Contra el terrorismo “un buen tipo con una pistola”: Trump

    •    Trump mueve ficha sobre las armas


Pocos políticos pueden presumir de juntar a 10.000 personas en una comparecencia anunciada con 48 horas de antelación. Uno de ellos es Donald Trump. El presidente de Estados Unidos llenó hasta la bandera el auditorio del Centro de Convenciones Kay Baley Hutchinson, en la ciudad de Dallas, en Texas, donde ayer arrancó la Asamblea Anual de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), un grupo que sólo cuenta con cuatro millones de miembros en un país en el que 70 millones de personas tienen armas de fuego y la población total ronda los 325 millones, pero que marca la pauta de la política en la primera potencia mundial.
Trump, que iba acompañado del vicepresidente, se dirigió, literalmente, a sus fieles. La cola para verlo en persona había empezado a formarse a las 9 de la mañana. La lista para registrarse para el evento se había cerrado más de 24 horas antes porque no cabía más público. El presidente estadounidense habló a su ejército. Porque no hay nada que refleje mejor el electorado de Trump que la NRA: blancos, cristianos evangélicos -como Trump, y como los miembros de la Universidad Liberty, cuyo ‘stand’ ocupaba un lugar prominente cerca de las ametralladoras-, de nivel educativo y de ingresos bajos, y pobladores de zonas rurales.
El presidente afirmó que la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho a portar armas, “nunca estará bajo asedio” mientras él sea presidente, a la vez que alabó a la NRA como “verdaderos patriotas”. El mandatario agradeció “a los verdaderos patriotas estadounidenses de la NRA que defienden nuestros derechos, nuestra libertad, y nuestra gran bandera de Estados Unidos”.

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