¿AMLO ESTARA ENTERADO DEL ACARREO UNIVERSITARIO?.- Quiero pensar que no, que Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de Morena, no fue informado que el Patronato Universitario ordenó acarrear estudiantes a sus eventos en Tula. Quiero pensar que de saberlo, habría condenado esa acción. Así lo quiero pensar. También que lo anterior pondría al descubierto al que se hizo su aliado de la noche a la mañana, y que en una de esas lo desconocía públicamente. Pero eso quiero pensar. La realidad es que el acarreo descarado de alumnos y maestros está a la orden del día. Una afrenta contra los principios básicos del ser universitario. Y lo mismos dijimos cuando lo hacía a favor de candidatos priístas.
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QUE ALGUIEN ASESORE AL POBRE FORTUNATO.- Por el amor de Dios, que alguien aconseje al pobre candidato a diputado federal de Morena por Huejutla, Fortuna Rivera, que le dio por hacer campaña al interior de unas escuelas primarias. Y lo crea usted o no, eso da motivo para que le anulen su candidatura. ¿Pero quién jijos asesora a este pobre cristiano? Hasta el más lego en materia electoral sabe que es una de las acciones más penadas. De tal modo que el buen Fortunato podría quedarse sin candidatura nomás por ignorante.
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SAYONARA VARGAS.- La candidata tricolor a diputada federal por Huejutla, hace una buena campaña pero con traiciones al por mayor por parte de las familias pudientes de la región. La serie de acciones que han cometida en su contra, de plano ya hasta se han hecho costumbre. Todos juegan por sus propios intereses, y como los dueños de Huejutla son los de siempre, que no aceptan les pongan candidatos que no hayan palomeado, luego entonces ya se sabe de donde vienen las puñaladas traperas. Sayonara ni suda ni se acongoja. Va bien.
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LAS DESILUSIONES.- Hace mucho, en el sexenio de Adolfo Lugo, el doctor Nicolás Licona Spínola, titular de Salud, logró proyectar una imagen de honestidad absoluta y conciencia plena de su labor. A todos, a casi todos convenció, y se le tenía en mucha estima por esa razón. Pero un buen día cayó la máscara y para desilusión de una gran cantidad de personas, se descubrió su afición a la corrupción. Fue una gran desilusión, porque la estima que se le tenía era real. Hoy, luego del primer debate de aspirantes al Senado de la República, muchos se preguntan si el candidato de Morena, Julio Menchaca Salazar, demandará por difamación a Alejandro González Murillo, quien lo acusó de despacharse con 300 concesiones de taxis al final del sexenio Nuñista. Por lo mientras en el debate no supo qué contestar, o no quiso hacerlo. Ojalá, y es un deseo, no resulte una desilusión como la del doctor Licona, y que aclare con todas las de la ley si es o no propietario de semejante cantidad de concesiones.
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