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UN INFIERNO BONITO

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ASALTAN A DOS COMERCIANTES.

Los ladrones ya tenían cayo, buscaban la fórmula para robar, para que las presas, fuesen fáciles, los cacomixtles usaban pistolas y cuchillos, e iban con todo, ya tienen medida a la víctima, sabían a qué hora pasaba por el lugar, y  lo que llevaban, pero vamos a la nota informativa, sino van a pensar los lectores, que los delincuentes están de acuerdo con los uniformados, y vayan a caer en un pecado mortal, y cuando se mueran se vayan al infierno.

 

A uno de los comerciantes, se loenchipoclaron con todo y su chofer, no le dieron tiempo de montar en su caballo, fueron víctimas fáciles, casi chillan, cuando los asaltantes les dijeron que los iban a matar, les robaron una camioneta, cientos de kilos de queso y los dejaron sin celulares.

Los canijos asaltantes, hicieron de las suyas, en la carretera México- Tuxpan, en Tulancingo, en la colonia Vicente Guerrero. Muy tristes y sin ilusiones, los robados, acudieron en forma por separada a denunciar lo que les pasó y exigir justicia..

El primero que se tiró al ruedo fue José Escamilla, vecino de la colonia Agustín Olvera, dijo que  es dueño de una camioneta Chrysler cabina y media placas de circulación HH-95347 donde se trasportan productos de leche.

Aproximadamente como a las 4 de la mañana, se dirigía a la ciudad de México, el dueño del negocio con su chofer Víctor Velasco, sobre la carretera México- Tuxpan, a la altura de Singuilucan, notaron que un automóvil iba tras ellos, de momento les echaron unas torretas  para que se pararan, pensaron que eran federales, porque ellos las usan en carretera.

Se detuvieron, y un  sujeto se acercó caminado muy madre, con una pistola en la mano,  se puso del lado de chofer, sin decir palabra, disparo al vidrio, que si no se agacha el conductor le pasa lo que al perico.

Otros dos sujetos, bajaron al chofer a punta de cachazos,  su cabeza sonaba a bote viejo. La misma suerte corrió José, quien le dieron  patadas por las nalgas para que caminara más rápido. Los subieron a un vehículo que llevaban los asaltantes, pero no supieron  que marca era.

Los acostaron en el piso del coche y se escuchó el arrancón de su camioneta, se dieron cuenta que iban en una carretera de terracería, porque botaban como pelotas.  Así circularon unos 30 minutos, uno de los ladrones, les preguntó qué trasportaban, le contestó el dueño que queso de Oaxaca, con un cargamento de unos 80 mil pesos.

Pararon la unidad, los amarraron, les quitaron sus celulares y lo que tenían de valor y los taparon con una cobija y los dejaron en el cerro, por eso no vieron las características de los delincuentes. Se llevaron la camioneta, con todo y mercancía y sus carteras, dijeron las víctimas

Caminando como pudieron, llegaron a una caseta de ciudad Sahagún, donde les prestaron un teléfono para que avisaran a sus familiares, y luego se trasladaron a Tulancingo a poner su denuncia. Pidieron a las autoridades, que pongan a sus uniformados, al tiro, para que recorran las carreteras,  porque en todo el camino no encontraron una.

Por otra parte Erika Pérez de 23 años de edad, fue víctima de Alibaba y sus 40 ladrones, todo indica que la estaban vigilando, en la madrugada, cuando salió de su casa a laborar, explicó que  con su papá. Jorge Parea e Israel Hernández, abordaron un taxi, con el propósito de ir a la Central de Abastos a comprar mercancía, cuando circulaba por las calles de Durango y Jesús García  en la colonia Vicente Guerrero los interceptaron  unos bandidos a bordo de unas camionetas Windstar y la otra dijo sólo sabe que era blanca.

Los ladrones se bajaron de la primara unidad, y con pistola en mano se dirigieron a ella para exigirle el dinero que pensaron que llevaba en la bolsa cangurera. El comerciante amenazado de muerte se las entregó y los cacos emprendieron la huida con el botín amparados por la oscuridad de la noche,

La señora comentó que dentro de la bolsa sólo llevaba dos celulares y algunos documentos, se la pelaron los ladrones, porque ella llevaba más de 25 mil pesos pero en la bolsa del pantalón y por eso evitó que la robaran. Al mismo tiempo pide que metan más policías, porque hay muy pocos, hace unos años el gobernador donó 10 patrullas, pero las tienen guardadas, porque no hay choferes ni policías, Tulancingo, Hidalgo, esta jodido de todo a todo lo que tiene de sobra son ladrones.

 

LOS UNIFORMADOS CAPTURAN AL LLANERO SOLITARIO.

Después de varias investigaciones, localizaron en la región Tepehua, los elementos de la Coordinación de Investigación (grupo) Tenango de Doria, lo cacharon montado en su caballo y portaba en la cintura una pistola, tenían miedo de agarrarlo, porque sabían que era un famoso jinete, que cabalga las montañas.

Fue en la comunidad de “El Veinte” perteneciente al municipio de San Bartolo Tutotepec, donde se jugaron el cuero, y lo atraparon, los agentes investigadores, se dieron cuenta que no era el Llanero Solitario, sino un mono que se llama Efrén Pérez Soto, que es acusado de abigeato, que le robó borregos a Gregorio San Agustín Tolentino, los cuales iban ser vendidos a buen precio a un partido político. Contaron los Judíos, que les habían dado un tip, que en la calle principal, vivía el roba borregos, tocaron la puerta, mientras que otros estaban escondidos, y tenían un Franco tirador listo para soltar el balazo. Salió una señora greñuda, preguntándoles que Pez, le dijeron que si ahí vivía Efrén Pérez Soto, les dijo que si pero no se encontraba.

Los agentes hicieron guardia, cuando de pronto vieron que por la lejana montaña iba cabalgando un jinete, lo esperaron a que llegara, antes de que se bajara del caballo, le apuntaron, luego lo tumbaron y le quitaron una fusca, que llevaba en la cintura, y lo jalaron de las greñas, sin darle tiempo de volver a montar a su caballo.

La pistola, que le quitaron fue una “Colt”  38 súper,  gris, con cachas de plástico, revisaron las balas a ver sino eran de plata, pero eran de plomo, se dieron cuenta que lo buscaban, y se lo llevaron a madrazos, al caballo lo dejaron porque no cabía en el coche, y lo pusieron ante el ministerio público, de la Federación.

 

ENCUENTRAN A UNA MUJER MUERTA.

Estaba dentro de un jagüey, pensaba que estaba nadando de a muertito. Esta como desconocida, los investigadores andan tras los asesinos, y si no los encuentran es que se cayó solita dentro del agua.

El cuerpo sin vida de una mujer, fue hallada en un jagüey, ubicada en el cerro de Zacatepec , debido a que no llevaba ninguna identificación está como desconocida, el ministerio público fue llamado por la policía municipal.

Los agentes investigadores y el personal de la Atención Temprana, se trasladaron el jueves al lugar donde ya había muchas patrullas, y varios uniformados, de babosos, porque no hacían nada por sacarla, hasta que llegara el patrón, con sus escoltas. En un jagüey  mide 10 metros de ancho por 20 de largo, y aproximadamente dos metros de profundidad, estaba la persona que les digo.

La característica de la mujer de uno metro con 50 centímetros complexión media, tez morena cabello largo y lacio, frete amplia cejas depiladas, nariz chata, boca grande y labios semigruesos. Vestía chamarra color negro blusa e n tonos azul, y amarillo, pantalón  oscuro zapato tipo tenis, y no portaba ninguna identificación, fue mandada a los médicos legistas, para que hicieran la necropsia de ley, con  el fin de conocer la causa de su muerte, por lo mientras esperan a los familiares que lleguen a reclamar el cadáver, los agentes de la coordinación de seguridad, dijeron que esperan que les den el informe de su muerte, porque luego andan sudando la gota gorda, buscando al asesino y resulta que se cayó al agua .

 

EL ABONERO LO QUIERE EMBARGAR.

Sabas Hernández Pérez, desde que lo liquidaron de la mina, le ha ido como en feria, quedo más endrogado que una secretaria, de gobierno, no encuentra trabajo, porque lo único que sabe hacer, son faenas de mina, como  empujar carros y levantar carga a pala y tomar mucho pulque.

El dueño de la vecindad de la calle de Ocampo, cada que le vas a cobrar le sale con lo mismo que ya va a trabajar  en  la empresa minera.

Pero el dueño no le cree, esta punto de lanzarlo, le va a sacar su pulguero a la calle y se va a cobrar a lo chino, las años que debe de renta, se tiene que salir  con todo y vieja,  porque no le paga. Sabas, anda navegando con bandera de pirata, no encuentra trabajo fijo, El que lo trae loco es el abonero de un refrigerador, que saco en Elektra, y se le esconde por semanas.

Su vieja hace todo lo posible por sacar a ese buey de la barranca, organiza tandas, lava y  plancha ajena. Todas sus pertenencias están en el empeño, ya nada más les queda el colchón porque han vendido la base.

Sabas se siente un verdadero hombre sin suerte, por las desgracias que le pasan, trabajó en la presidencia, como barrendero con su carrito y lo corrieron por chocar con uno de verdad, para escondérseles a los aboneros, se metió de enterrador en el Panteón Municipal,  pero se le pegó un muerto y ya se andaba llevando a su vieja, tuvo que buscar a un  espiritista para que le hiciera limpias y lo regresara al panteón.

Trabajó de chalán, con el maestro Jacinto y se cayó del andamio, cuando fue al cerro a buscar unos nopales para que los hicieran en chilito, lo mordió un puerco y para acabarla de amolar, se enfermó su niño recién nacido, no sabíaqué hacer y un día llego muy enojado uno de los aboneros y le dijo a su vieja: “Dígale a su señor que si mañana no me paga, lo voy a mandar a embargar” La señora, muy triste le dijo: “Ay señor, a mi viejo se le puso la cosa dura, y  yo con mi chiquito malo, pónganse en mi lugar” El abonero lo tomó como albur y le contesto “mejor regreso otro día”.

 

ASALTABA A QUIEN PASABA.

Martín Bautista Hernández, de 35 años de edad, con domicilio en la calle 21 de Marzo de la colonia Cuauhtémoc, es un asaltante de profesión, ex convicto y cliente del CERESO. Los vecinos cada que lo ven cierran sus changarros, se previenen con un palo, mientras otros le mientan la madre por Ratón.

Roberto Hernández, fue a buscar a un compañero de trabajo, que le debe una lana, arriba de la escuela Pedro María  Anaya. Le pagaron su lana, y muy contento caminó  por la calle de Sostenes Rocha. Se quedó de baboso a ver un grupo de perros que estaban en la esquina.

Cuando de momento sintió un madrazo en la quijada, que lo hizo rodar al suelo, esto espantó a los perros, luego le dieron una patada en la panza, que le sacó el aire, se revolcaba de dolor.

El hombre desconocido lo levantó de las greñas, le puso  el brazo en el cuello, apachurrándole el gañote. Le metió la mano a la bolsa y le saco 2 mil pesos que le habían pagado. Luego le dio un aventó, cayó de  mollera, dio la maroma, El ladrón se echó a correr rumbo al Cinturón de Seguridad, mientras que  Roberto, se quedó sentado, sobándose la cabeza,  le salía sangre de la nariz. Para su suerte paso por ahí, una camioneta de la policía llamada Fuerza de Tarea.

Una señora,  les dijo que habían robado y golpeado a ese pobre hombre, que el ladrón se echó a correr hacia  arriba. Los policías  corrieron  y lo alcanzaron a una cuadra antes del Cinturón de Seguridad.  Lo bajaron para que Roberto,  lo reconociera, al verlo dijo que si, que le devolviera su lana. Los llevaron a la Policía Municipal,  Martín, resultó un pájaro de cuenta,  tenía varios ingresos al CERESO y  dos horas de haber salido de la cárcel. Lo volvieron a meter  Roberto,  le preguntó al ministerio público: ¿y los madrazos, que me dio, qué?

 

SE LE ACABO SU MINITA DE ORO.

Se dedicaba a darles matanga dijo la changa con sus celulares, este hombre es vecino de la Surtidora, seguía a su presa y cuando la miraba que estaba hablando por celular, se lo arrebataba, y se echaba a correr. Operaba en el centro de Pachuca. Fue capturado por la policía municipal que andan en bicicletas.

Un muchacha que hablaba con su chancludo, fue la víctima, el ladrón  le  jaló el celular por poco le arrancala oreja, ella gritó a todo pulmón, pidiendo auxilio, corriendo tras el ladrón, por la misma calle que sale a Morelos, lo seguía con la lengua de fuera.

Un ciudadano se le atravesó cortándole el paso y le metió la pata, el ratero se tropezó y cayó rodando se levantó y al querer seguir su loca carrera, fue detenido por un par de policías, bicicleteros, uno de ellos le torció la mano hacia tras y el otro le dio una cachetada,  y le dijo que le entregara su teléfono a la señorita.

Como no le hizo caso uso su fuerza bruta, lo agarró del gañote lo puso en la pared, le metió la mano a la bolsa y le sacó el celular, la mujer lo reconoció y al ladrón se lo llevaron ante el ministerio público, donde dijo que se dedicaba a robar celulares, lo metieron a la galera y no saldrá hasta que resuelva su situación jurídica.