Menor crecimiento en México y mayor inestabilidad social  

NÚMEROS CLAROS

En plena campaña electoral, se esfuma las promesas de obtener tasas de crecimiento de la economía superiores al 5%, en promedio anual, y el impacto positivo de las reformas sobre la economía reiteradamente prometido por el gobierno federal. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer las cifras sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en México durante el primer trimestre de 2015, informando que la economía nacional sólo había crecido en 2.5%, en promedio anual.

 

 

Con estos datos, se observa como la realidad de va imponiendo a los deseos y a la retórica del gobierno, pues después que la economía creciera en 3.98% en 2012, último año del gobierno del presidente Felipe Calderón, en lo que va del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, y pese a las reformas económicas, la economía se ha desplomado. En 2013 el PIB sólo creció en 1.07%, mientras que en 2014 lo hizo en 2.16% y en el primer trimestre del año sólo ha crecido en 2.5%, cifras largamente inferiores a las tasas superiores al 5% prometidas. Con ello, hasta hoy la economía del país en el actual sexenio sólo ha crecido en 1.91%, en promedio anual.

 

El INEGI ha informado que el crecimiento de 2.5% en el primer trimestre, estuvo determinado por el incremento en 6.8% de las actividades agropecuarias clasificadas en el sector primerio de la economía y de 2.9% en el sector de los servicios, terciario; en tanto que el sector industrial apenas creció en 1.5%, en promedio anual.

 

También, el INEGI informó que el crecimiento de la economía en el primer trimestre de este año, fue de apenas 0.04%, respecto al último trimestre de 2014, trimestre previo, lo cual muestra que la economía mexicana se encuentra en un proceso de desaceleración, contrario a los objetivos y deseos del gobierno, en gran medida producto de la contracción del sector industrial, motivado por un menor crecimiento de las actividades mineras, petroleras y manufactureras.

 

Ya el martes pasado, seguramente conociendo las cifras que este jueves informó en INEGI, el Banco de México (BANXICO) había reducido suspronósticos de crecimiento para 2015, situándolas  en un rango de 2 a 3 %. Ahora la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha hecho lo propio y ha reducido sus expectativas de 3.2 a 4.2%, dejándolas entre 2.2 y 3.2%.

 

Es probable que esta reducción en las expectativas de crecimiento conduzca a una perdida de más de 30 mil empleos y a la agudización del desempleo en México, con sus consecuencias sociales, ya evidenciadas en el constante aumento de la criminalidad en el país.

 

Nada bueno puede augurarse para México en la coyuntura actual, la retórica del gobierno y sus reformas económicas parecen entronizarse sólo en el discurso y alejarse cada día más de la realidad. Los  spots  televisivos de la actual campaña electoral muestran, de nuevo, un México que escapa a la realidad que viven diariamente millones de mexicanos, los cuales no sólo no pagan menos por el consumo de la electricidad en sus hogares, sino enfrentan cobros abusivas, mayor desempleo, la reducción de sus ingresos reales y las amenazas e insultos de los despachos que cobran las carteras vencidas de bancos y tiendas departamentales, al margen de la supuesta prohibición y sanciones establecidas con la reforma financiera.

 

Sin duda, hay dos Méxicos, el que el presidente y su gabinete consideran que existe y gobiernan, y el otro, el de la pobreza, el hambre, la miseria y la violencia que engendra la pérdida de empleos de los hogares y de sus ingresos, las causas reales del aumento de la emigración y del crimen organizado; pero también, las fuerzas que terminan por desatar las revueltas populares y las revoluciones sociales.

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