LOS LADRONES CHOCARON CUANDO SE PELABAN
Cinco delincuentes se iban a llevar secuestrado un despachador de gasolina, le dijeron que llenara el tanque de su automóvil, lo subieron y huyeron, pero chocaron con un poste en Tulancingo. Los gendarmes lograron detener a tres de los responsables y rescatar al trabajador, todo lo que les estoy contando sucedió en la madrugada del sábado pasado, fueron denunciados ante el Ministerio Público para que se les aplique la Ley de Herode, por lo mientras ya están en el tambo y su coche en el corralón.
Enrique B. de 28 años de edad, dijo que sufrió una pesadilla en las puertas del infierno que logro ver al diablo, comentó que trabaja en la gasolinera “Santa María”, que se encuentra en el boulevard Hidalgo-Zapata de la colonia de Las Presas, explicó que como a la una de la mañana llegaron unos changos en un Volkswagen tipo Golf y el chofer le dijo que llenara el tanque, cuando lo hizo les dijo que eran 530 varos, pero los que iban a bordo se bajaron y lo subieron a madrazos y de un arrancon escaparon, se dieron cuenta sus compañeros del gasolinero y unos clientes que estaban en el negocio, marcaron al 911 para pedir apoyo a los cuicos. Mientras tanto los sujetos, llevándose al gasolinero iban rumbo por la carretera México- Tuxpan y a la altura de la Quebradora, debido la velocidad el chofer perdió el control y se fue a dar en la madre contra un poste, salieron del automóvil como arañas fumigadas cuando les cayó la Policía Municipal, los agarraron de las greñas a Saúl, Miguel, y Sergio Ricardo Hernández Santa Cruz, de 17, 15, y 15 años de edad, por la confusión y la desvelada se les escaparon dos. Enrique Bautista fue rescatado y dijo que los tipos le robaron 2 mil 500 pesos, su celular marca Nokia y su cartera con la foto de su vieja donde llevaba una lana, explicó el secuestrado que todo el camino lo amenazaron, le iban diciendo que se lo iban a echar al plato y le dieron de cachetadas que le aflojaron la muela del juicio, por eso pide el castigo en contra de los que se lo llevaron y que le devuelvan su dinero y su celular.
ACUSAN A POLICÍAS ABUSIVOS
Un comerciante estaba que se lo lleva el diablo, puso formal denuncia en contra de los policías municipales porque le levantaron una infracción y cuando les protesto le dieron en la madre. Mario de 33 años de edad, echa madres en contra de los uniformados, dice que le pegaron el la colonia ampliación Santa Julia, le dijo al agente del Ministerio Público que como a las nueve de la mañana, estacionó su automóvil Nissan Sentra modelo 2006 sobre una calle lateral que sale al Boulevard Colosio, estaba en un comercio comprando unas refacciones cuando corriendo le fueron avisar que unos tecolotes le estaban quitando la placas, llego como relámpago y le dijo a uno de ellos, que porque lo estaba haciendo, que en ese lugar no había señal de que estuviera prohibido estacionarse, los uniformados lo tiraron de a loco y siguieron haciendo esfuerzo porque no podían quitar el tornillo que sujeta la placa, les hizo de nuevo la misma pregunta, se levantó el que estaba quitando la placa y lo hizo a un lado diciéndole que no estuviera molestando, que están haciendo su trabajo y además tenían el hijo atravesado porque su tornillos estaban barridos. Enojado les señalo que sí estaba prohibido, que tenían que quitarle las placas a los demás coches que estaban estacionados y no solo al suyo, el policía no le hacia caso porque casi estaba metido debajo del carro y no podía quitarle la placa.
Mario seguía como cuchillito de palo, fue cuando le lleno el buche de piedritas al policía y le pego con el puño cerrado en la barriga que le saco el aire.
Le dijeron los uniformados que por chiva, por no quererles dar 100 pesos para que no le levantaran la infracción a hora se iba a fregar a pagar 250 en las oficinas y que se callara el hocico o se lo callaban, como no pudieron quitarle la placa por la buena a jalones la desprendieron de la defensa y se fueron, Mario se subió a su coche y anduvo con el ojo pelón a ver si de chiripada encontraba una patrulla donde fuera un jefe de la policía, pero se la pelo y mejor fue al Ministerio Público, que le dijeron que mejor fuera a pagar su infracción porque ellos no podían a hacer nada.
LO DESMADRARON EN EL BARRIO DEL LOBO
Unos pandilleros, borrachos, ladrones, hijos de su pin pon, lo agarraron a madrazos que ni tiempo le dieron de montar a su caballo, tres sujetos le pegaron a un muchacho sin tenerle compasión afuera de la mina del Lobo y de pilón le quitaron sus pertenencias y desvalijaron su coche. Carlos de 22 años de edad recibió una pelea de perro bailarín, que por un pelito se lo echan al plato, declaró ante el agente del Ministerio Público, que la semana pasada fue al barrio del Lobo a recoger a su tío Víctor, que se encontraba en una fiesta trabajando de mesero, eran las dos de la madrugada cuando salió a decirle que se picaron en la pachanga y lo contrataron una hora mas, que salía a al tres de la mañana, que lo esperara, le dijo que si y se estaciono afuera de la mina en la calle de Bugambilia, eran las tres y media cuando se estaciono un coche Topaz negro modelo 92 y se bajaron tres sujetos, Carlos al verlos se quiso meter a su coche, pero se movilizaron cerrando la puerta y le dijeron que les diera todo lo que traía o de lo contrario lo picarían, al resistirse le dieron hasta debajo de la lengua, quedo tirado sin poderse levantar, ahí aprovecharon para quitarle su cartera, su anillo, su reloj y uno de los agresores le dijo que el tuvo la culpa de que lo madrearan, porque le dijeron que se los dierá por la buena. Los ladrones de la banda del carro negro desvalijaron el coche, llevándose el equipo de sonido que vale 6 mil brocas, después cuando salió su tío lo ayudo a levantarse y lo acompaño al Ministerio Público del Hospital General donde se quedó internado.
INTENTO MATAR A SU PARIENTE
Ángel Castro Arista ya lo tenían hasta el copete sus parientes y quiso matar a uno de ellos, sacó su pistola, le apuntó, jalo el gatillo y no trono, se dio cuenta que no tenia balas, al ver que la fusca se le había zurrado no se detuvo y agarro a cachazos a su pariente José Juan Castro, el golpeador callejero estaba tan furioso que no dejaba de pegarle, parecía que le daban cuerda, en esos momentos llegó la policía y lo calmaron a macanazos. Los hechos ocurrieron como a las seis de la tarde en la comunidad de Cerro Verde, municipio de Cuautepec y se lo llevaron a disposición del Ministerio Público federal junto con su pistola calibre 22, de acuerdo con el informe de los uniformados, dijeron que sobre el camino de terracería rumbo a la mina de ese municipio, un hombre salió para pedirles ayuda, dijo que a su pariente se le metió el diablo, sacó sus pistola y le disparo que gracias a Dios se zurro, pero de todos modos lo quería matar a madrazos, les señalo el lugar por donde se había echado a correr. Llegaron los gendarmes con sus carabinas lista debajo el brazo, listos para soltar el plomazo, rodearon la casa y le gritaron que saliera con las manos arriba o quemaban la casa, al momento que salió se le echaron encima, lo subieron a la camioneta patrulla y se lo llevaron, no quiso declarar, solo menciono entre dientes que se le escapo, pero para la otra lo primero que va hacer es ponerle balas a su pistola.
LA POLICÍA ES MUY ABUSIVA EN TULANCINGO
Tal parece que lo primero que les están enseñando en la loca academia de policía, es darles en la madre a los ciudadanos y aventarles de plomazos por las patas.
Los uniformados de Tulancingo fueron acusados de actuar con mucha brutalidad y les aventaron de balazos que les pasaron por las orejas a unos jóvenes en la colonia Linda vista. La señora Idalia Montes Hernández, de 40 años de edad, estaba como agua para pelar pollos en contra de los cuicos, porque dijo que sin deberla los madrearon y les tiraron de balazos a dos de sus hijos, ella se metió a defenderlos y también le pegaron que cayó desmayada y pasaron su cuerpo para perseguir a los muchachos. Acompañada de los vecinos fueron a buscar a la prensa, porque cuando se quejo en el Ministerio Público no la atendieron y le dijeron que ya iban a cerrar.
Comento al aire libre que el 11 de mayo, en la calle de Pajaritos, organizaron un convivio con motivo del día de las madres, lo hicieron un día después porque el 10 todas las mamás se habían ido a trabajar y mas vale tarde que nunca.
Estuvieron muy contentas todas las señoras, bailaron y se aventaron sus copitas de rigor por el gusto de que sus hijos se habían acordado de ellas, eran como las nueve de la noche cuando le fueron avisar que a sus hijos y a un amigo los tecolotes ya se los llevaban al bote, salió de su casa y fue adonde estaba la bola a ver que pez.
Se dio cuenta que los policías municipales que son unos guerreros, a macanazos y culatazos, golpeaban a sus cachorros y de las greñas los estaban subiendo a la camioneta, les dijo que no fueran brutos, que sus muchachos Nicolás y Guillermo Garrido Montes de 16 y 21 años, junto con su amigo Faustino Lechuga de la Cruz, estaban llenos de sangre que les escurría de su cholla. La mujer con lagrimas en los ojos suplicando se les hinco y les rogó a los señores popochas que por su mamacita linda no se los llevaran, que estaban contentos y no habían hecho nada, le dijo el comandante “hágase a un lado señora o a usted también la jalamos, nos informaron que había un riña y este muchacho (señalando a Nicolás) tiene sangre en la ropa”.
La mujer le explico que hace unos momentos lo mordió una rata en el dedo de la mano derecha, por eso tenia sangre y ella lo mandó a comprar alcohol para curarlo pero su hijo no es peleonero, no le hicieron caso y los subieron a la camioneta patrulla, la señora se metió en medio y dijo que primero la tenia que subir a ella y luego a sus hijos, le dieron con el rifle en la cabeza y al pegarle se les salieron los balazos que la gente corrió a ponerse a salvo, algunos se tiraron pecho a tierra, otros se escondían tapándose con las manos la chirimoya y se armo la grande, porque se metieron los vecinos de la colonia, a los policías les valió madre de que hubiera mujeres y niños, y volvieron disparar sus armas, la señora Idalia se cayó y se la llevaron entre patas patas, uno de ellos le dio una patada que la hizo que se desmayara, pidieron ayuda los policías y llegaron mas, que sin saber comenzaron a golpear parejo y se largaron llevándose a los muchachos. La mujer lloraba y gritaba a su comadrita, que por favor la acompañara antes de que los fusilaran, porque los gendarmes son muy malos, prometen seguridad y lo que dan son puros palos. La señora vende chiles y tomates a la entrada del mercado y tuvo que pagar una multa de 3 mil pesos por cada chamaco para que los dejaran salir.