La BNE compra dos valiosos y únicos manuscritos a la Casa de Alba

La institución paga 400.000 euros por un par de ejemplares medievales, uno de ellos comparable al Mio Cid, que incorpora a su colección de incunables

La Biblioteca Nacional Española tiene dos nuevas joyas en su poder. Hablamos de los dos manuscritos medievales comprados a la Casa Ducal de Alba y presentados el lunes por la institución. Se trata de una adquisición de gran importancia por el carácter único de los ejemplares, que elevó su precio hasta los 400.000€. Por un lado, un libro que podría haber sido propiedad de un juglar, un raro objeto del siglo XIII sobre el que hay más misterios que certezas y que responde al nombre de “Debate de Elena y María”. Y por el otro, un tesoro encuadernado, una traducción de “Morales sobre el Libro de Job”, de mediados del XV, compuesta por cuatro volúmenes con una encuadernación mudéjar poco común, que presenta una extraordinaria y poco estudiada-iluminación a lo largo de sus páginas.
“Yo me atrevería a compararlo en importancia con el “Poema del Mio Cid”, afirma sobre el “Debate de Elena y María” Javier Docampo, director del departamento de Manuscritos, Incunables y Raros de la BNE. ¿Por qué? Porque es uno de los pocos textos conservados de los debates medievales castellanos y, además, nos ha llegado en un formato único: un libro de minúsculas dimensiones (65x55mm.), en cuyas páginas cabe poco más de un tuit (de los antiguos). Su modesta encuadernación aleja su origen de las bibliotecas nobiliarias y hace pensar que sirvió de “chuleta” a los trovadores medievales. “Es una hipótesis, pero no podemos asegurarlo con rotundidad porque no se han conservado más de su especie”, sostiene Docampo, que refuerza esta teoría recordando que también se conserva la bolsa donde se transportaba la obra, que data del XV.
El texto recoge la discusión entre dos hermanas, una casada con un caballero y otra con un clérigo, que debaten sobre cuál de los amantes es mejor, cuál de sus vidas es más virtuosa. Se trata de un tema “tratado con cierta asiduidad en poemas de los siglos XII y XII”, tal y como defiende Miguel Ángel Pérez Priego, catedrático emérito de Literatura Española en la UNED. Por desgracia, algunas de las página “una crítica por igual a los representantes de los viejos estamentos sociales”. Además, el estilo sencillo del discurso, salpicado por una interesantísima influencia leonesa, apunta a su uso popular. “Sin los adornos retóricos ni el ropaje culturalista de sus congéneres europeos”, subraya Priego, está escrito en un “estilo sencillo y directo, en pareados irregulares, forma métrica muy apta para el recitado de un juglar que se dirige a un público poco culto que se deleitaría con su crítica mordaz”.
El manuscrito salió a la luz a principio del siglo XX gracias al insigne polígrafo Ramón Menéndez Pidal (el mismo que llevó el “Poema del Mio Cid” a la BNE). Él lo recibió del bibliófilo Juan Sánchez, que a su vez lo había tomado de las manos del erudito barcelonés Salvador Barba. Poco más se conoce de su origen, aunque el tiempo ha dejado una profunda huella en sus páginas, algunas en muy mal estado por la acción de los insectos. Probablemente, el culpable del deterioro sea el lepisma, un animalillo minúsculo que se alimenta del papel. “Se va a intentar restaurar aquellas partes con un ataque mayor de los insectos para que la edición pueda ser manejada, pero siempre manteniendo la integridad del texto”, explica Docampo.

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