Dubái.- Varios edificios del casco antiguo de Saná, la capital de Yemen, resultaron destruidos ayer por un cohete y seis de sus habitantes murieron en el derrumbe, según el recuento de la agencia estatal de noticias Saba. Esa fuente atribuye el proyectil, que no llegó a estallar, a un bombardeo de la coalición que dirige Arabia Saudí. Pero un portavoz militar de esa campaña negó que su aviación hubiera atacado esa zona histórica, declarada patrimonio de la humanidad. El incidente se produce en vísperas de las conversaciones de paz que la ONU ha convocado en Ginebra este fin de semana.
Entre los edificios destruidos se encuentra, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), un complejo de casas tradicionales en el barrio de Al Qasimi, junto al jardín urbano de Miqshama. Las imágenes del antes y el después que de inmediato difundieron algunos vecinos en las redes sociales muestran el daño irreparable causado a esos rascacielos de adobe de varios siglos de antigüedad característicos de Yemen. Sus fachadas ocre con dibujos blancos que parecen puntillas enmarcando puertas y ventanas, constituyen la postal de un país que ahora se está desmoronando como sus viviendas.
“Me causa un profundo dolor la pérdida de vidas humanas así como el daño infligido a una de las joyas del paisaje urbano islámico más antiguas del mundo”, declaró Irina Bokova, la directora general de la Unesco en un comunicado. “Esta destrucción sólo va a exacerbar la situación humanitaria y reitero mi llamamiento a todas las partes para que respeten y protejan el patrimonio cultural de Yemen”, añadió. (Agencias)