RETRATOS HABLADOS

* Intercampañas, intente descansar

Cada día resulta más preocupante que apenas con las precampañas que ya terminaron de todos los aspirantes a un cargo de elección popular, una buena parte de los mexicanos muestran hartazgo y una sincera incredulidad ante lo que han visto y oído.
    Lo que viviremos hasta el 29 de marzo, será lo que han llamado “intercampaña”, que consiste en que cada uno de los aspirantes a una diputación federal, una senaduría y la mismísima Presidencia de la República, mantengan un “perfil bajo”, con todo y que algunos de por sí lo tienen de origen.
    Descansaremos y eso consuela a muchos. Porque somos testigos de una historia que ya habíamos visto con un joven que echará de Los Pinos, a los que otro de su especie también prometió “sacarlos a patadas”, y con botas de por medio.
    Somos tan desmemoriados que de pronto olvidamos que ya vivimos un supuesto cambio, que dejó como herencia una guerra incontrolable en contra del crimen organizado; guerra que le advirtieron no debía empezar, pero que abrazó como única posibilidad para legitimarse en un poder que se había robado.
    Tan desmemoriados que ahora su pareja se erige en juez de la honradez, la decencia, la política atinada. Deveras que olvidamos todo.
    Desmemoria porque de nueva cuenta la rueca hila el tejido que ordenan los de siempre, es decir los dueños de un país cansado, hastiado de vivir una pesadilla que parece no terminar. Pero también con una gran capacidad para olvidar, o aparentar que lo hace.
    Celebramos el período de “intercampaña”, porque tal vez le permita a cada uno de los que aspiran a tener en sus manos el poder, reflexionar en torno a la necesidad de modificar su propia forma de pensar y entender que los tiempos que vivimos son dramáticamente diferentes a los que permitían simplemente llegar a la meta y olvidarse de todo.
    Sin embargo, insisto, la desmemoria es un elemento fundamental que aprovechan los que saturaron la precampaña de circo, maroma y teatro. Porque a la incapacidad del razonamiento, es posible entonces recurrir al sentimiento, a la ira, al coraje, al ánimo de destrucción.
    De algo servirán estas semanas en que no veremos los mismos rostros en la televisión; no escucharemos las mismas voces en la radio; no veremos las mismas fotografías  en la prensa escrita. Sin embargo las redes sociales, el internet, no entrarán en esta veda electoral, porque no hay, para bien y para mal, ningún control en las mismas.
    A partir del 30 de marzo se reanudará la guerra mediática. Crecerá la de lodo, la que ofende, denigra aún más el ejercicio de la política.
    Y por lo mismo tal vez sea tiempo todavía de vacunarnos contra toda esta andanada de locura, de absoluta locura por el poder.
    Rogamos porque algo cambie en el rostro de los que aparecen como ejecutores, los que perseguirán a quien se les ponga enfrente y lo acusarán de corruptos, y lo ofrecerán al respetable público para que lo linche en plena plaza pública, es decir en plena sesión de facebook.
    Pero habrá algo de silencio.
    Y eso por lo mientras ya es ganancia.
    En tanto, le invito a que descanse, a que espante los fantasmas que se presentan en las noches de insomnio, y regrese la esperanza de que, en una de esas, algo cambia en México.

Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
    Somos tan desmemoriados que de pronto olvidamos que ya vivimos un supuesto cambio, que dejó como herencia una guerra incontrolable en contra del crimen organizado; guerra que le advirtieron no debía empezar, pero que abrazó como única posibilidad para legitimarse en un poder que se había robado.

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