Rusia, de la dictadura del proletariado a la de Putin




    •    El discurso anual de Vladimir Putin sirvió no solo para impulsar su campaña, sino para exaltar el nacionalismo ruso. En pleno discurso él presentó un  vídeo con la nueva gama de sus misiles nucleares, los cuales dejarían o utilizables los escudos de los Estados Unidos


Sin hacer campaña y con un solo acto electoral, Vladimir Putin se dispone a reelegirse, después de haber eliminado a sus oponentes. Su mejor actividad electoral ha sido su discurso a la nación del jueves, donde el líder del Kremlin presentó las nuevas armas nucleares rusas.

Vladimir Putin habló durante dos horas y, aunque obvió hablar de economía, la caída del crecimiento económico parece amenazar las elecciones presidenciales de Putin, que se ha convertido en el nuevo Zar de Rusia, pasando de presidente a primer ministro o de este puesto a presidente de nuevo; en una alternancia con su amigo, Dmitri Medvédev.

Si bien en 1990 se disolvió la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y todos los países occidentales apostaban por la alternancia política en el poder, pronto se desilusionaron. Hoy la Rusia de Putin parece cansada y harta de los gobiernos de Putin, pero maniatada para combatir la corrupción y sacar del Kremlin a sus inquilinos de siempre.

Putin parece alejarse cada vez más de sus electores y del pueblo ruso. A su discurso anual asistieron no más de mil quinientos  invitados de las élites económica, política y militar; a penas dos semanas antes de las elecciones presidenciales.

En el discurso de Putin, en su primera parte, habló de las tareas económicas y sociales; luego pasó a hablar de sus promesas electorales, dejándolas en un segundo plano, pero resaltando los avances militares que le devolvieron el orgullo y la dignidad a unas fuerzas militares destruidas después de la disolución de la URSS, que llevó a militares a criar puercos en sus apartamentos para sobrevivir en los noventa.

El discurso anual de Vladimir Putin sirvió no solo para impulsar su campaña, sino para exaltar el nacionalismo ruso. En pleno discurso él presentó un  vídeo con la nueva gama de sus misiles nucleares, los cuales dejarían o utilizables los escudos de los Estados Unidos.

Putin presentó una gama de aviones no tripulados de propulsión nuclear, sistemas de defensa hipersónicos, misiles con alcance ilimitado y arma láser, armamento que dejó a la audiencia sin aliento; mientras Putin prometía superar todos los sistemas de defensa en el mundo.

Si antes era una preocupación la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ahora el ejército ruso es un dolor de cabeza. Las ambiciones de Vladimir Putin se pusieron en evidencia desde el conflicto con Ucrania y la anexión de Crimea en 2014, año en que rompió con sus aliados occidentales y se hizo objeto a sanciones internacionales. 

Según las agencias de prensa internacionales, Putin no evocó las elecciones presidencial del 18 de marzo, pero no hizo falta frente a la exaltación del nacionalismos ruso. Al final del discurso, políticos, empresarios, militares e invitados, solo tuvieron elogios para él presidente ruso; en un discurso dirigida a los occidentales y a exaltar el patriotismo de los rusos, la verdadera campaña y plataforma electoral del actual presidente de Rusia.

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