Home Cultura Baryshnikov me dijo que soy un buen bailarín: Isaac Hernández

Baryshnikov me dijo que soy un buen bailarín: Isaac Hernández

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El artista principal del Ballet Nacional de Inglaterra desde 2015, se presentará por segunda ocasión con la prestigiosa Ópera de París

El destacado bailarín mexicano Isaac Hernández, artista principal del Ballet Nacional de Inglaterra desde 2015, se presentará por segunda ocasión con la prestigiosa Ópera de París.
Además, fue nominado recientemente en la categoría de Mejor Bailarín Masculino en los reconocidos premios National Dance Awards, los más importantes para la danza en todo Reino Unido. El fallo se dará a conocer el 9 de febrero de 2018 en la ciudad de Londres.
La invitación para ir a la Ópera de Paris, fue extendida a Isaac por parte de la directora artística de la compañía, Aurélie Dupont, quien le encomendó interpretar el personaje principal (Basilio) del ballet completo de “Don Quijote”, de la versión creada e interpretada por el legendario bailarín ruso Rudolf Nureyev.
Esta versión de “Don Quijote” es uno de los ballets clásicos más complejos y difíciles de interpretar, exige una técnica perfecta y un eminente virtuosismo artístico sobre el escenario. Características que llevaron a Nureyev a ser considero el máximo exponente en la historia del ballet.
La primera ocasión en que el mexicano se presentó como bailarín principal de la Ópera de París fue en diciembre de 2015, siendo el primer y único varón bailarín (antes se presentó la bailarina mexicana Luisa Díaz) que se ha presentado con tan destacada compañía.
Además, Hernández se presentó recientemente como bailarín principal de la Ópera de Roma, bajo la dirección artística del bailarín ruso Mikhail Baryshnikov, considerado un icono en la historia de la danza.
Las presentaciones de “Don Quijote de Isaac” con la Ópera de París serán los días jueves 4 y sábado 6 de enero de 2018 y estará bailando acompañado de la bailarina Alice Renavand.
– Tuviste un año muy intenso.
– Sí, hice “Despertares” en México y “Expresiones” en Guadalajara. Tuve varias premier con la compañía y un inicio de temporada muy difícil para mí, físicamente. Y ahora, al final del año, sale esta nominación y la invitación para ir a la Ópera de París con el “Quijote de Nureyev”. Esto ha sido totalmente inesperado, es increíble hacer esa producción y volver a París. Cuando me llamaron pensé que era imposible lograr esa producción en dos semanas y con todo el trabajo que tengo en Londres, porque en las próximas dos semanas presento cinco producciones diferentes y las estoy preparando simultáneamente.
Me senté a reflexionar sobre esto y consideré que con mi juventud y con las cosas que he vivido este año, debía aceptar. Me tengo que disciplinar, tener cuidado en mis preparaciones, estudiar, prepararme perfectamente. Disfruto estar en este estado mental y es algo muy interesante ver cómo responde el cuerpo. Con la nominación cierro el año de la mejor manera posible. Acepto el reto y voy a cerrar un año y abrir otro de manera espectacular, casi inimaginable.
– ¿Quién es tu consejero para aceptar estos retos?
– Mi experiencia ha sido mi mejor consejero. He estado en situaciones similares y sé si mi cuerpo puede reaccionar y si mi mente tiene la capacidad. Cada año me complico más las cosas con la agenda y con las diferentes producciones pero he encontrado cierto conocimiento personal que me guía en las siguientes cosas. Todas estas oportunidades son únicas e importantes, son experiencias que me llevaré toda la vida así que es mi responsabilidad estar preparado para aceptarlas. Teniendo esto en mente, me preparo todo el tiempo, no me gusta estar en una posición que no me permita aceptar oportunidades. Y tengo una maestra que me mantiene muy bien entrenado, he encontrado una buena continuidad en mi estándar técnico y no me tengo que preocupar si estoy en forma o no. Me siento muy tranquilo para tomar estos retos.
– ¿Cómo te fue con Mikhail Baryshnikov?
– Cuando me invitaron a bailar en esa producción no me dijeron que Misha iba a estar trabajando con nosotros y que bueno que no me lo dijeron; me emocionó muchísimo estar con él, hablar con él. Fue impresionante verlo bailar, es como si tuviera 30 años; fue impresionante ver el ambiente que quería crear no sólo con los bailarines principales sino también con toda la compañía. Tiene un ojo muy especial, inigualable. Le pregunté sobre mis versiones, sobre cómo estaba bailando, sobre mis decisiones artísticas, sobre mis proyectos. Él volteó y me dijo: “Eres muy buen bailarín, un bello bailarín. No tienes que cambiar nada, sólo en esta parte del ballet debes hacer un poco más y menos en esta otra parte”. Fue tan importante para mí que me dijera todo eso, soy uno de los pocos bailarines que han podido trabajar con él últimamente. Todo fue muy bonito porque además estuvo mi familia conmigo. Físicamente fue devastador, en una semana hice seis veces el ballet completo. Pero tenía la certeza de que era un ballet que dominaba y el público vio lo que esperaba. He conocido hasta a la Reina de Inglaterra y no me causó ni remotamente la misma emoción que hablar con él. Al terminar la función se quedó conmigo media hora más, incluso le conté de mis proyectos en México, le dije que él era un referente y que lo necesitábamos. Se rió y me respondió: “Maybe, maybe”. A mí me gustaría mucho que fuera parte de estos proyectos de alguna manera. Creo que lo podría ver otra vez para retomar todo esto”.