Tulancingo
• Los trabajos para apagar las llamas duraron aproximadamente seis horas
Pérdidas económicas incalculables dejó el incendio en una bodega de abarrotes, ubicada en la Central de Abastos de Tulancingo, la madrugada de ayer, donde elementos de Protección Civil de Tulancingo y otros municipios, laboraron por espacio de seis horas hasta controlar el fuego.
El reporte a los servicios de emergencia y rescate se dio a eso de las 5:30 horas, sin embargo, vecinos aseguran que desde una hora antes, comenzaba a vislumbrarse humo en la bodega ubicada entre las calles Victoria, Ocampo y bulevar P.I.F.S.A.L.
Al lugar acudieron unidades y elementos de Protección Civil de Tulancingo, sin embargo, al verse rebasados por la magnitud del siniestro, se solicitó el apoyo de sus homólogos de los municipios de Cuautepec y Santiago Tulantepec.
Las llamas alcanzaron parte del estacionamiento de dicha bodega, donde se consumieron dos camiones y una plataforma, además de varias tarimas de madera.
El denso humo negro y el fuego alcanzaron varios metros de altura, incluso la humareda aún se podía observar, la tarde de ayer, desde cualquier punto de la ciudad.
Para sofocar el incendio se sumaron también los esfuerzos de personal de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, además de la aportación de pipas con agua por parte de la Comisión de Agua y Alcantarillado del municipio de Tulancingo.
El presidente municipal, Fernando Pérez Rodríguez, quien acudió al lugar de la contingencia, informó que la parte más difícil de controlar fue al interior de la bodega, debido al tipo de materiales almacenados, altamente inflamables.
Además, la zona fue acordonada debido al riesgo de colapso de los muros de la bodega de abarrotes “Fromar”, sobre todo en la parte posterior, por lo que la calle de Ocampo y Victoria, permanecerán cerradas por tiempo indefinido hasta la valoración de Protección Civil para que se tomen las medidas necesarias para mitigar el riesgo.
El Alcalde informó además que, a pesar de la intensidad del incendio, no se registraron pérdidas humanas o personas lesionadas, sobre todo, gracias a la hora en la que se suscitó el siniestro.
Fueron utilizadas, por lo menos, 60 pipas de agua para atender el siniestro, además que se destinaron cinco carros bomba y diverso equipo especializado.
Las llamas consumieron en su totalidad una bodega donde se almacenaba vinos, galletas, papel de baño, periódico y mercancía diversa del giro de abarrotes.
El municipio informó que, una vez controlado el fuego, proseguirá la etapa de remoción para cerciorarse que no quede posibilidad de que resurja fuego por alguna brasa que esté activa.
Afortunadamente, el propietario de la bodega contaba con seguro ante este tipo de siniestros, y deberá de atenderse el procedimiento correspondiente para que se cumpla con un dictamen por parte de peritos de la Procuraduría y así se fije la causa que propició el incendio que dejó pérdidas materiales millonarias.
