Despreciado, el presidente municipal de Ixmiquilpan, Pascual Charrez Pedraza, no fue requerido para recibir al gobernador, Omar Fayad Meneses, ni para despedirlo tampoco, como comúnmente se hace.
Inicialmente, el gobernador arribaría a la Unidad Deportiva del municipio, donde se había habilitado un helipuerto, ahí se montó un dispositivo de seguridad para ser recibido, sin embargo sólo fue para “despistar”, informó una fuente del propio Gobierno Estatal.
La aeronave que trasladaba al mandatario hidalguense, dio dos vueltas en el lugar y de ahí se dirigió a un terreno en la comunidad de San Nicolás, donde sí aterrizó y desde donde abordó una camioneta para dirigirse al centro de la ciudad donde presidió los festejos de Navidad.
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