Un Infierno Bonito

SE METIERON EN BRONCAS
Uno de los tres manos largas que fueron detenidos la semana pasada por robar en la calle de Guerrero, los pusieron en manos de la policía de investigación.

Uno de ellos se sintió mal, lo trasladaban al ISSTE en una ambulancia y se les murió. El que colgó los tenis se llamaba Esteban Gil de 41 años, lo conocían en el bajo mundo como “El Cocol”, al saber lo que le pasó los familiares se las hicieron de tos, acusaron a los agentes de investigación de haberlo madreado, que se les pasó la perica, porque el día que lo agarraron y toda su vida ha gozado de muy buena salud. Solicitaron al director de la corporación  para que aclare la muerte. Sus familiares y amigos aseguran que ningún familiar padece del corazón y que no tenía porque darle un paro. Judith Trejo, esposa del muerto, dijo que sospecha que fue madreado por los agentes y por consecuencia se fue para el otro mundo, que casualidad que estaba bien, ella lo vio y platico con él, dijo que todavía se aventaron el caminero y lo hizo a toda madre.  De acuerdo a la necropsia, salio que le dio un infarto al miocardio, según fue el informe del médico legista. Que para ello estuvieron presente su hermana Rosa Gaytan, un médico particular y su abogado, para ella son cuentos chinos, lo único que está de acuerdo es que su carnal estaba fuerte y sano cuando se lo llevaron a la cárcel, que casualidad que de repente se les pone malo, lo sacan y se les muere en el camino. Cuando lo abrieron ella vio el corazón, el páncreas, el bazo, el riñón y no supo como le encontraron que se le paró el corazón. Los familiares están que echan chispas y piden justicia, que haya transparencia y se aplique la ley, que resuelvan la bronca, porque se murió si gozaba de buena salud. Pide que castiguen a los culpables, si lo hubieran llevado al ISSSTE de todos modos hubiera muerto pero eso era otro boleto, por el momento los familiares no quitan el dedo del renglón, porque se les pasaron los madrazos, los agentes son traidores, le han de ver dado una parada en el cuello, porque les mentó la madre a todos.

LE FUE COMO EN FERIA
Julio Berna de 40 años, vino de Zempoala a Pachuca a comprar material para su taller de hojalatería y pintura, cuando llegó lo primero que hizo fue ir a comerse unos tacos, de carne de puerco y se los bajó con una  “caguama” bien fría. Cuando terminó, salió del changarrito pero como estaba lloviendo corrió a cubrirse en un puesto de comida que está en la Central de Abastos, enfrente de la Central Camionera. Le llegó un cuate grandote, flaco y feo que se presentó como “El Che” Guevara, Julio se le quedó mirando y le dijo que no lo conocía. “El Che”, se enojó y le dijo que era un naco, un burro, que todo el mundo lo conoce. Que mejor se fuera antes de que le partiera la madre en cachitos. Sin hacerle caso Julio lo dejó hablando como loco y fue a la tienda a comprar lo que quería, al ver que estaba cerrada mejor iba al centro. Cuando llegó a donde paran las “combis” se iba a subir y sintió que lo jalaron de un brazo, al voltear vio que era “El Che” Guevara acompañado de dos tipos mal encarados, quienes lo jalaron y lo llevaron a un baldío rumbo a Cuesco,  le dieron entre los tres una madriza, que el pobre se caía y lo levantaban, lo esculcaron en todas las bolsas y al ver que no traía dinero le volvieron a dar otra madriza igual. Uno de ellos le gritó al “Che” que lo picara, Julio al escuchar eso les dijo que no le hicieran nada, que les iba a dar lo que traía. Lo agarraron a patadas hasta que soltó la sopa, les dijo que el dinero lo traía en una de sus botas, lo tiraron, le levantaron la pata, le quitaron su bota y le sacaron mil 170 pesos que llevaba, lo dejaron todo desfigurado de la cara y como pudo entró a la Central de Autobuses, les dijo a los policías que lo habían asaltado, que lo ayudaran. Uno de los policías le recomendó que fuera a poner su queja al Ministerio Público, que ellos no podían hacer nada, pues no era su zona de vigilancia donde lo desmadraron. Les pidió que lo ayudaran, siquiera para el camión porque le habían quitado todo su dinero. El policía le dijo que se fuera a pata, sirve de qué hacía un poco de ejercicio para que se le quitara el dolor. Un taxista de buen corazón se lo llevó de gorra y puso su queja, que “El Che” Guevara y sus amigos lo madrearon. No le hicieron caso, le dijeron que “El Che” Guevara tenía muchos años de muerto y nunca estuvo en Pachuca.

LAS ILEGALES
Para taparle el ojo al macho y que olviden las quejas de los antros de vicio de Pachuca, le hacen al guey para que el público ponga los ojos en Tulancingo, diciendo que agarraron una que otra piruja ilegal, sabiendo que en Pachuca los antros están llenos. La mera neta, muchas veces algunos nos les escapamos a nuestras viejas para ir a ver la variedad en los muchos centros de vicio que tenemos en cualquier punto de la ciudad, hay cubanas, americanas, holandesas, inglesas y nacas, son grandes forros con cara de muñecas donde en México no las hay. Hay que entender que el trabajo es de la policía de Tulancingo y no la de esta ciudad. Pasa como en la fayuca, el va a los municipios y a los nopalitos les quitan los discos compactos, películas, videos, y los destruyen delante de los medios chismosos de comunicación, diciendo que son de los fayuqueros de Pachuca. Pero eso es una mentira, porque cuando lo quieren hacer en la ciudad, los comerciantes no los dejan entrar a el mercado de fayuca, a ellos se las persignan, por eso tenemos Mercado de Fayuca a ojos vistos. Que los jefes se den una vuelta por las discotecas donde jovencitas y jóvenes de 15 y 16 años se ponen hasta la madre, ocasionando accidentes y no les hacen nada por que son hijos de algún funcionario o tienen influencias. Para los que les funciona el coco, les da risa que salga una foto y diga que la policía de Tulancingo detiene a una mujer Uruguaya, que en un operativo agarran otra cubana y que de volada son enviadas al Instituto Nacional de Migración en Pachuca, las chicas que bailan y se suben al tubo son legalizadas, porque vienen de la Sierra, del Valle del Mezquital y de la zona Tepehua. ¡No marchen!

LES CAYERON
La señora Esperanza Aguilar descubrió a su viejo infiel Alejandro Sánchez con otra vieja y a los dos les puso una madriza de perro, que por poco y los mata a garrotazos, estaba furiosa, los celos la habían vuelto loca, la llevaron a la Policía Municipal, a su viejo y a su quelite al Hospital General, donde la señora que era la menos madreada declaró al Ministerio Público que su nombre es Leonila Pérez de 40 años y vive en la calle de Abasolo en la colonia del Castillo, vive desde hace un año con Alejandro, no sabía que era casado, ella está embarazada y con la madriza que le dieron por poco le sacan el hijo. Alejandro Sánchez dijo al agente social que su vieja de momento los ataco, que sospecha que los andaba buscando porque al salir de una taquería los estaba esperando, él sintió un fuerte golpe en la cabeza que vio muchas estrellitas, medio borroso vio que a su segundo frente le estaban dando duro y macizo, la quiso detener y recibió otro macanazo que ya no se pudo parar y despertó minutos después en el hospital con la cabeza abierta, por su parte Esperanza Aguilar dijo al Ministerio Público de la Policía Municipal, que su viejo trabaja como agente de ventas y que por ahí le llegó la noticia que le andaba haciendo de chivo los tamales, que más o menos se las olía porque le había hecho un programa de Austeridad, que le bajó el gasto y la tenía a pan y agua, lo mismo a sus hijos, que no les compraba zapatos y algunos no tenían calzones andaban a pata de perro sin calcetines. Ella le preguntó sobre las ausencias,  faltaba mucho en su casa, le dijo que su jefe le había dado un trabajo fuera de aquí y tenía que cumplir. Ella con sus ahorros de siempre contrató a un detective que le siguiera los pasos a su chaparro viejo y así lo descubrió. Que le den gracias a los policías que se metieron en lo que no les importa si no los hubiera matado a palos por infieles. La señora quedó detenida hasta que se recuperen los lesionados.

ANDABA MUY PREOCUPADA BUSCANDOLO
Angelina andaba caminando como soldado, volteaba cada rato para todos lados, varias veces chocho con un poste y estuvo en peligro de que se la llevara de corbata un coche, aunque varios le rasuraron las nalgas. Tenían poco de casados pero era la primera vez que Nicolás faltaba a su casa, eran de un pueblo y no conocían la ciudad, aunque sabían que Pachuca era un pueblito rascuache lleno de basura, con muchos agüeros y hasta los tecolotes eran rateros, se quedaron a vivir ahí porque no encontraba trabajo. Alquilaron una casa casi hasta el cerro, en un lugar llamado “La Palma” de los que se están cayendo, por ahí les contaban los vecinos que después de las 12 de la noche salía un muerto por eso los policías no subían por el lugar y se andaban haciendo guajes por el centro de la ciudad y algunos se quedaban dormidos echándose aguas. Doña Angelina andaba muy mal económicamente, toda greñuda con sus huaraches rotos cobijada con un rebozo todo roto, cada que el aire soplaba los perros ladraban y a la señora le dio miedo como en los postes no hay focos porque están fundidos, se había perdido, se bajó por la calle Simón Bolívar y quiso regresar por la calle de Reforma, escucho los ronquidos de los policías que corrió, los perros no dejaban de ladrar, espantada soltó un grito muy fuerte que de la patrulla que estaba cerca salieron todos chinguiñosos con pistola en mano, al ver las siluetas la señora cayó desmayada pensando que era un alma en pena, la policía prendió sus torretas y pidió auxilio a los cuerpos de rescate, pero cuando llegaron era demasiado tarde porque había muerto de miedo. La noticia corrió como reguero de pólvora y cuando amaneció llegó el Ministerio Público quien los mandó detener con la policía investigadora, que en el informe dijeron que la mujer murió de un susto al ver su silueta de lo gendarmes, dijo que uno estaba sentado de espaldas como el tigre de Santa Julia, escuchó un ruido que se levantó y la señora se espanto.

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