CINE DE HOY
La segunda parte del espléndido documental Irak año cero: Después de la batalla de Abbas Fahdel que se exhibe en la Cineteca Nacional, se inicia quince días después de la invasión norteamericana a ese país en el 2003.
El realizador y sus familiares salen a las calles, para encontrar edificios destruídos y retenes militares por todas partes.
Aunque tratan de rehacer su vida normal, se encuentran con múltiples dificultades.
Los soldados ocupan hasta las universidades, a donde van los sobrinos de Fahdel.
Los niños se quejan del trato de los norteamericanos y aunque la mayoría de los iraquíes repudiaban a Saddam Hussein, afirman que con los estadounidenses la cosa empeoró, pues se ha desatado el robo y la violencia.
Otros se quejan de que sus hogares fueron destruídos y que deben vivir en condiciones infrahumanas, sin que nadie los ayude. Resaltan que sus casas se encontraban en zonas civiles, sin que hubiera ninguna justificación para bombardearlas.
Poco a poco vamos conociendo a víctimas de los ataques bajo la conducción de Haidar, un niño de 10 años, que cuestiona incluso a los pocos simpatizantes de Saddam que quedan.
Se muestra asimismo la peligrosa situación para las mujeres, que no pueden salir a las calles, ante el temor de robos y secuestros, y los constantes tiroteos.
Y es que ante el crecimiento de la violencia, todos los iraquíes han comprado armas para defenderse.
Con un toque neorrealista Fahdel nos muestra el rostro desconocido de los civiles iraquíes, de esas víctimas inocentes de la guerra, a los familiares muertos a los que dedicó el filme, que se tardó tanto en acabar, por ese mismo respeto.
