Un Infierno Bonito

LO ASALTARON CUANDO SALIÓ DE UN VELORIO
Omar Alejandro Medina de 23 años, del barrio del Atorón, acudió a un velorio de un amigo en la calle de Arista, le salieron los tres caballeros con navaja en mano, que por poco lo destripan.

Caminaba con un compañero de trabajo por el centro de Pachuca, eran las cuatro de la mañana, se despidieron en los semáforos de las calles Doria y Guerrero, sudando se aventó la empinada subida hasta llegar a la Cumbre, con la lengua de fuera, pero la metió rápido cuando de un callejón le salieron los ladrones, uno de ellos picándole las costillas le dijo “tienes que darnos todo lo que traes o te llevó toda la fregada”, de rabito de ojo miro que otro dos sacaron su cuchillo, para asustarlo más los afilaron en el suelo que sacaron chispas. Temblandole las patas el primero le metió mano sacándole su cartera, en la que llevaba sus documentos y un billete de 200 pesos, el asaltante lo quiso picar, le aventó el cuchillazo y se hizo para atrás sacando la cola, el  que estaba atrás le tiró el tajazo pero se hizo para adelante metiendo la cola, el otro se le aventó para cortarle el pescuezo, se fue en seco cayendo de madrazo y “patas para que las quiero”, sin voltear para atrás corrió a toda velocidad hasta llegar a su casa. De un caballazo abrió la puerta que espantó a su jefa, que al enderezarse se cayó de la cama, prendió la luz y vio a Omar que estaba metido entre las cobijas con todo y zapatos, lo destapo y lo vio pálido como pambazo, le contó lo del asalto que había sufrido, que por un pelito de rana lo dejan como coladera, la señora alarmada llamó al 066 para que los cuicos los agarren pero cuando llegaron no encontraron huellas ni a los gueyes, se habían pelado. La patrulla los busco por toda la calle de Observatorio, que cruza el barrio de la Palma, las Palmeras, la Montaña, el Arbolito, dieron vuelta hasta llegar por Peña y Peña, el Atorón, la Vena de Oro, hasta que llegaron con ellos a la Cumbre, no dio resultado su operativo “Cero”, a Omar lo llevaron a Seguridad Pública donde le dijo al Agente Social que fue a un velorio de un amigo y con un compañero salieron como 20 minutos para las cuatro de la mañana, se despidieron y al subir a su casa, por poco acompañaba a su amigo al panteón, porque los tres asaltantes aparte de robarlo se lo querían echar. Añadió que los rateros andaban borrachos y se cubrían nariz y boca con un pañuelo como los bandidos de Río Frío.

SE ECHABA UN COYOTITO DENTRO DE SU COCHE
Felipe Pineda López de 54 años, dormía a pierna suelta dentro de su camioneta Cavalier color verde, la tenía estacionada frente a la agencia de automóviles Chevrolet, en las calles de Everardo Márquez y Rojo Gómez. Eran como las dos de la madrugada, entre el silencio de la noche oscura, se escuchaban sus ronquidos que parecían los de un león muy enojado, los automovilistas que pasaban por el lugar pensaron que era la camioneta del circo que se encuentra en el Boulevard Colosio. De momento le tocaron el vidrio, muy espantado Felipe abrió para decirles “¿qué pez?, eran dos hombres grandes bien vestidos con chamarras negras, le dijeron que se fuera a dormir a su casa o de lo contrario se lo llevaban a la bartolina, le abrieron la puerta que cayó de cabeza al piso, mientras se paro uno lo tenía agarrado del brazo, le dijeron que eran policías que recorrían la ciudad vestidos de paisanos, que se identificara y no hiciera un movimiento sospechoso porque le daban pamba con la pistola. Felipe todavía encamorrado sacó su cartera para enseñarles la credencial de elector, al ver uno de ellos que dentro llevaba billetes se la arrebató y le dijo a su compañero “trae dinero para comprar armas, vamos a llevarlo ante el comandante”, Felipe trato de quitárselas y les decía muy apurado “no, no, yo soy comerciante, el dinero lo ocupo para comprar mercancía”, pero le dieron un aventón que lo tumbaron de nalgas, se dieron cuenta que en el cuello llevaba dos cadenas gruesas de oro, el otro le dijo “a ver a ver, con que también traficas oro ¿no?”, lo pararon, le hicieron manita de puerco, mientras se las quitaban le dieron una patada, en la cola y le dijeron “sigue durmiendo te perdonamos todas tus fechorías”, se fueron caminando por el boulevard Everardo Márquez, Felipe arrancó su camioneta y se dirigió ante las autoridades de Seguridad Pública, le dijo al Agente Social que había sido asaltado por dos policías, les contó con detalle lo que le paso, dijo que estaba durmiendo en su camioneta porque llegó tarde y su vieja no lo dejó entrar a su casa creyendo que andaba de parranda, que eran dos tipo grandotes parecían gemelos, porque iban vestidos iguales, pero si lo ve los reconoce, solamente levantó el acta 12/SP/1106/2008. Le dijo el señor autoridad que lo engañaron porque todos los policías son honrados.

GOLPEAN A PADRE E HIJO
Julio Hernández Guzmán de 41 años, andaba de parranda con su hijo Julio Hernández Mendoza de 20, como les han dicho en el DIF que la familia debe estar unida, se lo llevó de borracho, también le enseño que hay que darle en la madre a la gente pacífica. Gustavo Aguilar Ávila de 24 años y su amigo Jaime Pérez de 18, caminaban muy contentos chupándose su barquillo por el Hospital de la Mujer en la colonia Piracantos, como los borrachos caminaban de lado como los cangrejos, les dio risa y se detuvieron a verlos, eso no les pareció nadita a los Julios que se regresaron a decirles “¿qué nos ven gueyes?, y dando y dando pajarito volando, les acomodaron una madriza que los dejaron tirados a media calle, varios de los curiosos los jalaron a la banqueta para que no los fueran apachurrar los camiones urbanos que pasan como locos. Los borrachos se regresaron a darles la segunda tanda, el padre los agarraba y el hijo les pegaba de patadas, jalones de greñas y golpes en la cara, los parientes estaban bravos, una señora sacó la cara por los muchachos y sin medir consecuencias también le dieron en la madre que mejor se escapó a como pudo. Se paraban y preguntaban ¿a quién no le gustó bola de cobardes?, llamaron a los cuicos para decirles que estaban dos desgraciados borrachos, matando a unos jovencitos, llegaron patrullas de granaderos para subirlos, pero también se les pusieron roñosos aventándole el clásico descontón que el comandante pistolas cayó rodando por el suelo, eso fue su acabose porque ordenó que los subieran a como diera lugar y los desmadraron, dejándolos quietos, los llevaron ante el Ministerio Público donde los jóvenes que habían quedado sangrados y golpeados, levantaron el acta en contra del padre y del hijo de toda su jefa, que les pegaron nada más por verlos, los encerraron en la galera por separado, porque también dentro descontaron a los presos, no dejaban de hacer escándalo que los dejaran salir, era tanto los gritos que el comandante de guardia les fue a darles un susto, “se callan el hocico o los mandó a bañar con agua fría”, los borrachos cerraron el pico y esperan saber su situación que depende de la salud de los muchachos que mandaron al hospital, uno de ellos aparte de quedar desfigurado de la cara tiene lesiones internas, el otro está en terapia intensiva a punto de partir al valle de las calacas.

LOS CIUDADANOS PIDEN QUE NO ROBEN
Los robacoches estuvieron muy activos porque saben que la policía nunca encuentra los automóviles robados, los ciudadanos la verdad no saben con quien quejarse, porque los altos mandos dicen que la seguridad está muy bien en Pachuca ¿cual? Uno de los afectados, Pedro Efraín Olguín Monroy, haciendo pucheros se presentó ante el Ministerio Público para decirle que lo dejaron a pata, le contó al agente que se metió a la disco-bar “La Farándula” que se encuentra en la calle de 5 de mayo en la colonia Santa Julia, se bajó de su coche, un Nissan blanco modelo 2001, que apenas había comprado hace dos meses en 35 mil chuchos, bajo acompañado de su sobrino que iban a checar si estaban buenas las morritas, se aventaron unas cubetas y unos bailes, como a las dos horas salieron y no encontraron su coche, lo anduvieron buscando hasta debajo de las piedras pero no, no, y no lo encontraron, piden a las autoridades que agarren a los cacomixtles, ya ni amuelan es un automóvil que acaba de comprar para que no se acabara lo usaba cada ocho días y se lo volaron. A otro que también le dieron en la madre fue al cantante Martiniano Cruz, dijo a las autoridades que llegó afónico de su actuación en el “Barón Rojo” del Estado de México, porque mientras no dejaban de aplaudir el no dejaba de cantar, llego a esta ciudad como a las seis de la mañana, le pidió posada a su amigo porque venía cansadísimo, se quedó en la casa de la calle de Guadalajara, en colonia Venustiano Carranza, dejó afuera bien estacionado y cerrado como la puerta negra su coche Nissan placas VAT-8613 de San Luis Potosí, adentro tenía una valija con sus pistas, dos microfonos y su salario que eran 7 mil pesos, despertó a la una de la tarde y se llevó una gran sorpresa al ver que su coche había cambiado de dueño, fue a levantar su acta ante el Ministerio Público para que procedan a agarrar a los ladrones que se llevaron su dinero, su coche y su traje de charro. Lo mismo le pasó a Gerardo Felipe Saavedra Pérez que se fue de pachanga a unos 15 años y se llevó el taxi 2472-FUD, que es de la señora María Estela Pérez Muñoz que cuando lo sepa se va a zurrar, llamó a la policía pero no lo encontraron y fue a poner su demanda al Ministerio Público.

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