¡Brilla con luz propia, los demás que usen escarcha!
La gente, simple y llanamente no entiende, no comprende, que en estas peripecias de la política todo tiene un costo, un sacrificio, como el doctor Mid, que tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para quitarse lo fresa y sentarse derecho, cosas que hasta antes de ser candidato no figuraban en sus prioridades. Obviamente, los resentidazos sociales nunca entenderán los esfuerzos que hacen los políticos, quienes en todo momento hacen pasar sus hazañas, suyas o robadas, como algo inaudito, demostrando que todos somos iguales, aunque algunos seamos más iguales que otros, porque hay que entender, que hasta en los firulais hay razas y en combis rutas.
Algo parecido ocurrió esta semana, cuando tres jóvenes de El Cardonal y su maestra viajaron hasta Milán Italia, donde presentaron un proyecto ambicioso, una aplicación para teléfonos inteligentes, obvio no apto para tamagochis o cacahuatitos, que funciona como traductor del español al hñañhu, hasta ahí todo bien. Todo vino a cambiar, cuando el candidato independiente a diputado federal, Hugo Sánchez Quiroz “El Húngaro” quiso hacerse el agradable, para promover la aplicación, incluyendo una terapia de orgullo indígena y lógicamente para captar la atención en este “vecindario cibernético” (frase de Carlos Marín).
Los resentidos sociales dirán, que esto es no tener progenitora, el lucrar con el esfuerzo ajeno, más tratándose de este trio de muchachos que en plena edad de la punzada, han sacrificado el “Scooby doo pa pa”, para dedicarse a estudiar, mirando el infinito y más allá, que gracias a esa dedicación han podido viajar no solo al interior del país, sino que ahora más allá del charco, representando con orgullo a quienes nacimos en estos lares del tequila y de la bebida de los dioses.
La publicación del candidato tuvo likes y corazoncitos de me encanta, que para su ego debió ser un aliciente en estas aguas de las redes sociales, aunque él diga que todo fue motivado por su orgullo de ser originario de esta tierra y que no tuvo ninguna otra intención, ay ajá. Quienes lo critican, no entienden que las personas inteligentes, trabajadoras y dedicadas, en este mundo de la jauría política son como los ladrillos, bien acomodaditos para pasar por encima de ellos y hacerse publicidad pasando sus logros como nuestros.
“Usted tiene un candidato, todo Ixmiquilpan me lo ha dicho”, me reclamó, “se lo digo de frente”, me soltó, aunado a aclarar que él trabaja todos los días y que él no “chinga” a la gente, mientras le lustraban sus botas; su equipo de prensa fotografiaba y filmaba, mercadotecnia pura, chafa, pero mercadotecnia al fin de cuentas. No hizo falta un capítulo de la Rosa de Guadalupe para conmoverme hasta el tuétano, casi me convence que él era el bueno, pero como siempre hay un negrito en el arroz, ese negrito fue, Enrique Domínguez, exsecretario particular del líder moral del Consejo Supremo Hñahñu, Roberto Pedraza, así que de independiente tiene lo que yo de astronauta.
Es en serio, uno nunca sabe para quién trabaja. Así que si su retoño es bueno en la escuela y anda usted más orgullosa que doña Florinda de Kiko viendo que su bodoque no lo distrae el perreo, el Xvideos, ni esas cosas que atraen a la chamacada, quizá ande un político detrás de él o ella, cazando talentos y ni piense que para ayudarlo, sino para hacerse publicidad a sus costillas, porque recuerde, en política ni las puñaladas son gratis.
