RETRATOS HABLADOS

 

* Alianza abierta: Grupo Universidad-AMLO

 Andrés Manuel López Obrador decidió que la estructura del Grupo Universidad, encabezado desde siempre por Gerardo Sosa Castelán, será la base fundamental para que su partido, MORENA, busque ganar diputaciones locales, federales, escaños en el Senado de la República, y por supuesto votos para su candidatura presidencial, en territorio hidalguense.

            Algunos seguidores fieles de López Obrador, jamás habrían pensado ni en sus peores pesadillas, un escenario donde el político que demandó al periodista Miguel Ángel Granados Chapa, lo mismo al escritor Alfredo Rivera Flores por un libro que consideró atentaba en contra de su reputación, de pronto apareciera con un poder real en la pista izquierda de las ideologías.

            Muchos de ellos despedidos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo por órdenes directas de Sosa Castelán, quien buscó a toda costa sabotearles el pago de liquidaciones o pensiones, y quienes en todo momento manifestaron su absoluta condena al cacicazgo de dicho personaje en nuestra Máxima Casa de Estudios, hoy, de pronto, se encuentran una encrucijada terrible.

            Porque pronunciarse en contra de la alianza abierta y pública de AMLO con Sosa Castelán, equivaldría tanto así como estar en contra de López Obrador, a quien consideran la única posibilidad de salvación para el país ante una fauna de políticos saqueadores y  muy dados al uso de recursos públicos en su provecho.

            Y este es precisamente un dilema crítico, moral, porque dar su visto bueno a esta tortuosa alianza, sería lo mismo que aceptar en carne propia aquello de que todo se le puede perdonar a López Obrador; incluso que haya accedido a levantar la mano a quien representa la clase política que los golpeó, humilló, y que además encarna aquel priísmo que tantas náuseas les causa.

            El hecho sustancial es que MORENA no encontró mejor aliado en el Estado de Hidalgo que al Grupo Universidad, lo que por desgracia hace ver que con todo y el liderazgo y reconocimiento que AMLO tiene en el país, la estructura que ha decidido adoptar es un patético ejemplo de lo que promete combatir si llega a la Presidencia de la República.

            Mal harían los que todo le perdonan, en argumentar que una vez logrado el objetivo de ocupar el despacho de Palacio Nacional, bien a bien puede deshacerse del lastre que hoy echa en su embarcación, y de este modo justificar un absurdo moral como el que se observa.

            De manera abierta y ya sin ningún dejo de aparentar lo contrario, Gerardo Sosa Castelán dirige el Movimiento de Regeneración Nacional en territorio hidalguense, al grado de colocar en las candidaturas a las diputaciones locales y federales, a buen número de sus subalternos, todos con algún cargo en la UAEH.

            Se trata, y es importante anotar, de reto más complicado que haya tenido el Revolucionario Institucional luego del movimiento encabezado por José Guadarrama Márquez con su Frente Democrático Hidalguense.

            Sin embargo las condiciones son otras, y es para estos momentos cuando muchos de los que creyeron que Sosa Castelán se habría de conformar con mantener el control al interior de la Universidad, descubren que es de los que gustan de hacer planes meticulosos, a largo plazo; tanto que su paso por la dirigencia local del PRI le sirvió para crear una estructura a lo largo y ancho de la entidad, que hoy mismo le permite retar públicamente al poder.

            No, efectivamente nunca han sido su fuerte las ideologías o que de pronto AMLO lo haya convencido a través de su proyecto de nación con tintes de izquierda. No. Sosa Castelán es un hombre pragmático, metódico, que tiene como objetivo central en estos momentos controlar el Poder Legislativo de la entidad, tener la mayoría de legisladores federales, y por ende llegar a ser Gobernador de Hidalgo.

            Su trayectoria ha estado plagada de claroscuros, donde se destaca un enfrentamiento directo, frontal, con todos aquellos que simpatizaron con López Obrador desde su primera candidatura presidencial; contra quienes hizo todo lo posible para quitarlos de su camino, como finalmente lo hizo.

            Sin embargo hablamos de asuntos políticos, donde la memoria es flaca y también convenenciera.

            Por lo mientras hoy el Grupo Universidad, los recursos humanos y materiales de la UAEH, ya están al servicio de AMLO, y a estas alturas ya nadie entiende nada;  lo que lleva a pensar, que tal vez con el tabasqueño es posible esperar un mejor México, pero al ver el tipo de personajes que lo rodean en las diferentes entidades del país, de plano da miedo.

 

Mil gracias, hasta mañana.

 

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

@JavierEPeralta

 

CITA:

            El hecho sustancial es que MORENA no encontró mejor aliado en el Estado de Hidalgo que al Grupo Universidad, lo que por desgracia hace ver que con todo y el liderazgo y reconocimiento que AMLO tiene en el país, la estructura que ha decidido adoptar es un patético ejemplo de lo que promete combatir si llega a la Presidencia de la República.

 

 

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