Los últimos coletazos son los más peligrosos

CONCIENCIA CIUDADANA

    Lejos de frenar la voracidad de sus patrocinadores y socios de la iniciativa privada, Peña y su partido (PRI) apoyado de sus partidos satélites Nueva Alianza y Verde Ecologista Mexicano (que no es ni verde, ni ecologista ni mexicano); están intentando que el Congreso de la Unión, (donde aún son mayoría), se apresure a convertir en leyes los proyectos del Ejecutivo con la indicación de que sean aprobados de manera inmediata.

Tal parece que el grupo de poder encabezado por Enrique Peña Nieto, se ha propuesto concluir por las buenas o por las malas las reformas estructurales que en los hechos han demostrado ser verdaderos atracos a la nación y a la sociedad entera antes de entregar el poder que, según la mayoría de las encuestas y opiniones de los expertos, perderán en los próximas elecciones presidenciales.
    Lejos de frenar la voracidad de sus patrocinadores y socios de la iniciativa privada, Peña y su partido (PRI) apoyado de sus partidos satélites Nueva Alianza y Verde Ecologista Mexicano (que no es ni verde, ni ecologista ni mexicano); están intentando que el Congreso de la Unión, (donde aún son mayoría), se apresure a convertir en leyes los proyectos del Ejecutivo con la indicación de que sean aprobados de manera inmediata.
    El fervor legislativo del presidente tiene una causa: de llegar a la presidencia Andrés Manuel López Obrador -el candidato más favorecido por la opinión ciudadana hasta el momento-; cambiarían las condiciones políticas y legislativas para continuar aprobando leyes antisociales; pues es de todos conocido y esperado que en llegando el candidato de MORENA  a la presidencia, se inicie un proceso de reversión de tal política y más aún, el de procedimientos en su contra por parte de la sociedad civil, que podrían frenar la vigencia de dichas leyes o modificarlas drásticamente.
    Sin embargo no es tan fácil que esto suceda, pues los procesos de modificación constitucional no suelen ser tan rápidos, sobre todo si las elecciones permiten que en la configuración del próximo congreso de la unión -elegido a la par que el ejecutivo federal-; las fuerzas priístas logren frenar la mayoría de MORENA y sus aliados de manera tal que les sea imposible echar para abajo sus cambios legislativos que, por ser de carácter constitucional, requerirían de al menos dos tercios de los legisladores para hacerlo; amén de la ratificación  de las legislaturas estatales  necesaria  para validar cualquier cambio.  De esa manera, tanto los priístas redomados, como las fuerzas económicas y políticas beneficiadas con ellas tratarían de impedir que las reformas privatizadoras se echaran abajo.  
    Conociendo esto, el gobierno peñista, sin importarle ya su descrédito frente a la ciudadanía, ha enviado en los últimos meses verdaderos atracos a la sociedad, comenzando por asegurarse el control de las elecciones mediante una ley de seguridad interior que criminaliza hasta las manifestaciones políticas, que a juicio de las autoridades constituya un peligro para el orden público y que permite, además, que el ejecutivo (todavía en manos de Peña) pueda utilizar a las fuerzas armadas ante cualquier eventualidad  que considere peligrosa para la paz pública, sin necesidad de contar con la autorización del congreso ni de las autoridades estatales.  
    Otro caso de esas perversiones del poder es el intento de  eliminar la Comisión Nacional de Búsqueda  de Personas  (CNBP)  como un órgano independiente para la búsqueda de desaparecidos durante la guerra sucia de los dos últimos gobiernos (Calderón y Peña Nieto), mediante el cual los familiares de las víctimas pudieron obtener al menos una relativa atención de las autoridades, para continuar con la búsqueda de sus parientes en las miles de fosas comunes que ellos mismos  han ido descubriendo a lo largo y ancho de todo el país,  dando cuenta del tamaño del genocidio cometido supuestamente por el crimen organizado, pero sospechosamente ocultado por las propias autoridades de todos los niveles, que en lugar de ayudar se han dedicado a estorbar sistemáticamente las pesquisas de los particulares.  
Como si quisiera terminar con la poca credibilidad que le queda, la secretaría de gobernación acordó que dicha comisión se integre a la comisión de seguridad, la cual, lejos de investigar la suerte de los desaparecidos, opera bajo la lógica de las amenazas contra la integridad del estado, y no desde el punto de vista del derecho que todo ser humano tiene de ser reconocido como desaparecido o eliminado en el contexto de una guerra interna no declarada.
Pero la más reciente enmienda constitucional, aún en proceso, parece sacada de una película de pesadilla; pues rebasa los delirios autoritarios y crematísticos del dictador Antonio López de Santa Anna, quien en su momento llegó a imponer cargas fiscales a las ventanas de los edificios privados, algunos de los cuales sobreviven hasta nuestros días con las ventanas tapiadas a cal y canto como prueba de tal absurdo.
Para no quedarse atrás con ese personaje, el ejecutivo actual ha accionado al aparato legislativo a su disposición con el propósito de aprobar la Ley de la Biodiversidad, que permitirá que la propiedad pública y ancestral de plantas nativas de la nación sea motivo de apropiación privada mediante su registro como patente comercial.
No es ajeno el interés de las grandes empresas nacionales en este proyecto, pues la senadora priista Ninfa Salinas (por paradójico que su nombre sea el de las divinidades que resguardaban los bosques como lugares sagrados y no como objeto de lucro); hija del empresario Ricardo Salinas Pliego,  es quien se encarga desde hace tiempo promover en el Congreso este atentado a la naturaleza y las culturas ancestrales del país, cuyos habitantes se verán despojados de uso libre de yerbas medicinales y alimentos que, de ser aprobada la ley, solo podrían cultivar o consumir adquiriendo una presentación de patente con el consiguiente costo comercial de bienes, que hasta ahora solo han requerido de dar gracias a la naturaleza por  ponerlos a nuestra  disposición.
Es urgente que la Conciencia Ciudadana frene esta embestida no solo contra los recursos y derechos nacionales y de la sociedad mexicana, sino hasta contra la naturaleza misma, que se está dando en estos momentos directamente por el encargado del ejecutivo y las fuerzas políticas que servilmente siguen sus indicaciones.
Y RECUERDE QUE VIVOS SE LOS LLEVARON Y VIVOS LOS QUEREMOS CON NOSOTROS.  
 

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