Reconstrucción de manos, principal consecuencia de quemaduras por pirotecnia

EN DICIEMBRE, INCREMENTO DE INCIDENCIAS
    •    En Hospital General de Pachuca, tratamiento integral para el quemado

    •    “Trabajamos en equipo”, en ninguna institución pasa

    •    Casi 14 mil procedimientos reconstructivos al año


Se ha terminado la temporada decembrina, y con ello viene el recuento de los daños, en donde las reconstrucciones de extremidades, principalmente manos, a causa de quemadura por cuetes, fue el saldo arrojado.
Al respecto Rubén Alvarado Rubio, cirujano plástico, estético y reconstructivo, del Hospital General de Pachuca, indicó que desde septiembre se registra este tipo de incidencias, aunque en diciembre se percibe un incremento, principalmente por la quema de pirotecnia.
“No ponen reglas en casa”
Lo anterior, debido a la falta de cultura por parte de la población, que se suma a la ignorancia e indiferencia por parte de los padres o tutores, ya que la mayoría de los accidentes suceden en casa o en espacios cercanos.
“La mayoría de personas no toman en cuenta que reglas deben de ser respetadas para no quemarse, en esta época el principal problema son los cuetes, pero un problema endémico es cuando estas personas no tienen reglas en casa, porque donde principalmente se queman es en casa, o lugares muy cercanos a su hogar”, dijo.
Agregó “utilizan ollas calientes con caldo, líquido caliente y llegan a poner café sobre la mesa y tiene mantel, el niño jala el mantel y se arroja el agua sobre su cuerpo, ahorita tengo dos niños así, en el hospital”.
“También los cables para el árbol navideño, conectan en un mismo enchufe un montón de cables, estos se calientan y no solo es que quemen el domicilio, sino que el niño toca el cable caliente y se quema sus manitas, y sólo son suficientes unas décimas de segundo para que se quemen, porque esta temperatura alcanza 350 grados o más, el agua hierve a 80 y para quemarse la piel se necesitan 50 grados. Otra situación es que el padre le enseña al niño a quemar los cuetes y se quema el papá, porque no sabe encenderlos”, añadió.
“Los cuetes no pasan por un control de calidad”
El especialista puntualizó que ésta problemática también se debe a que este tipo de pirotecnia no pasa por un control de calidad, ejemplificó, “esta tirada la paloma o cuete en el piso, no ha prendido, se acercan a checar y explota, tengo un niño así, no estamos acostumbrados a este tipo de pirotecnia, no las conocemos ni tomamos debidas precauciones para utilizarlas”, apuntó.
“Al no tener control de calidad, con la inocencia del niño, la ignorancia de los padres y la indiferencia de los tutores se queman, siendo objetos tan peligrosos no tomamos en cuenta las precauciones”, indicó.
El estado de salud complica el tratamiento y rehabilitación
En tanto Alvarado Rubio precisó que actualmente, el estado de salud complica o retrasa el tratamiento o rehabilitación, “ahora son personas enfermas que se queman, porque tienen hipertensión, diabetes y obesidad, por ejemplo, un papá con su criatura, el papá diabético, hipertenso, mal controlado, va en la procesión, prenden un cuete, en lugar de subir va contra las personas paradas y quema a una pequeña de seis años y al papá, a la niña la saqué rápidamente sin problema y con el papá batallamos por su descontrol en sus padecimientos, hay que tratar al paciente quemado y además con un grave síndrome metabólico”.
En reconstrucciones, en la mano deben quedar por lo menos dos dedos con sensibilidad y ser funcionales.
Rubén Alvarado informó que en la primera quincena de diciembre, ya había realizado 12 reconstrucciones, “la mayoría de las quemaduras por cuetes si tienen posibilidades reconstructivas, sin embargo, mínimo deben quedar dos dedos útiles, el pulgar y cualquiera de los cuatro, para que puedan hacer pinza fina o gruesa, a mayor número de dedos que se salven mejor”.
Ejemplificó, “un albañil  toma la paloma y le explota,  le quedaron cuando menos tres dedos, eso es ganancia, perdió el dedo índice pero va a poder trabajar, su mano va a funcionar al 100 %, no tiene posibilidades de no funcionar”.
Por lo anterior explicó el avance de las prioridades en la cirugía reconstructiva a través de los años, “cuando se empezó a hacer cirugía de la mano, en el siglo pasado, lo importante era tenerla; para los 80’s que no se vea tan fea; para el presente siglo, no importa que tan bonita o tan fea quede, debe quedar funcional, que le sirva al portador”.
Reiteró, “es importante que en la mano, queden por lo menos dos dedos mínimo, si pueden ser más mejor, si puede ser toda la mano mejor, pero que queden dos dedos; que tengan función y que tengan sensibilidad,  si no tienen sensibilidad se queman”.
“Opero 3.5 manos por día”
El cirujano precisó que con alrededor de 23 años en su profesión, ha adquirido más habilidades, de tal manera que el tiempo para realizar una reconstrucción de mano va entre 15 a 45 minutos, aunque en el caso de un dedo éste llega a duplicarse, pues se tratan de suturas muy pequeñas; sin embargo en promedio ópera 3.5 manos por día.
“Si tuviéramos el efecto de Juan Gabriel, meteríamos las pompas, pero lo primero que meten es la mano, en todo, en accidentes automovilísticos, por motocicleta, bicicleta, la mano ocupa el 65 por ciento de lesiones en general de forma traumática”, subrayó.
“Los que nos dedicamos a ver la cirugía de la mano, el problema es conocer profundamente la anatomía, que es micro, tiene muchos elementos pequeños, y de un niño todavía más pequeños; pero esto es el día a día y más en un Centro de Alto Rendimiento como el Hospital General de Pachuca, en donde se adquieren destrezas que en ningún otro lado se adquieren, ni en el ISSSTE ni IMSS, porque todo lo remiten a México”.
En ese sentido enfatizó, “el único hospital que funciona con 56 especialistas certificados es el Hospital General, gracias al Doctor Francisco Chong Barreiro, que se ha desempeñado de manera exitosa, gracias a él tenemos especialidades que no teníamos antes, pensamos como equipo y eso es algo que no tienen otros hospitales, se ha preocupado porque el quemado tenga un tratamiento integral”.
Rehabilitación
Rubén Alvarado mencionó que parte de ese tratamiento integral, es la rehabilitación, “desde que están internados se inicia su rehabilitación, al siguiente día de estar operados, no se espera y se reeduca para lo que tienen que hacer con su mano, qué movimientos y cómo, cuando salen llevan un plan de entrenamiento y rehabilitación”.
Lo anterior al detallar que en el nosocomio no se entregan incapacidades, porque lo importante es que se reintegren a su vida lo antes posible, porque son cabeza de familia y tienen que estar saludables en el menor tiempo.
Alvarado Rubio, un ejemplo de pasión y compromiso por su profesión
“Cada quien se prepara para lo que se prepara, muchos trabajan en lo que no están preparados, eso es una desgracia de México, pero debemos funcionar dando el servicio de salud, si produzco salud los que están alrededor van a funcionar”, señaló.
“Cuántos a nuestro alrededor trabajan nadando de muertito, en lo personal, me satisface ver que mi paciente mueva su mano, pueda caminar. Cuando uno falla, le quita a uno el sueño. El trabajo debe estar bien hecho, en tiempo y en forma”, comentó.
Lo anterior al recordar que en el Hospital General se encuentran a un 120 por ciento de ocupación, “hacemos casi 14 mil procedimientos reconstructivos al año, de esos por lo menos 800 me tocan a mí”.
Por toda la problemática relacionada al uso de pirotecnia, recomendó a la población, “para lo que no estamos capacitados no hacerlo, si no estoy capacitado para prender cuetes para qué lo hago”.
Mientras que a la comunidad médica manifestó “habemos de todo, hay quien se apasiona, otros checan y se van, así que lo que uno haga debe hacerse por amor y por gusto”, remató.

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