CINE DE MAÑANA
Las cintas sobre satanismo estuvieron de moda en los sesenta gracias a filmes tan famosos como El bebé de Rosemary de Roman Polanski, Baile con el diablo de Paul Wendkos, o algunos menos conocidos como La hermandad de Satanás de Bernard McEvetty
En estos tiempos de oscuridad trumpiana, no es de extrañar que comiencen a proliferar cintas sobre el tema, como El legado de Satanás de Ari Aster a cuya premier nos invitaron las buenas amigas de Diamond Films.
De acuerdo al guión del propio director, la muerte de la abuela Graham. afecta a toda su familia de diferentes maneras. Annie (Toni Colette) la madre, se refugia en su trabajo de miniaturas, mientras su esposo Steve (Gabriel Byrne) prosigue con sus actividades. La más afectada parece ser la enigmática Charlie (Molly Shapiro), quien se lamenta “que ya no habrá nadie que la proteja”, cosa que queda demostrada cuando muere en un accidente al asistir a una fiesta con su hermano Peter (Alex Wolf).
Aster comienza a construir un relato aterrador a partir de hechos cotidianos en base a un buen reparto en el que destaca la australiana Colette, y el intérprete de En terapia.
En realidad hay poco efectos especiales y el director de La cosa extraña de los Johnsons y Munchhaussen ha sabido dosificar las dosis de miedo, en momentos sorpresivos.
Con todo el filme se antoja demasiado largo –más de dos horas- y hubiera funcionado mejor con una mejor edición.
Hereditary resulta pues un filme de horror satánico que será del agrado de los fanáticos del tema, pero que el resto lo puede ignorar sin ningún prejuicio.
