Policía galáctico

CINE DE HOY

En los tiempos actuales la producción cinematográfica ha sufrido una transformación y ya no es necesario que las cintas esperen para ser estrenadas en los cines, como es el caso de Bright una producción de Netflix de David Ayer, estelarizada por el taquillero Will Smith, que pudimos ver gracias a mi querido hermano Memo, y que en los últimos días del año atrajo a 11 y medio millones de espectadores lo que ha provocado que se anuncie ya que habrá una secuela.
De acuerdo a la historia de Max Landis, en un futuro no muy cercano, el policía Daryl Ward (Will Smith) tendrá como compañero al primer orco en la fuerza, Nick Jacoby (Joel Edgerton).
Sin embargo, se trata de una relación bastante difícil, ya que no existe confianza entre ellos.
Ward ha sido baleado por no tener el pleno apoyo de Landis, y todos sus compañeros lo presionan para que se deshaga de él mediante una trampa.
La cosa se complica cuando la pareja encuentra a Tikka,(Lucy Fry) una elfa que posee una varita mágica que puede cumplir cualquier deseo y que es codiciada por todos, incluyendo a la temible Leilah (Noomi Rapace) que harán hasta lo imposible por conseguirla y que provocarán persecuciones y tiroteos al por mayor.
Resulta evidente que Landis no brilla por su originalidad y que hace una mezcolanza de series fantásticas como El señor de los anillos, con filmes de ciencia ficción como Policías del más allá y relatos ecologistas como Enemigo mío de Wolfgang Petersen.
Atrás de toneladas de maquillaje y efectos especiales resulta bastante difícil seguir la trama, que es confusa y poco original.
Ayer, el director de Corazones de acero, no parece muy convencido del asunto y se limita a buscar el lucimiento de su estrella.
Bright resulta pues un churrito que se ha beneficiado de las nuevas forma de producción, pero que muy bien se puede evitar.

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