Un Infierno Bonito

LA PROVIDENCIA ERA TIERRA DE NADIE
Los colonos vivían con terror. Cuando comenzaba a oscurecer, andaban con el Jesús en la boca, volteando de un lado a otro, no les fuera a llegar el madrazo para asaltarlos.

De la noche a la mañana, la colonia La Providencia ha cambiado, no sólo la imagen, de cuando inició. Los resultados saltan a la vista.
Cesaron los robos a casa habitación, de vehículos, de autopartes, atracos a transeúntes. Los delincuentes que eran descubiertos se mamaban una golpizas de perro,  dejándolos medio muertos a patín y a madrazos.
Joel, Lilia, Martín, Petra, Cristina, Ernesto y otros integran el comité vecinal que surgió el 19 de enero del año pasado, con la esperanza de recuperar los espacios públicos y la tranquilidad de las calles a todas horas. A la única que dejaban pasar era a La Llorona, y eso porque andaba buscando a sus chavos.
En la calle Santa María Cristina nació este movimiento vecinal; sin presumir que era el mural más grande del mundo, unas casas pintadas de varios colores, sin mencionar los parquímetros, que ahora se les llama las múcuras porque Nabor Rojas no puede con ellos; y la basura, que dentro de poco no habrá lugar donde ponerla, sin olvidar los baches.
El grupo no tiene colores partidistas, ni tampoco religión. Fue creciendo poco a poco, y alcanzó las calles de 22 manzanas, donde los vecinos limpiaron arroyos,  aceras,  los baldíos y canchas deportivas, que ya quisiera tener el centro histórico, que parece basurero, y todavía se les ocurre poner con letras grandes “PACHUCA”; no se han dado cuenta que aparte de que se ve mal, estorba.
Los vecinos de La Providencia aclaran que se les han pegado las autoridades municipales, temerosas de entrar a esa colonia y que les dieran en la madre.
Aclaran que hubo algunos que querían rajarse, no le querían entrar al toro, hasta que se les prendió el foco,   pusieron el aviso de “El vecino vigilante”. Por tanto borracho que existía, cerraron cantinas y bares, demostrando al Ayuntamiento que sí se puede.
Las reuniones vecinales las hacen los domingos, a las que también se unieron Ramón, Camila, Yolanda, Rosa María y muchas otras personas que tienen ganas de trabajar y no le tienen miedo al diablo; recorren calles y manzanas para ahuyentar a la gente violenta.
Invitaron a medios periodísticos para que en las demás colonias se den un quemón. Que vean qué están haciendo. En cuanto a las lonas donde advierten a los ladrones que no arriesguen su pellejo, porque si los agarran los desmadran, las han retirado porque ya no hay necesidad.
Los reporteros del Diario Plaza Juárez se dieron una vueltecita al municipio de La Reforma y encontraron un negocio llamado “Centro de Belleza Listas y Bellas”; se encuentra ubicado en la plaza CC, local 3, frente a Seguridad Pública, al mando de la señora Sonia López, y en toda La Provincia las mujeres andan muy bien peinadas y se ven bellas.
Qué comparación con Pachuca, con todas las calles del centro histórico llenas de basura, con muchos baches y su estorbo, los parquímetros.
LE QUEDARON GRANDES LOS ZAPATOS
La señora, al caminar por el centro de Pachuca, se dio cuenta que su hijo Daniel, de 6 años, andaba haciendo tierra. Sus zapatos estaban agujereados de la suela y abiertos de la punta, como hocico de cocodrilo.
Se metieron a una zapatería de la calle Hidalgo; estaban mirando los zapatos del aparador. Una de las empleadas la atendió muy amable, señalándole unos zapatos; que eran el último grito de la moda y que le convenía cómpralos porque estaban a mitad de precio, y además era de piel de becerra virgen.
La empleada convenció a la señora y se sentaron; ella misma se los midió, lo paró y vio en el espejo, que le quedaban al mero centavo. Al niño le gustaron. Fue a la caja, los pagó y el chamaco se los llevo muy contento, debajo del brazo.
Anduvieron haciendo compras y cuando llegaron a su casa, en la colonia Morelos, Daniel quiso medírselos antes de dormir; al sacarlos le quedaron grandes. Se parecía al Tribilín. Él calza del 20 y le habían dado del número 25.
Como ya era noche, le dijo la señora que al día siguiente los iban a cambiar, que no había pez, pues ella tenía la nota, le habían costado 300 pesos.
Llegaron el lunes, antes de que abrieran la zapatería, y buscaron a la señorita que se los vendió y le explicaron su problema. Ella dijo que se los había dado a la medida, que pudo pasar que alguien se los llevó cambiados, porque las cajas son iguales. Los tomó y fue a la bodega y les mostró otros, pero ni a la señora ni a su cachorro les gustaron. Le dijeron que querían otros iguales a los que iban a cambiar. Les dijo la dependienta que les iba a enseñar otros estilos, les llevó unos  y no le gustaron.
La empleada estaba que bufaba, pues les había mostrado varios y no se decidían. Le dijo doña María: “Por favor, señorita, cámbiemelos, los que me llevé le quedan a mi viejo”. La empleada recogió todos los que le había sacado y atendió a otro cliente, dejándola que hablara como loca.
Al ver que no le hacían caso, llegó con la cajera y le explicó su bronca. Ésta le contestó que se los llevara porque en esa zapatería no había cambios, y que además ya estaban pisados, que no le regresaría el dinero.
Esto provocó que la señora se pusiera como el Hombre Verde. Le aventó los zapatos en la cara y le mentó la madre, la jaló de las greñas y le puso un madrazo en el hocico, que se cayó del banco, tirando la computadora y todo lo que había encima del mostrador.
Entraron las empleadas al quite. Sacaron a los clientes, bajaron la cortina y entre todas desmadraron a la mujer. El primero que salió volando fue Daniel, y después su jefa, que rodando, cayó a media calle, que por poco la machuca un coche.
Fue al Ministerio Público a poner su demanda. No sabe cómo se llaman las que la madrearon. Y de pilón, los zapatos no se los entregaron. Pide que las metan al bote por montoneras, y que le devuelva el calzado para que al menos lo use su marido.

SALIÓ Y LE ROBARON HASTA LOS CALZONES
Los ladrones se metieron a su casa mientras salió de vacaciones en la Semana Mayor; sucedió en el fraccionamiento Bosques del Peñar.
Rafael Islas le contó al Ministerio Público que desde el  lunes pasado, por la madrugada, antes de que cantara el gallo, salió en compañía de toda su familia; abandonaron su casa, en la calle Bosques de Caoba, para ir a divertirse.
Se fueron al estado de Morelos. Antes de partir, comentó Rafael, que dejó todo perfectamente cerrado; revisó las ventanas, a modo de que quedaran como la puerta negra, y para estar más seguro, puso doble chapa en la entrada principal. Su hogar estaba más seguro que la Casa Blanca. Se fueron a reventar cuatro días, a pasársela de pelos.
Pero a Rafa se le olvidó su cámara y cuando regresaron por poco dan el changazo. Encontraron las dos puertas de la vivienda abiertas. Al meterse, se dio cuenta que se habían llevado una pantalla de 26 pulgadas, que tenía en la pared de la sala, al igual que un minicomponente y el DVD.
Mientras que de su cuarto se llevaron una pantalla de plasma, de 32 pulgadas, una videocasetera y 7 mil varos en efectivo, que guardaba en su cochinito.
Una de sus hijas le informo que de su recámara se llevaron su reloj marca Dyny y su teléfono inalámbrico.  Calculó lo robado en 50 mil pesos. Pide a las autoridades que agarren a los ladrones, que eso no es justo. No se pueden salir a divertir pues, cuando regresan, encuentran su casa vacía. Les dijo que hagan una investigación y den pronto con los ladrones, antes de que vendan sus cosas.

DIERON UNA SANTA MADRIZA A SUS VECINOS
Esto sucedió en el Pueblo Mágico de Real del Monte. El agraviado no sabe por qué le pegaron, sólo dice que fueron dos de sus vecinos, y lo mandaron al Hospital General de Pachuca, totalmente desmadrado.
Luciano, de 41 años, relató a las autoridades la forma en que lo madrearon sus vecinos Noé y Cándido. Por la mañana, pasó por la calle Santa María del Carmen, para entrar a su trabajo.
Al salir, por la tarde, iba por el mismo rumbo cuando escuchó a sus espaldas que le gritaban que se parara; no hizo caso, por el contrario, apuró el paso. De momento sintió un fuerte madrazo a medio lomo, que lo hizo que se fuera de cuernos al suelo, y ahí lo atacaron sin darle oportunidad de defenderse.
Trató de incorporarse y vio a su agresor, que era Noé y su tío Cándido, que estaban borrachos y parece que les daban cuerda a los güeyes, porque lo surtían a golpes donde le cayeran y patadas, que su espalda sonaba como tambora.
Luciano trató de taparse la cabeza con las manos, lo mismo que la cara, pero uno de los dos se las quitaba mientras el otro le pegaba con el puño cerrado.
De la madriza que le dieron, perdió el conocimiento. Cuando despertó, era porque un perro le lamía la cara. Se levantó y se dio cuenta que le habían robado su cartera y su teléfono celular,  así como su reloj Rado.
Solicitó a las autoridades, que investiguen y agarren a sus agresores, para que le devuelvas sus cosas y le paguen las curaciones, pues quedó como el Monstruo de la Laguna Negra.

EL SACERDOTE SE QUEDA
En Tlahuelilpan, los feligreses están muy contentos porque se salieron con la suya, desobedeciendo la orden del obispo de Tula de Allende, que había mandado que el cura Víctor Manuel se fuera, pero lo tiraron de a loco y éste se quedó en el pueblo. Los católicos que lo apoyaban, bailando, gritaban: “Sí pudo, sí se pudo”. Bailaban moviendo las manos y la cola como cuando el Pachuca mete un gol.
Cuando a todos los que le gusta el chisme se enteraron que el obispo anunció que el padre del Nuevo Templo de San Francisco de Asís tenía que juntar todas sus chivas e irse a predicar en otro rumbo, se armó una bulla.
Los católicos, amigos del cura, que es un grupo de más de mil, hicieron durante dos horas un bloqueo en el primer cuadro de la ciudad de Tula, para darle fin al conflicto, y comprometieron al secretario de Gobernación para que le fuera a decir al obispo que diera marcha atrás de cambiar de sacerdote.
El secretario, Moctezuma, se arriesgó a que lo excomulgaran, y por el momento arregló el problema. Por un lado y por el otro, la gente se les está saliendo del huacal.
La decisión de que se quedara el religioso les cayó como patada de mula a otros rebeldes. Piensan hacer manifestaciones y cerrar carreteras para que corran al cura Víctor Manuel.
Lo que ellos quieren es que se cumplan los acuerdos que hicieron con el obispo de hacer una nueva mesa directiva, porque se estaba metiendo mano negra, y sacaran a los que están, entre ellos al sacerdote, que venía administrando mal los baños y el estacionamiento del pueblo en lugares públicos.  
Pero nos contó un pajarito que no se van a quedar con las manos cruzadas, porque tendrán un enfrentamiento. A ver de qué tigre salen más rayas, y demostrarán qué palabra es la que vale, la del obispo o la del secretario de Gobernación.

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