ABRAHAM EL PRESIDENTE DE MORENA
ACTÚA COMO EMPLEADO DE SOSA
“Pero qué necesidad, para qué tanto problema”, decía Juan Gabriel en una de sus canciones y parece que está ni mandada a hacer para lo que acaba de hacer don ABRAHAM ZENTENO, el Presidente de Morena en nuestro estado, que salió más garza que la misma garza mayor Gerardo Sosa, pues sin necesidad, salió al campo de batalla para defender lo que a todas luces no tiene una defensa válida y que es el manejo grosero que el Grupo de Sosa está haciendo de estudiantes y maestros para llevarlos, se dice y se dan pruebas, a los actos de campaña lo mismo de los candidatos del Grupo Universidad que a los mítines de López Obrador.
Dice don Abraham en el periódico de su partido o del grupo de Sosa, que eso de que llevaron a estudiantes obligados no es verdad porque asistieron “Libremente y sin presiones”, y que no los veía forzados para ir a esos eventos que se denunciaron en su momento, como un escenario en que los alumnos de la UAEH fueron forzados a asistir con mensajes en las redes sociales que se dieron a conocer para ver cómo estaba el asunto .
Más tarde diría que todo se debe a que sus apuestas electorales van arriba de los otros partidos y que esto provoca lo que calificó como guerra sucia.
¿Hacía falta esta intervención del dirigente de Morena?
¿Le correspondía a él sacar la cara para defender a la universidad, a Sosa?
¿No le correspondía fijar una postura oficial al Rector Adolfo Pontigo?
¿Por qué tuvo que ser el presidente de Morena, Don Abraham Zenteno el que saliera a la palestra para dar la batalla, en una acción que lo retrata más como un empleado de Sosa que como dirigente de un partido importante al que se arriman todos para que ver que raja sacan?
Puede ser que hayan mandado al presidente para no comprometer a las autoridades de la casa de estudios en la defensa de algo que cuesta mantener, porque los hechos dicen en voz de los mismo estudiantes que sí hubo presión para que asistieran al evento de López Obrador con las pruebas de recados en las redes sociales para que estuvieran presentes, y en voz de algunos de ellos la denuncia de amenazas si no asistían.
De suyo don Abraham ha perdido imagen de autoridad en su partido, porque en opinión de muchos de los morenistas, no supo defender al partido y se prestó a la entrega que se hizo del mismo a Sosa.
Incluso no son pocas las voces que exigen que sea depuesto, porque no se ha portado como dirigente del partido sino como un entreguista que al parecer entregó a su partido por un plato de lentejas.
Lo que no se vale es darle el papel de escudo de lo que pasa de grillas en la UAEH y mandarlo a la batalla sin armas, en una decisión que lo humilla y lo coloca donde se dice que está: como empleado de Sosa.
En el mismo sentido de defensor de los estudiantes en los actos de Morena está Ricardo Baptista, pero él es a pleno sol un empleado del patrón de la universidad que le paga sus lealtades con una candidatura en el distrito XIV con cabecera en Tula, pese a las protestas de los verdaderos morenistas que recurrieron a todo para no dejarlo pasar por arribista.
Así que lo que diga el señor Baptista con todo el respeto que se merece, no vale la pena porque no le queda de otra que santificar lo que diga y haga su patrón, que le dio una candidatura cuando los ciudadanos del distrito lo rechazan de mil maneras.
Ahora que Morena no tenga un auténtico Presidente, como es el caso de Zenteno, no le debe afectar mucho, porque el partido como tal no existe, porque la realidad es que se ha convertido en una empresa más de Sosa Castelán.
Pero exhibirlo como lo hicieron convirtiéndolo en un empleado para defender lo que no se puede defender…no se vale.
Un poco de respeto …
Es lo menos que se merece don Abraham.
