LE RAJARON LA MADRE EN UN BAR
Dicen que fue por defender a su vieja, pero todo pasó así tal como lo están leyendo, sin quitar ni poner. Por defender a su esposa, un borracho armó una tremenda bronca en el Bar “La Jirafa”, haciendo un verdadero desmadre en contra de los meseros y los de seguridad, les aventaron de madrazos,

tumbaron las mesas espantando a todos los parranderos que estaban chupando y tuvo que intervenir los cuicos de la Municipal. Una pareja de esposos, acudió a divertirse en el mencionado bar que se encuentra en la colonia 11 de julio, a la altura del puente, llegaron los policías demostrando lo que les han enseñado en su academia, dándoles de madrazos, macanazos y culatazos con su carabina, los subieron a la camioneta patrulla, ya estando frente al diablo mayor del Ministerio Público, fueron acusados de haberles dado en la madre a los meseros y a los agentes de seguridad, parecía la pareja atómica, la vieja conectaba ganchos y patines en los bajos. De los hechos para no hacerla de pez, dijo Fernando de 23 años, que en compañía de su mujer acudieron al bar donde se quedaron de ver con una amiga que se llama Daniela, pero nunca llegó. Sin embargo la pareja estuvo chupando y bailando en el centro de la pista toda la música que le tocaran, como a las dos de la mañana Fernando, se dio cuenta que un individuo, le agarro las nalgas a su vieja, de inmediato jalo a su mujer y le dijo al encajoso: “Quihubole cuate, por qué no se las vas agarrar a tu madre”, se dieron de aventones mentandosela, entraron al quite el personal de seguridad, uno de ellos que es el jefe de saca borrachos, a Fernando lo tomó de los brazos junto con otro de sus secuaces a manera de echarlo a la calle, pero detuvieron a su vieja para que pagara lo que se habían tomado.
Llegó un agente de la Coordinación de Investigación y sin saber nada del pleito, le dio de cachetadas a su mujer de Fernando para que se callara el hocico, porque no dejaba de mentarles la madre, le dijo que si seguía de escandalosa la iba a echar a la calle.
Por otro lado, Fernando se les escapó a los que lo llevaban y fue corriendo a decirle al encargado del bar que no era justo lo que estaban haciendo con ellos, el encargado se encogió de hombros, miró hacia arriba y le dijo que él no sabía nada, ni podía hacer nada, que ellos se lo buscaron y que se atuvieran a las consecuencias, fue cuando Fernando se convirtió en el hombre verde y junto con su mujer hicieron la pareja atómica, comenzaron a echar madrazos a lo loco en contra de los meseros y desmadrando lo que había en las mesas, vasos y botellas, los borrachos que estaban en el lugar se agacharon y algunos se salieron sin pagar, se estaba convirtiendo en una lucha a calzón quitado cuando llegó la policía. Fernando no dejaba de aventar campanazos, fue cuando varios gendarmes lo agarraron de los brazos pero les llegó su vieja por la retaguardia y les tiro de patadas, no soltaba de las greñas a los policías, llegaron refuerzos y calmaron a garrotazos a la pareja dejándolos quietos.
Fernando le dijo a los gendarmes que antes de que se lo llevaran al bote que le dieran chance de sacar su chaleco en el que traía 7 mil pesos y su teléfono Blackberry y les aventó un tope que se le vieron los calzones, un policía le dijo que allá en la barandilla con el Ministerio Público arreglaban las cosas, que se subieran a la patrulla, por eso llegó Fernando preguntándole al señor autoridad que donde estaba su teléfono y su dinero, cosa que lo molesto y los mandó a la galera por separados.

ROBARON UN OXXO
Se llevaron botanas, tarjetas, pomos y dinero. Un par de sujetos lograron la mañana del pasado domingo robar una tienda de autoservicio que se encuentra en Pachuca.
Se apoderaron de lo que quisieron para seguir la pachanga, era de mañana donde todos duermen a pierna suelta, incluyendo a los uniformados que por el frío se hacían bolita como perro, Laura M. cajera del negocio denunció los hechos ante el Ministerio Público.
Informó que antes de la siete de la mañana llegó a su centro del trabajo y a los pocos minutos, ya que estaba todo abierto se metió una vieja como de 35 años de edad, compró algunos artículos y se salió, Laura arreglaba el mostrador entraron dos tipos de cuidado de aproximadamente 25 años, vistiendo pantalones de mezclilla, sudadera y unos gorros como  condón. Le preguntaron que si estaba sola y les contesto que si, uno de ellos se pasó a la caja y en voz baja le dijo: “Se trata de un asalto, cállate el hocico si no quieres salir lastimada”,
la llevaron hasta el baño y le quitaron su celular con el fin de que no fuera a delatarlos, los ladrones se despacharon a su gusto mientras que la mujer estaba rezando que no la fueran a lastimar o aprovecharse de ella, sudaba la gota gorda pensando que tanto tiempo se había cuidado del novio para que en un momento se la echaran, tenía miedo porque los dos que llegaron estaban borrachos y se veían decididos a todo. Le rogaba a San Camilo que es el santo de los uniformados para que le mandara alguno, pero fue interrumpida cuando abrieron la puerta y entró uno de los bandidos y le dijo: “Te llegó tu hora, dame las llaves de la oficina”, temblando como gelatina se las entregó y le dijo que podía salir en 10 minutos.
Ella tomó el tiempo porque no le habían quitado el reloj y exactamente cuando fue el tiempo que le dijeron, salió muy espantada mirando para todos lados, con mucha precaución se asomo sacando la cabeza por la puerta y al ver que no había nadie, llamó a su superior y le contó cómo había estado el asalto, le pregunto que si ya habían ido a ver el robo algunos policías y le contestó que ni sus luces. Minutos después llegaron los uniformados pero de la cadena de seguridad comercial y realizaron el corte de caja, dándose cuenta que le faltaban varias tarjetas telefónicas y muchas botellas de vino, en total le calcularon el monto de 25 mil pesos y le dijeron que como es posible que en el centro de la ciudad no haya policías de la municipal o estatal, le dijeron que están descontrolados porque hace frío y luego calor, por eso se duermen a toda hora, luego los van a despertar de golpe y corren sin saber por dónde se fueron los ladrones.

SE SALVÓ POR UN PELITO DE QUE LO CAPARAN
Un sujeto abusó sexualmente de una menor que era su familiar, lo tenían rodeado los vecinos,  lo amarraron de las patas y de los brazos en un poste, uno de ellos estaba metiéndole la mano para sacar su pizarrín y caparlo cuando llegaron los tecolotes municipales de Agua Blanca y se lo llevaron a punta de madrazos. Lo que están leyendo ocurrió el domingo de la semana pasada en el ejido Milpa Verde, comentaron los uniformados que Francisco Pérez de 25 años,  era el responsable de haberse echado a la niña, su propia madre del sujeto dijo que como a las siete de la noche dio aviso a los gendarmes para que llegaran antes de que le cortaran su pirrin a su hijo, que estaban armando desmadres en su domicilio. En primer lugar dijo que su muchacho intentó abusar de la menor, pero cuando llegaron los cuicos dijeron que la había violado, eso hizo que todos los familiares de la chamaca se le fueran encima y mientras uno trataba de sacárselo, el otro ya tenía el cuchillo listo para darle moche, al ver que la cosa iba en serio aventó patadas y se les chispo huyendo hacia el cerro. Los uniformados corrieron atrás gritándole que si no se paraba le iban a dar de plomazos, no les hizo caso y lo persiguieron hasta alcanzarlo, lo pescaron de las greñas, lo subieron a la camioneta patrulla y lo pusieron a las órdenes del comandante de guardia, que al saber que era violador por las moscas no se quitaba las manos de atrás. Llamaron a un médico quien certificó que la menor había sido violada, lo llevaron al Ministerio Público de Tenango de Doria. Los familiares pidieron que le echaran cadena perpetua como castigo, ya que sus policías no dejaron que lo castraran. El representante social, ordenó que quedara recluido en una celda de mayates, para que pague con la ley del talión y le espera una larga condena en el Centro de Readaptación Social  para Adultos (Cereso) del referido Distrito Judicial.

LE ROBARON SU NISSAN DEJÁNDOLO A PATA
Bien dicen que mal comienza la semana para quien ahorcan en lunes, esta vez volvieron a pegar los ladrones de automóviles y se llevó su Nissan Tsuru de un paisano que se confió mucho y le dejo mientras fue hablar por teléfono. Dijo que quedó muy bien estacionado por unos minutos en la calle de Narciso Mendoza, en la colonia Morelos, mientras hablaba por teléfono. Al que robaron es un vecino del Pueblo Mágico de Omitían de Juárez y muy triste como queriendo chillar, dijo que el martes de esta semana fue cuando le dieron un golpe, que lo sintió muy abajo, al dejarlo a pata. Explicó que como a las seis de la mañana, viajaba en su unidad color blanco y placas de circulación VCT-8197 del estado de San Luis Potosí, como le urgía hacer una llamada, dejó su automóvil en esa arteria casi esquina con Froilán Jiménez y fue a buscar un teléfono público, como no encontró se fue hasta el Mercado Morelos, donde por fin encontró. Como unos 10 minutos estuvo hablando hasta que se le acabó la tarjeta telefónica, tomó el mismo camino para llegar a su automóvil y por poco da el mulazo al no encontrarlo, se asustó y anduvo caminando como jicote dando vueltas y volteando la cholla para todos lado, pero no encontró ni madres. No se dio por vencido sabiendo que él es un guerrero y siguió la búsqueda por las calles aledañas sin obtener resultados, perdió todas las esperanzas y como no encontró a ninguna patrulla en su camino, llegó ante el Ministerio de Seguridad Pública, donde haciendo pucheros le contó al Agente Social, que se robaron su carrito Nissan Tsuru, modelo 2006, con un valor de 50 mil pesos, pide que pongan más seguridad, porque los ladrones son capaces de robarle los calzones, sin quitarle el pantalón y juró no regresar a esta ciudad que es la cuna de los robacoches.

OTRO AL QUE TAMBIÉN LO MADREARON
Por andar de parrandero en unos minutos le robaron su coche, no lo podía creer y como estaba briago pensó que todo era un sueño, porque dicen que en Pachuca hay mucha seguridad.
Juan Cruz Calderón que en compañía de algunos amigos de trabajo, acudió a convivir un rato en una casa que se encuentra en la colonia 11 de julio, comentó que llegó muy contento a la reunión como a las 10 de la noche, a bordo de su Nissan Tsuru, modelo 2002, con placas de circulación HLZ-5325, como no había mucho lugar cerca de donde fue la pachanga, dejó estacionada su unidad a unos metros de la entrada del Retorno del Planeta, frente al hotel la Quinta, miró que no estorbara, lo cerró como la puerta negra y le puso el bastón de seguridad, cuando se alejó un poco le puso la alarma y muy seguro se fue a chupar. Juan asegura que no estaba muy confiado y se salía de la fiesta cada rato a ver si su coche estaba bien, hasta las tres de la mañana todo era normal, sin recordar a qué hora era se retiró aventándose la caminera, se llevó la sorpresa de su vida al ver que el coche ya no estaba, no lo pensó mucho y marcó al 911, llegaron los gendarmes y les platico como había estado el robo, de inmediato se juntaron varias patrullas y salieron en su busca diciéndole que lo esperaran que en unos minutos le traerían su unidad, porque hay retenes en las entradas y salidas de la ciudad. Llegó la mañana y al ver que la policía que fue a buscar a los ladrones no llegaba, fue al Ministerio Público del Hospital General, donde levantó una denuncia, muy triste dijo que le salió más caro la gorra que un sombrero, porque su unidad que se levaron tiene un valor de 50 mil chuchos.

NOTA CHIRRIS

LE AGARRÓ LAS NALGAS A UNA POLICÍA
Los uniformados de la Policía Municipal, apañaron la tarde del lunes a Guillermo Valdemar Paz Gómez, de 49 años, dijo la mujer policía que junto con otra compañera, andaban haciendo su rondín por el Parque Hidalgo de Pachuca, se encontraron con un tipo que les dijo que estaban re buenas, que de a como le salía el taco. Las mujeres policías no le hicieron caso, lo tiraron de a loco y él les siguió echando piropos groseros, una de ellas se detuvo metros adelante para contestar su teléfono celular y aprovechó Guillermo para agarrarle las nalgas con las dos manos, cerrando los ojos y diciéndole “quiero”, las mujeres policías llamaron por radio a sus compañeros y llegó una patrulla llena de gendarmes que a madrazos lo subieron a la camioneta por agarrarle la cola a su compañera. El les dijo que se equivocó que lo disculparan, que no se dio cuenta que eran policías y le dijo al comandante pistolas que él se dedicaba a contratar modelos jóvenes, que les daba mil pesos a cada una y que lo dejaran libre, pero las popochas se enojaron, le dieron sus cachetadas por atrevido y le dijeron que se lo iban a llevar al bote y cuando saliera le fuera agarrar las nalgas a su madre. El detenido se puso en un plan difícil, aventó de madrazos a los cuicos y se la mentó a las viejas por delicadas, lo tuvieron que calmar dándole de macanazos en la cholla y terminó por pedir disculpas, pero fue demasiado tarde, porque no las aceptó el agente del Ministerio Público.

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