CINE DE MAÑANA
Desde tiempos remotos, el maíz es la base de la alimentación de los mexicanos. Por eso es de extrañar que se le haya dado tan poco interés cinematográfico, en documentales como Sunú de Teresa Camou
Ese es uno de los principales atractivos del interesante documental El maíz en tiempos de guerra de Alberto Cortés, a cuya premier tuvimos la oportunidad de asistir.
Desde Oaxaca hoy, filmada en el 2006, y luego su cinta filmada en Chiapas tres años después, El corazón del tiempo, el apreciable realizador de El amor a la vuelta de la esquina, se interesó por los temas rurales.
En este caso sigue los pasos de cuatro familias en Chiapas y Oaxaca que se dedican al cultivo del maíz, en territorios que han recuperado del crimen organizado.
Explican que existen cinco clases de maíz, que se han conservado con gran cuidado, sobre todo ahora que se pretende introducir el maíz transgénico.
Los indígenas cultivan con métodos tradicionales, y se niegan a utilizar abonos químicos o incluso tractores.
Con gran cariño separan las preciosas semillas, escogiendo las mejores para proseguir la siembra.
Vemos a las familias completas cuidar el maizal, y doblar las milpas cuando es tiempo para recoger la cosecha.
El maíz es la base de alimentación de estas familias. Y los vemos preparar platillos que van desde las tortillas al tradicional pozol, en una especie de Master Chef del tercer mundo.
Cortés trata con respeto y cariño a las familias elegidas.
El maíz en tiempos de guerra resulta un bello y sencillo documental que muestra a esta semilla, como un símbolo de resistencia frente a las transnacionales y a los intereses de los poderosos.
