DE CUERPO ENTERO

La sexualidad y el virus del Papiloma Humano

 

Las infecciones de transmisión sexual todavía estigmatizan, señalan a las mujeres porque implica la idea absurda de que se trata de mujeres de mala fama y de pésima reputación; debemos aceptar que la infección por el virus del papiloma humano es obtenida en su mayoría por relaciones sexuales, pero existen otras vías claras de su obtención.

 

 

Una historia de tantas.

María Luisa no lo podía creer, casi no atinó a decir nada después de que su médico le comunicó que el resultado del estudio del Papanicolaou había mostrado sospecha de la presencia de una infección por un virus llamado: VPH, es decir presencia del “virus del papiloma humano”. Después le explicó que se trataba de una infección de transmisión sexual, y que era transmitida por el hombre, que tendría que hacerse otros estudios como la llamada colposcopía y seguramente una biopsia del cuello de la matriz. Inmediatamente empezó a pensar de cuando pudo haberle sido infiel Héctor su esposo, de si no estaría viviendo con un desconocido, o con alguien que camina con una doble vida. Sintió un gran coraje y una rabia inaudita.

El golpe final del médico fue cuando le dijo que debería ser tratada en forma inmediata, porque la presencia de este virus es casi un paso previo al cáncer del cuello de la matriz; y en un afán cautivador de bondad, le sugirió que tuviera más cuidado con su esposo porque seguramente andaba en malos pasos.

María Luisa tiene 32 años de edad, ocho de casada, tienen dos hijos pero sobre todo un gran amor que les ha servido para enfrentar todos los problemas que la vida moderna ofrece; pero ahora se sentía flotar, no encontraba de dónde sostenerse porque la noticia le había derrumbado una imagen poderosa, suprema de su pareja de siempre.

Después de los estudios ya citados se le ofreció un tratamiento en el consultorio, con su respectivo pago –obviamente- y la recomendación socarrona de que tuvieran cuidado con las relaciones de riesgo.

La relación de Héctor y María Luisa no ha vuelto a ser como antes, porque él está seguro que nunca ha tenido relaciones fuera de su pareja, y ella afirma que, como dijera el médico, él la contagió por una relación peligrosa; su sexualidad se ha limitado, y ahora ambos tienen miedos, y lo más doloroso, se tienen una total desconfianza.

VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO

El virus del papiloma humano (VPH) pertenece a la familia papoviridae, que agrupa a una gran variedad de tipos virales que infectan no solo al ser humano, sino a otras especies animales.

A la fecha se conocen cerca de 250 tipos diferentes de este virus. Por definición se transmite por relaciones sexuales, sin embargo existen evidencias de que se puede adquirir también desde la madre que lo tiene al hijo durante el parto, o el uso de utensilios de baño de una mujer que lo tiene, hacía aquellas que comparten con alta frecuenta éstos, siendo esta vía de muy poca frecuencia pero existente.

La expresión habitual del VPH es con la aparición de una verruga que suele encontrarse cerca del ano, o a la entrada de la vagina. Cuando hablamos como en el caso de María Luisa nos referimos más a la presencia del mismo virus pero en el cuello de la matriz, es decir que se detecta una pequeña verruga, o la expresión celular de su existencia.

Es evidente que requiere vigilancia y en algunos casos un tratamiento especializado, pero no una siembra inmisericorde de miedo y de culpas.

 

REALIDADES DEL VPH

 

En información médica reciente se puntualiza que esta infección es sobrediagnosticada en nuestro país, ya sea por ignorancia, o lo que sería lo peor por mala fe con intenciones francamente económicos. Una vez realizado el diagnostico, la historia natural de esta enfermedad, sobre todo en mujeres jóvenes sanas como María Luisa, es de que desaparezcan en forma espontánea la mayoría de las lesiones en el curso de 12 – 18 meses, y de que son muy pocos los casos que sí requerirán tratamiento.

De acuerdo a informaciones recientes, más del 60 por ciento de las mujeres sexualmente activas han estado en contacto con el VPH, sin que implique que todas avanzaran en forma inexorable al cáncer del cérvix; más del 70 por ciento de las que hoy tienen un reporte de VPH de bajo grado (es decir contaminación por este virus sin cambios celulares de importancia) sanarán en forma natural en los próximos 18 meses.

El pretexto más invocado para los tratamientos muy especializados y costosos es la prevención del cáncer del cuello de la matriz. Hoy sabemos que este cáncer es provocado por el VPH (virus del papiloma humano) siendo los números 16 y 18 los más significativos. Cerca de cuatro mil mujeres mueren cada año por esta enfermedad en nuestra patria.

Las infecciones de transmisión sexual todavía estigmatizan, señalan a las mujeres porque implica la idea absurda de que se trata de mujeres de mala fama y de pésima reputación; debemos aceptar que la infección por el virus del papiloma humano es obtenida en su mayoría por relaciones sexuales, pero existen otras vías claras de su obtención.

CONCLUSIONES

Siempre que se hable de las infecciones de transmisión sexual salta a la mente la idea de una sexualidad mala y pecaminosa, y de que seguramente se trata de un castigo divino y que todo mundo se lo buscó. Creemos sin reflexionar, y nos llenamos de culpas para siempre, sin analizar de que también al fin cuerpos vivos, podemos ser colonizados por gérmenes que no necesariamente requieran de la vida sexual.

Aceptemos que hoy ya sabemos que el cáncer del cuello de la matriz lo provoca un virus, y también que por definición se transmite por relaciones sexuales; sin embargo pongamos límites a la culpa y a la angustia, y pensemos que más que destruir una historia de pareja, hablemos de la vacunación que hoy existe y que es muy prometedora.

Hoy el gobierno solo vacuna a las niñas de 9 a 12 años, y sueño que pronto sea una vacuna universal gratuita para todos los hombres y todas las mujeres.

Cada día se impone más la conciencia de que la sexualidad debe disfrutarse sin miedos, con la claridad que imprime la responsabilidad, y es obvio con la protección que es necesario no olvidar: EL USO DEL CONDON EN TODAS LAS RELACIONES DE RIESGO.

En la historia de Héctor y María Luisa faltó más información para poder entender, digerir y enfrentar una infección que daña más por el ruido que provoca, que por los tratamientos que requieren.

Related posts