LOS TAMALES DEL RECTOR
ADOLFO PONTIGO LOYOLA
Dijo el señor Rector, ADOLFO PONTIGO LOYOLA, que la llegada de un Órgano Interno de Control (OIC) a la Universidad, sería violatorio de la autonomía de la casa de estudios y señaló palabras más palabras menos que, se correría entre otros peligros, el de que se quisiera inmiscuir en el modelo educativo, hasta el grado de buscar cambiarlo y para darse a entender, al fin maestro, puso un ejemplo genial, digno de un rector, algo que se debe subrayar como modelo de pedagogía, sobre todo de quien dirige a nuestra universidad una y otra vez ensalzada como de las mejores del mundo.
¿Qué dijo el señor Rector delante del titular del Patronato Universitario, el señor licenciado Gerardo Sosa Castelán, de cuatro ex rectores, invitados y prensa que cubría la conferencia de prensa?… Dijo que, en una de esas se les podía ocurrir a los que quieren colocar un OIC en la UAEH, cambiar carreras universitarias en su contenido como la de Gastronomía y convertirla en la elaboración de Tamales.
Tremendo el señor Rector y sus tamales.
Claro que eso no debe ser, nuncamente se debe permitir. Cómo que cambiar la sagrada carrera de gastronomía por un vulgar diplomado de tamalólogos, nunca… nunca.
¡Ah pillines diputados, con que eso se traían entre manos!, pero no contaban con la astucia del Rector Pontigo, que en un dos por tres los puso quietos.
Y no contento con eso, se siguió de frente, ya estaba encarrerado y dijo que se podía dar el caso de que los del OIC podrían tener la ocurrencia de hacer del espacio deportivo de la universidad un lugar para equinos… un paraíso para caballos.
Buen ojo del Rector que se adelanta a los peligros reales que corre la casa de estudios. Cómo que caballos en lugar del deporte para los universitarios, vaya ocurrencias de los del OIC.
LA UAEH SE AMPARA
Antes don Adolfo había informado que la universidad recurriría a un amparo ante las instancias federales, por considerar que se violaba la autonomía universitaria con el órgano Interno de Control que se pretende imponer a la casa de estudios y que distinguidos juristas rechazan junto con la universidad y que los estudiantes de la UAEH en su momento sabrán tomar sus decisiones si sigue este atropello.
El señor licenciado Gerardo Sosa, medido en sus comentarios, con la experiencia que dan los años, fue más comedido que quien funge como rector y dijo que apoyaba a Pontigo Loyola y que pese a las presiones que hay para que se suba al ring con el Gobernador, no lo hará como tampoco lo hace el Jefe del Ejecutivo y que en todo caso es cuestión de esperar.
LO QUE SE VE…
Todo indica que no hay tal violación a la autonomía universitaria, como gritan los del Grupo Universidad, encabezados por Sosa Castelán y sus aliados. El Congreso ayer mismo emitió un posicionamiento bien claro, en que subraya en contra de los lamentos tamaleros del rector, que la comunidad universitaria continuará con la libertad de cátedra e independencia en la toma de decisiones para la vida institucional, que la autonomía NO ES TEMA EN LA REFORMA, QUE LA AUTONOMÍA NO SE TOCA Y QUE LOS CONTRALORES INTERNOS NO SERÁN AUTORIDADES CON INJERENCIA EN LA VIDA INTERNA DE LOS ORGANISMOS AUTÓNOMOS, POR LO QUE NO INTERVIENEN EN EL AUTOGOBIERNO DE LOS MISMOS.
Y entonces… ¿POR QUÉ TANTOS SOMBRERAZOS?
El problema es el dinero y lo que significa para el Grupo Universidad, en cuanto a posibilidades de poder, de acuerdo a lo que se conoce como regla de oro para ser político de éxito o un político enfilado al fracaso: “UN POLÍTICO POBRE, ES UN POBRE POLÍTICO”.
Y Sosa no quiere ser un pobre político.
Los que saben de este asunto apuntan que la pelea no es por la autonomía y que es más bien por el manejo discrecional del dinero que permite un gobierno casi paralelo al del estado, con un partido político propio que es MC, un dirigente incondicional en DAMIÁN SOSA y con presencia en otros institutos políticos gracias al poder económico, con empresas que se mueven de acuerdo a los movimientos de cabeza de su jefe, de todo el personal universitario que dependen en sus cargos y vida institucional del patrono de la casa de estudios, de todos los organismos creados como redes de poder con los que se cuenta para movimientos grillos.
En todo se debe gastar dinero y la universidad es fuente buena para ello.
El poder detrás de esta pelea que tiene en la autonomía un buen pretexto incluso para sacar a marchar a los estudiantes a la calle y provocar ingobernabilidad si hace falta, para no perder la mina de oro.
Vendrá la batalla legal.
Se puede dar incluso el caso de que el tribunal federal se incline por el grupo universidad.
Pero aún con esta improbable victoria, de antemano están derrotados ante la opinión pública que como nunca están conociendo quién es quién en este embrollo.
En todo caso no es cuestión de tamales…
Eso fue una “perla” del Rector para lucirse ante su jefe… y esto se queda para la historia del estado y la historia no perdona.
