Peatón culpable si el accidente es cerca de un puente

IMPRUDENCIA QUE CAUSA MUERTE (PARTE 2)
Pachuca, a la cabeza de hechos terrestres y de atropellamientos

Después de un impacto o colisión, tanto el conductor como la víctima, experimentan emociones y sensaciones, que obstaculizan el desarrollo habitual de actividades, aunque para este último la terapia es lo de menos, ante la segunda oportunidad de vida que le otorgaron.
Santiago Lira Hurtado, es un joven de 17 años de edad, estudia el cuarto semestre de preparatoria, y vivió la terrible experiencia de ser atropellado y ver su vida pasar en instantes, pero afortunadamente el hecho no pasó de moretones, rasguños y un episodio más en su vida.
-Fui a Galerías con mi hermana y mi papá, la camioneta estaba estacionada en el Hotel Camino Real porque estaba lleno el del centro comercial; cuando íbamos de regreso a la camioneta mi papá se adelantó, mi hermana y yo cruzamos la primera calle hasta llegar al banco, había una fila de carros porque estaba el alto del semáforo, entonces comencé a caminar para cruzar hasta que escuché – “Espérate”.
Hace una pausa y agacha la mirada, como intentando recordar y olvidar al mismo tiempo – Fue mi papá el que gritó, me paré en medio y me quedé quieto, enseguida se escuchó el rechinar de las llantas de un taxi, volé y me desmayé.
Justo en ese momento cuando me desmayé, vi como mi vida pasaba y en ese momento lo único que pensé fue, hasta aquí llegué, es lo único que pensé. Sentí el carro encima, de hecho lo hundí del cofre, lo bueno fue que metí las manos al momento de caer y no me pegué en la cabeza, me empujó, me pegó, me caí y reboté hacia la calle.
Continua con angustia – Cuando vuelvo en mí, estaban la mujer taxista, policías, además de mi papá y mi hermana que estaban muy espantados, con la adrenalina no me dolía nada, sólo de costado – gira el torso y señala los puntos exactos del golpe.
Los policías preguntaron si quería meter una demanda, pero contesté que no porque yo había tenido la culpa, la taxista dijo que era paramédico, me revisó y dijo que no tenía nada, pero si quería llamaba a la ambulancia; le respondí que no, me paré y nos fuimos caminando hacia la camioneta, llegando ahí empecé a llorar porque estaba muy espantado.
Inhala lentamente y exhala soltando nuevamente esa angustia, en tanto juguetea con los dedos de las manos, las entrelaza y luego las suelta para reiniciar con la narración – Ahora tomo mis precauciones, pero mi hermana se quedó con el trauma, yo lo sentí, pero ella lo vio todo, afortunadamente no pasó nada, solo estuve como una semana con muchísimo dolor en todo el cuerpo, me quedaron algunos rasguños y moretones.
En ocasiones escucho un rechinar de llantas y me espanto, cuando duermo también me despierto espantado, y para pasar las calles tomo mucha precaución; de alguna forma cambió mi vida,  aprendí a valorarla, si estoy aquí es por algo, me quedé con esa experiencia de que por algo estoy aquí y no me pasó nada – concluye Santiago Lira, con una sonrisa agradeciendo una segunda oportunidad.
LAS CIFRAS
De acuerdo con cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) delegación Hidalgo, en el rubro de accidentes de tránsito terrestre en zonas urbanas y suburbanas por municipio según tipo de accidente, en el 2014, se registraron alrededor de 4 mil 153 incidencias en todo el estado, de los cuales 60 fueron fatales, 674 no fatales, 3 mil 419 solo fueron daños, arrojó 71 muertos y mil 132 heridos.
Esta cifra disminuyó en el 2015 con 3 mil 659 accidentes, 66 fatales, 672 no fatales, 2 mil 921 con daños, 80 muertos y mil 220 heridos, además del total de accidentes, 2 mil 407 fueron colisiones con vehículo automotor, 156 con peatón, 530 con objeto fijo y 566 con otros.
Asimismo, Pachuca de Soto fue el más accidentado con mil 164 incidencias, le sigue Mineral de la Reforma con 841, continua Tulancingo con 667, Tula de Allende 503 y Progreso de Obregón 216 accidentes.
Asimismo en colisiones con peatones, la capital del estado encabezó la lista con 61 reportes, Tulancingo con 34, Mineral de la Reforma 19, Tula de Allende 16 y Progreso de Obregón 13.
FALTA CULTURA VIAL
Al respecto Guillermo Vergara Aguirre, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad de Pachuca, aseguró que a partir de septiembre de 2016, esta cifra se redujo de 876 a 626 hechos de tránsito terrestre, es decir disminuyó en casi un 30 por ciento.
Detalló que las principales causas son por conductores en estado de ebriedad, el uso de telefonía celular mientras manejan, las prisas por llevar a los niños a la escuela, principalmente por la mañana y las lluvias que ante la falta de precaución se impactan, principalmente en el bulevar Colosio y Felipe Ángeles.
Específicamente en el caso de atropellamientos, puntualizó que se debe a la imprudencia de los peatones al cruzar en lugares no señalados, y también por operadores del servicio público que “se van correteando porque tienen un tiempo para llegar a su destino, así como las competencias de las rutas por ganar pasaje, y eso genera que manejen a exceso de velocidad, tengan falta de precaución y no piensen en los usuarios”.
En ese sentido Vergara Aguirre apuntó que la dependencia que encabeza ha realizado reuniones con los concesionarios de las diferentes rutas con la finalidad de que concienticen a los operadores de la responsabilidad que tienen.
Indicó que las incidencias de atropellamientos por parte del servicio público es mínimo, y del total de hechos de tránsito terrestre, el ocho por ciento corresponde a este accidente; “no es muy común, no se da a diario, no es algo que nos pueda prender un foco rojo”.
En el sentido de la ubicación y cantidad de puentes peatonales subrayó, “vivimos en el siglo XXI donde la población ha tenido un crecimiento desmedido, y estamos tan mal acostumbrados a tomar el servicio público donde se nos antoje; los puentes están debidamente ubicados pero al ciudadano no le gusta caminar y cruzamos incluso abajo del puente”.
Por lo anterior advirtió que de existir un atropellamiento debajo de un puente, con consecuencias de incluso la muerte, “el conductor no es responsable, porque el peatón tiene la herramienta a un metro pero a los ciudadanos no les gusta subir escalones, prefieren cruzar y arriesgar su vida”.
Ante este panorama Guillermo Vergara enfatizó que es urgente fortalecer la cultura vial entre la ciudadanía, a través de campañas de concientización y utilizando las redes sociales, “en nuestras reuniones de proximidad social y gestión comunitaria, y a través del área de prevención del delito brindamos recomendaciones y seguritips para diferentes temas en la materia”, concluyó.

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