Regulación ¿para qué?

SABER PARA CONSTRUIR

Muchas veces se ha hablado en el mundo de que un exceso de regulación desanima a los mercados e inhibe el crecimiento. Eso es verdad…pero no es toda la verdad, sólo es parte de ella. Recordemos que una verdad es algo cierto, mientras que una mentira y una verdad a medias son siempre mentiras: En el centro de la última crisis financiera, estuvo presente una falta tremenda de regulación, la cual en un inicio promovió un crecimiento económico importante, sí, pero que al final, terminó sumiendo a la economía global en un estado peor.

¿Qué es regulación? Intuitivamente, “regular algo” nos refiere a la acción de arreglar o corregir aquello que está fuera de sintonía (como la señal de una estación de radio), fuera de intensidad (como el volumen del televisor, sea que esté muy bajo o muy alto), o quizá cambiar un objeto fuera de sitio. En sí, la regulación se refiere a la elaboración de reglas o normas que rigen las actividades sociales y económicas entre particulares; como tal, su razón de ser se justifica porque permite un mejor funcionamiento de la sociedad (pretendidamente armonioso), ya sea controlando daños ambientales, sanitarios y/o económicos,  permitiendo que haya eficiencia en los mercados, o bien, garantizando un marco jurídico apropiado.
Con frecuencia este concepto se asocia también con la corrección de fallos de mercado y/o del gobierno, buscando un orden que dé lugar a una sociedad tan óptima como se pueda; por esto mismo, se habla de la regulación como una actividad bajo cambios continuos. En 2014, el premio Nobel de economía se otorgó a Jean Tirole, por su investigación sobre regulación de mercados, pero al menos en otras siete ocasiones, las contribuciones premiadas tuvieron que ver en diferentes grados con aspectos relacionados con la regulación (2016, 2012, 2007, 2001, 1996, 1991, 1988). Existen tres formas de regulación: social, económica y administrativa (evidentemente, los efectos de una u otra van ligados).
La regulación administrativa concierne a los trámites y formalidades para gestionar la manera en la cual el gobierno interviene en las decisiones económicas y recolecta información. Por su naturaleza, suele tener un impacto sustancial en la dinámica del sector privado y por ende, en el comportamiento del PIB. En esencia, de lo que se trata aquí es de eliminar los procedimientos innecesarios y simplificar los que sí se requieran.
Respecto a la regulación social, la OCDE se refiere a ella como la que está dirigida a proteger el interés público en temas como la salud, ambiente, seguridad y cohesión social. Un ejemplo de esta regulación lo vemos en el establecimiento de pesos y dimensiones máximas de vehículos de autotransporte, de manera que su conducción resulte segura en carreteras federales (como es sabido, hay cierta efervescencia en México justo en este caso, por los varios accidentes mortales asociados con la circulación de tractocamiones con doble articulación).
Dos aspectos caracterizan a la regulación social: el atender tanto externalidades negativas como fallos de información. En cuanto a lo primero, se trata de acciones que individuos realizan, pero al hacerlo, afectan a otros. Por ejemplo, la contaminación que provoco y otros sufren cuando no tengo mi automóvil bien afinado. O bien, cuando PEMEX durante su operación cotidiana, experimenta derrames en cuerpos de agua de la localidad.
En cuanto a los fallos de información, concierne a escenarios en donde las personas carecen de información suficiente para decidir. Ejemplo de esto se presenta al viajar en un transporte concesionado: al elegir una empresa oferente y pagar por el servicio, asumimos que el autobús, el avión o el barco que abordaremos se encuentra en buen estado, pero si no es así, tarde o temprano sufriremos las consecuencias. Si supiéramos el estado real de la maquinaria de la unidad, o el estado de salud del conductor y si cuenta con un descanso adecuado, probablemente nuestra elección no sería la misma.
Por otro lado, la regulación económica se encarga de casos en donde los mercados, sin asistencia alguna, operan de manera ineficiente, sea por un exceso de concentración del mismo o por prácticas inapropiadas en general. Lo más típico es el problema de una empresa dominante, que evita la entrada de otras en el mercado y usa su posición para imponer precios excesivos o desatiende quejas sobre el servicio. Aquí, la intención de la regulación es asegurar que haya competencia y que, como resultado, el usuario o consumidor se vea adecuadamente beneficiado por el servicio.
El ejemplo por excelencia en la actualidad lo vemos en las telecomunicaciones. Recientemente se hizo el anuncio de que TELMEX y Telcel fueron autorizados por el IFETEL para cobrar a sus competidoras una tarifa por el uso de su red de interconexión. La tarifa cero en el estatus previo, permitió una reducción en los precios de los servicios y una mayor competencia, con ganancias probadas en calidad, asequibilidad y cobertura para los usuarios. En cambio, aún no es claro el efecto que tendrá la nueva medida tarifaria. Este asunto es un problema de regulación económica.
Muchas veces se ha hablado en el mundo de que un exceso de regulación desanima a los mercados e inhibe el crecimiento. Eso es verdad…pero no es toda la verdad, sólo es parte de ella. Recordemos que una verdad es algo cierto, mientras que una mentira y una verdad a medias son siempre mentiras: En el centro de la última crisis financiera, estuvo presente una falta tremenda de regulación, la cual en un inicio promovió un crecimiento económico importante, sí, pero que al final, terminó sumiendo a la economía global en un estado peor.
Así, ya sea por la cantidad de procedimientos regulatorios, por la calidad de los mismos, o incluso, por el peso político de las empresas en cuestión,  ojalá que no se repita la experiencia en esto otro: En su propia dimensión, el problema en México de la interconexión de redes de telecomunicación, requiere una atención profunda, constante y que no ceda ante la presión de los agentes empresariales involucrados, es decir, requiere una adecuada regulación; ¿será esto posible?
*Investigador asociado en El Colegio del Estado de Hidalgo.

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