Por un mensaje

RELATOS DE VIDA

Por fin era viernes, Aracely salió de trabajar y se dirigía a su casa para preparar la comida y disfrutar de los alimentos con su hija, para seguir con una tarde dedicada a películas, juegos y golosinas.
En camino hacia su casa también estaba Jorge, su esposo, quien previamente a su salida sostuvo una reunión con sus compañeros de trabajo, se había pasado un poco de copas, sin embargo consideró que presentaba las condiciones para poder manejar.
Mientras en casa, Aracely y su pequeña, se disponían a observar la primera de las cintas, “La bella durmiente” fue la opción, habían preparado palomitas, sirvieron un plato con botana, tenían una botella con agua de sabor, colocaron unas servilletas y también unas frazadas para estar cómodas.
La película estaba a la mitad, cuando escucharon la llegada de Jorge, ambas se dirigieron a la entrada para recibirlo, y después de abrir la puerta, los tres se unieron en un abrazo cálido, tenía cuatro días distanciados por cuestiones laborales.
Continuaron viendo “La bella durmiente”, y ya no habiendo tiempo para juegos, se preparaban para dormir, cuando una notificación de mensaje de texto al celular de Aracely, modificó la rutina hacia la cama.
Jorge tomó el celular y alcanzó a leer: “Te amo, no sabes todo lo que mueves en mí”, el destinatario era Ricardo, un compañero de trabajo de Aracely; las letras lo encendieron y se transformó, algo tipo Hulk, y se abalanzó contra su esposa quien acomodaba las cobijas para por fin dormir.
-¿Qué te pasa, por qué te pones así, qué tienes? – alcanzó a pronunciar a pesar de que las manos de su pareja casi le obstruían la respiración – ¿por qué te habla así Ricardo, qué tienes con él? – cuestionó con ira – Nada, solo hemos tenido contacto por las reuniones laborales, pero nada más – respondió Aracely y acto seguido Jorge la soltó y se levantó, para sentarse a la orilla de la cama y tomarse la cabeza.
Ya no hablaron, cada quien se acostó de su lado de la cama, evitaron cualquier tipo de contacto, aunque cada quien desde su trinchera pensaba en que haría o diría al siguiente día, con tantos pensamientos, suposiciones y soluciones les llegó el día.
Aracely fue la primera en levantarse y con voz firme sentenció, – siempre me he respetado, te he respetado y sobre todas las cosas respeto a mi hija y mi casa; jamás di motivos de una infidelidad para que pienses mal de mí y reacciones de ese modo; por el momento lo mejor es que te vayas, calmes tus demonios y pienses con la cabeza fría, porque este fue la primera y única vez que me tocas.
Estas fueron las palabras que Aracely había escuchado en una novela que había visto la noche anterior a la discusión, y aunque no era fanática de estas series, la frase no sólo se quedó grabada sino que también la usó en su defensa.
Tiempo después una cita los volvió a reunir, pudieron platicar y finalmente decidieron regresar, Jorge sabía que reaccionar violentamente no era una opción, ante un disgusto o un malentendido.

Related posts