Defensoría del Pueblo de Ecuador, la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras.

“Se coloca a la niñez en una situación de vulnerabilidad agravada, que permite la posibilidad de que sea víctima de violencia, trata de personas y explotación, además de los daños sicológicos y emocionales que una separación de esta naturaleza le provoca”, advirtió Herrera, al subrayar que “dicha práctica vulnera el derecho a la unidad familiar de las personas migrantes, afectando de manera irreparable los lazos familiares.

Agregó que la separación “traerá múltiples afectaciones” ya que puede ocasionar a los menores “estrés, miedo, sufrimiento y las demás afectaciones sicológicas que derivan de ser alejados de sus familias”.

El gobierno de El Salvador emitió anoche una declaración en la que también instó a Estados Unidos “a no continuar” con la separación de las familias migrantes irregulares por la política de “tolerancia cero” ejecutada por la Casa Blanca y advirtió a Washington que esas prácticas “conllevan a una violación de los derechos humanos” y a un “aumento de la vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes” que migran a suelo estadounidense por vías ilegales.

El gobierno salvadoreño pidió que EU “actúe teniendo como centro el interés superior” de los menores de edad, “indistintamente de la condición migratoria de sus padres o familiares”.

Cruel e inhumana política migratoria de EU de separar familias: SRE

Al calificar de cruel e inhumana la política de tolerancia cero de Estados Unidos, que ha separado a miles de niños de sus padres, la Cancillería mexicana expresó su más alta condena y exigió al gobierno de Donald Trump detener esta práctica y adelantó que no descarta ninguna opción de acudir a instancias internacionales para defender los derechos humanos de los menores.

En conferencia de prensa, Luis Videgaray Caso, secretario de Relaciones, informó que de los 1995 casos reportados por Estados Unidos, solamente 21 menores son de nacionalidad mexicana, es decir, el 0.01%. Informó que de esos 21 ya fueron repatriados 7, otros 7 más reunificados con algún familiar en Estados Unidos y otros siete se encuentran en albergues norteamericanos.

Dijo que México no promueve la migración ilegal, pero tampoco puede permanecer inerte, y la mayoría de los menores separados provienen de los países de Honduras, El Salvador y Guatemala.

“El gobierno mexicano trabaja todos los días para construir una relación de respeto mutuo, respetamos a cabalidad la soberanía y el Estado de Derecho de los Estados Unidos, no promueve la ilegalidad, no permaneceremos inertes ante una situación inhumana y cruel. Llamado al gobierno de EU a que reconsideren esta política”, dijo el canciller.

Videgaray habló de un caso dramático de una niña de 10 años con síndrome de Down y que se encuentra, junto con su hermano, en un albergue de Texas y que fueron separados de sus padres.

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