Home General En Cubitos, fue bajado de la cruz y cubierto con una sábana blanca

En Cubitos, fue bajado de la cruz y cubierto con una sábana blanca

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Sin percances mayores, se realizó la 48 representación del “Víacrucis” en la colonia de Cubitos en la capital hidalguense. Entre un cúmulo de puestos colocados alrededor de los puntos de salida y llegada de la cruz, vendedores ambulantes y una brigada ciudadana especial de recolección de basura, la actuación comenzó alrededor de las 12 horas, con las escenas de presentación de Jesús ante Poncio Pilatos y Herodes, luego los azotes, la coronación con espinas y el lavado de manos de Pilatos, para dar paso al recorrido rumbo al “Gólgota” de Cubitos.

Como en otros años, la poca comprensión de los niños sobre la representación de la pasión y muerte de Jesucristo, principal ícono religioso del catolicísimo, hizo que se asustaran, algunos más lloraran, y otros que ya han sido testigos de la representación, vean los azotes con indiferencia. Sin embargo también hay niños que participan dentro del viacrucis, con la intención de que se involucren y sean ellos, los que en un futuro no muy lejano, continúen con la tradición.

Con el canto de “Perdona a tu pueblo señor”, el contingente avanza, entre personas que aprovechan para sacar fotografías y videos, entre vecinos que desde sus azoteas han agarrado un buen lugar, para ver una pequeña parte del Viacrucis, y no faltan los algodoneros y vendedores de productos de hielo que durante todo el camino  buscan clientes que impacientes y bajo los intensos rayos del sol, esperan el paso de Jesús.

No falta el algodonero que en un descuido deja escapar parte del algodón de azúcar que preparar en su máquina y los niños que al percatarse pelean por tomar un poco de este, mientras una cuadra arriba el Nazareno se encuentra con su madre, la Virgen María.

Los látigos no dejan de golpear la espalda del actor que sumido en el papel, avanza, con el único propósito de llegar, dos horas después de haber iniciado la representación, a la cima del cerro, en donde tras pronunciar la siete palabras, habrá de morir, en el simbolismo católico “por el perdón de los pecados”.

Y así se cumple una vez más, el Jesús llega al monte Calvario de  Cubitos en Pachuca, ahí es crucificado y tras morir, es bajado para cargarlo en una sábana blanca, y hacerlo pasar entre paredes de color, del macro mural, en tanto del otro lado del cerro, la gente hace sus compras y disfruta de lo que pareciera un tianguis en pleno Viernes Santo, un lugar dónde hay garnachas, comida rápida, filetes de pescado, cocteles de fruta, agua de sabor y muchos otros antojitos para comer, o incluso objetos para el hogar o de belleza para las mujeres.