TERRAZA

El proceso electoral del que fuimos testigos el pasado domingo, sienta un precedente en la política mexicana. A pesar de la campaña mediática del voto nulo que comenzó unas semanas antes del día de la jornada, los resultados fueron aceptables, con un cuatro por ciento de votos anulados, queda demostrado que la población prefirió analizar y votar, quizá por el menos peor o por el que más les convenció, pero no dejar la decisión en manos de los demás.

            El promedio de votos nulos en las elecciones anteriores ha sido del tres por ciento, por lo que en esta elección un punto porcentual más no es significativo, con tal resultado podría considerarse que la campaña anulista que varios intelectuales impulsaron no causo mayor efecto. Si cabe resaltar que dicho porcentaje fue mayor al que obtuvieron los partidos considerados pequeños, que ni el cuatro por ciento alcanzaron. 

            Con los resultados de este proceso electoral se logró demostrar una vez más, que la democracia mexicana va hacia adelante a pesar de la voces negativas y queda demostrado que los mexicanos desean mantener, fortalecer y luchar por la democracia.

            El mapa de preferencias partidistas se movió de tal forma, que ya no solo hay candidatos electos respaldados por un partido político, ahora, una nueva figura aparece y son cinco los candidatos independientes electos en diferentes cargos políticos. Cabe resalta el caso de Jaime Rodríguez, El Bronco, virtual ganador de la gubernatura de Nuevo León.

            Debemos resaltar que fue una jornada tranquila gracias al monitoreo permanente del gobierno federal durante la jornada electoral, que le permitió en determinado momento enfrentarse a los grupos de los violentos, de tal forma que quedó demostrado que no es fácil enfrentar al Estado.

            Sin dejar de soslayar los hechos en diferentes partes del territorio mexicano, los medios de comunicación locales, nacionales y extranjeros estuvieron muy al pendiente del desarrollo; la Misión de Visitantes Extranjeros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en México, que encabeza la ex presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, reconoció que la jornada electoral se desarrolló en un ambiente en el que predominó la tranquilidad y que los incidentes aislados no afectaron su desarrollo.

            El INE cumplió en la medida de lo posible, se puede decir que ahora se cuenta con un Instituto que logró su objetivo; pues aunque el abstencionismo de la población alcanzó un estimado de 48.51% a nivel nacional, según el titular del INE, Lorenzo Córdova, fueron más los mexicanos que decidieron ejercer su derecho al voto.

            Los resultados fueron monitoreados principalmente en aquellos Estados donde los candidatos se disputaron la gubernatura; en cinco de ellos aventajó el PRI (Guerrero, Sonora, Colima, Campeche y San Luis Potosí), el PAN fue por dos (Querétaro y Baja California Sur), la coalición PRD-PT-Nueva Alianza lanzó a Silvano Aureoles en Michoacán y ganó.

            En Sonora, resalta la victoria de Claudia Pavlovich del PRI, al ser la única de los candidatos a la gubernatura sonorense que presentó sus 3 de 3 (declaración patrimonial, fiscal y de intereses). Con lo que se ratifica el gran trabajo político de Manlio Fabio Beltrones, que lo perfila nuevamente en la lucha al interior de su partido el Revolucionario Institucional.

            Los movimientos que hubo en el resto de los estados donde se jugaron las gubernaturas, resaltan el trabajo de los diferentes partidos que en su momento gobernaron y que ahora cambia de color, por el hartazgo o desencanto de la población que prefirió optar por la alternancia.

            Como ya es conocido por todos, la composición de la próxima Cámara Baja que habrá de entrar en funciones el 01 de septiembre, el PRI, el Verde y Nueva Alianza alcanzarían la mayoría absoluta en San Lázaro con 254 legisladores, suficientes para aprobar proyectos y reformas de ley sin necesidad de negociar con otros bloques, situación que beneficiará al gobierno de Enrique Peña Nieto.

            Lo importante de todo esto, de las campañas políticas y mediáticas a favor o en contra del voto y la violencia en algunos lugares del país, es reconocer que la ciudadanía ya sabe que tiene en su poder la forma de castigar o premiar a los políticos buenos o malos, y que ya no son los tiempos en los que se podía dar por hecho los resultados absolutos a uno u otro partido.

Las múltiples opciones partidistas y ahora, la imagen de los candidatos independientes, abren la puerta para que los partidos políticos analicen muy bien su actuar cotidiano, y en un ejercicio de retrospectiva vean en qué han cansado a la gente que prefiere irse por otras opciones, mejores, aun no lo sabemos, estamos en ese camino, pero si la opción que para la ciudadanía podrá ser la menos peor.