UNA OBRA DE TEATRO QUE NO TERMINA.- Para rematar esta bonita comedia cómico musical de Producciones La Garza, ayer por la mañana un envalentonado rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Adolfo Pontigo Loyola, acompañado del Presidente del Patronato Universitario, Gerardo Sosa Castelán, convocó a rueda de prensa para hacer un análisis con sistema posicionador y mimetizador del doctor Chunga, en el que explicó el porqué la contadora de la institución educativa, Gabriela Mejía Valencia, llevaba dinero “pero poquito” (diría un Huasteco) para pagar la raya de unos albañiles que hacen obras en Tulancingo, y como no le tiene confianza a nadie para que cumpla con esa encomienda, y mucho menos en las transferencias bancarias o depósito en tarjetas de nómina, prefiere mandar solita y sin que nadie lo sepa, a la funcionaria señalada.
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Y SIGUE EL SHOW.- Pero para dejar en claro que él es el que hace que manda, pero el que manda estaba a su izquierda, el independiente y autónomo rector Pontigo Loyola, decidió que esos rupestres reporteros debían entender que no iba a permitir se le cuestionaran cosas incómodas, así que asumió actitud de perdona vidas nomás para que su Santo Patrono lo mirara y dijera: “muy bien muchachito Harrison, muy bien muchachito”. Total que el muchachito Harrison se dio a la tarea de regañar, cuestionar a los que debían cuestionarlo, y ya con el sistema posicionador y mimetizador tejer la araña donde los muy jijos periodistas morirían por su propia boca. “¡Fantástica exposición del maestro de maestros!”, “¡acabó a sus enemigos con esa inteligencia y libertad para pensar y hacer sin consultar a nadie!”.
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LAS DEFENSORAS DE LA LIBERTAD, LIBRES POR FIN.- También ayer por la mañana la defensora de los humildes, periodista única, crítica y sin dependencia alguna con el Santo Patrono, fue puesta en libertad porque en todo el mundo las críticas por atentar contra la única y auténtica paladina de la justicia, crecían a velocidad vertiginosa. ¡Salve mártir de los oprimidos!.
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¿Y EL CARRO ROJO DE LA BANDA?- El problemilla es que la dichosa camioneta de la contadora detenida, que no estaba repleta de yerba mala, pero sí de muchos billetes metidos en sobres con nombres, nomás no la pudieron sacar del corralón. Es decir que el cuerpo del delito hasta el momento sigue en donde lo dejaron y el primero que ya no quiere saber nada del Grupo Universidad, es Andrés Manuel López Obrador, porque además nunca estuvo de acuerdo en esta alianza con este tipo de personajes, por lo que no ha descartado la posibilidad de romper con la misma. Vaya pues que ya lo tienen hasta el copete y eso que todavía no es Presidente. De tal modo que si fueron lo que fueron sin un Jefe de la Nación de su lado, ni pensar lo que harán de cumplirse la profecía. En estos días se conocerá el monto exacto del dinero que llevaba quién sabe a quién la contadora Mejía, aunque no son pocos los que sospechan que no era para albañiles que están dedicados a una obra, sino a otro tipo de albañiles que son pagados directamente con recursos del Patronato Universitario, es decir con dinero de la sociedad, para construir el poder que a toda costa busca tener Sosa Castelán. Esta historia apenas empieza.
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