RETRATOS HABLADOS

* 2018, año de política

Todos tenemos necesidad de que los días no sean los mismos, que de alguna forma cambien por el arranque de un año nuevo, y que la suerte sea de pronto otra, la que siempre hemos esperado apenas rebasados los años en que los Reyes Magos eran algo tan real como la esperanza que despertaban en nosotros, niños en esos ayeres.
    2018 empezó hace apenas 192 horas que habrán de cumplirse al filo de la medianoche de hoy, y que para algunos han sido más que suficientes para asegurar que todo seguirá igual, a fuerza de perder el optimismo cada vez que se levantan a un nuevo número en el fechador de los años.
    En lo político estrenaremos Presidente de la República, y a ciencia cierta ya nadie atina a decir si alguno de los pretensos cubre sus expectativas, porque el cambio real pasó de largo desde hace mucho tiempo. Seremos testigos de campañas que cruzarán de sur a norte la nación, saturarán las redes sociales hoy catapultadas a las alturas por la influencia que han logrado agenciarse; escucharemos una y otra vez la propaganda que lo mismo utiliza niños cantores, que producciones con sesgos novedosos que se asoman al cine.
    Una vez más se polarizarán las opiniones, y familias enteras pelearán porque nadie puede hacerse ajeno a esta historia llena de fantasías. Al final sucederá lo de siempre, es decir que cada cual conservará su lugar en la escala social y un grupo minoritario verá crecer el paraíso que viven en vida.
    Sucederán los enfrentamientos de los que acostumbran pelearse a golpe de marrullerías sus cotos de poder, y unos a otros se acusarán de ser representantes de Satanás, hasta lograr que alguno quede fuera del santoral oficial para regresar en algún tiempo a ese redil del que nadie sale definitivamente.
    Porque año con año demuestran que sus pugnas nunca serán tan graves como para que eviten reencontrarse en un futuro nada lejano; amén de que el poder, poco o mucho que tengan, sea elemento de negociación permanente.
    2018 será pues un año netamente político, para bien o para mal de la sociedad que debe involucrarse como lo hace cada Mundial de Fútbol, aunque sepa de antemano que al final del día no ganará absolutamente nada, gane o pierda su favorito. Pero los ánimos se prenden siempre, las fuerzas vivas en ocasiones llegan a golpearse unas a otras, romperse nariz y boca, sin que a ciencia cierta sepan el porqué de su proceder.
    El hecho fundamental es que cada proceso electoral deja la certeza de que es un espectáculo similar al del fútbol con nuestra selección verde, que siempre ilusiona pero nunca cumple.
    Esta vez sin embargo, especialmente para los hidalguenses, el asunto cobra un sabor amargo por el desprecio sufrido por el ex gobernador Miguel Ángel Osorio Chong, durante muchos meses seguro aspirante presidencial, pero que a la hora buena descubrió que no se trataba de hacer un buen trabajo, ser el más popular entre los priístas, realizar una carrera partidista desde abajo, sino simple y llanamente de que los grupos de poder se inclinaran a su favor.
    Se trata de un sentimiento de frustración que poco a poco ha derivado en una profunda depresión de los que apostaron pasado, presente y futuro por su eventual nominación, y que hoy simplemente ven la realidad sin entender, sin querer entender lo que pueda venir.
    Lo peor para el tricolor es que esta situación se repite no solo en Hidalgo, sino en muchas partes del país, donde poco a poco cunde la idea de que el voto de castigo será a favor de Andrés Manuel López Obrador.
    Así pues arrancamos 2018. Por principio de cuentas será necesario agradecer a usted que nos lee su preferencia, y desearle la posibilidad de la esperanza, de la fe en lo que hacemos cada día.
    Mil gracias, hasta mañana.

jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico
@JavierEPeralta

CITA:
    2018 será pues un año netamente político, para bien o para mal de la sociedad que debe involucrarse como lo hace cada Mundial de Fútbol, aunque sepa de antemano que al final del día no ganará absolutamente nada, gane o pierda su favorito. Pero los ánimos se prenden siempre, las fuerzas vivas en ocasiones llegan a golpearse unas a otras, romperse nariz y boca, sin que a ciencia cierta sepan el porqué de su proceder.

    

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