SEGUIR HACIENDO CAMINO

“Caminar, caminar y caminar.

Aún no es tiempo del descanso eterno.

La primavera nace del invierno

y morir es, también, resucitar”.

 PGH

 

Hace diez añosel Gobernador, recién electo, después de una conversación plena de recíproca confianza, tomó la decisión: un servidor público que había sido Profesor, cuadro permanente en organizaciones partidistas estatales y nacionales, legislador local y en el Congreso de la Unión, Delegado Federal y titular de algunos importantes cargos en la administración pública estatal (como se advierte, ninguna actividad relacionada con la impartición de justicia) sería propuesto para la Presidencia del Tribunal Fiscal Administrativo, en sustitución del Maestro de maestros, Don Alejandro Straffon Arteaga.  El Gobernador se llamaba Miguel Ángel Osorio Chong y el servidor público es quien escribe.

 

Esto, que tan fácilmente se dice, en su momento significó un difícil trance para una personalidad que, si bien era escolarmente Licenciado en Derecho, en la realidad no era Abogado.

 

En esos días se puso de moda el uso de la toga y el birrete para aumentar la solemnidad de ciertos actos en el Poder Judicial.  Una Magistrada del Tribunal Superior de Justicia me hacía la siguiente observación: “Oye debajo de la toga te advertía incomodo, molesto… sumamente a disgusto” yo le contestaba.  “Resúmelo en una sola palabra: ¡farsante!  Tengo gran respeto por el simbolismo académico de ambas prendas y definitivamente no lo merecía.  No tenía el alto nivel que se requiere para portar tal indumentaria”…  Después de diez años toga y birrete continúan prácticamente nuevos.

 

Tras la decisión, que en ese entonces considerédesastrosa y que acepté por orgullo, pude adoptar cualquiera de dos caminos: “nadar de muertito” o especializarme académicamente.  Opté por el segundo:diplomados, congresos, paneles, cursos especiales, comunicación directa con “monstruos sagrados” de la materia… hubo de todo.  Entre otros, logré privilegios como: recibir el grado de Especialista en Derecho Administrativo por la UNAM; ser Miembro Fundador del Capítulo Mexicano de Derecho Público, con sede en Atenas, Grecia y la publicación de mi libro “La Constitución del Estado de Hidalgo en Sonetos” por parte del Instituto de Investigaciones Jurídicas de nuestra Máxima Casa de Estudios.

 

El actual Gobernador, Don José Francisco Olvera Ruiz, en un gesto que mucho agradezco decidió, dentro del periodo legal, promover el nombramiento conducente ante el Congreso para lograr la deseada inamovilidad.  Con una ley reformada, las reelecciones anuales como Presidente se terminaron para dar paso a una sola elección, por cuatro años que concluyó este abril.  Heme aquí, ahora al frente de la Primera Sala.

 

Un “destacado periodista”: profesional, inteligente, culto y tan valiente que oculta su nombre tras el anonimato de ciertos “trascendidos” en un diario local, hace unos días celebró con júbilo mi anunciada salida, pues consideró que así se liberan espacios para las nuevas generaciones.  Agradezco profundamente su doctoral orientación, ahora que su pronóstico se cumplió.

 

En la administración pública (en sentido amplio los tres poderes la tienen), no hay espacios vacíos.  Así, las decisiones tienen que darse en términos fatales.  Por  mandato del Pleno, la responsabilidad de presidir el Tribunal, recayó en la Magistrada Percys Susana Cravioto Luna, con quien compartimos diez años de paralelismo profesional.  La misma voluntad política nos trajo al Poder judicial y al mismo tiempo fuimos ratificados.  Sé, me consta su preparación jurídica, su experiencia jurisdiccional de un cuarto de siglo; su ética intachable como  abogada y como persona…  En buenas manos queda este entrañable órgano colegiado, por los próximos cuatro años.

 

En prácticamente, todas las entidades federativas, los tribunales de lo Contencioso Administrativo son, algo así como “los patitos feos” de la impartición de justicia: sueldos, bonos, participaciones públicas y otros beneficios de que disfrutan otros tribunales, no los compartimos.  Es difícil luchar contra el prejuicio de un ligero, casi nulo, movimiento de expedientes.  Nuestra estructura de apoyo sigue siendo prácticamente la misma desde los tiempos heroicos de Ángeles, Straffon y Chávez Bustos, aún cuando la carga de trabajo, se ha casi cuadruplicado.

 

En fin, cada ciclo que termina es muerte y resurrección: “Sic transit gloria mundi”.

 

Las glorias pasadas no deben servir para aferrarse a ellas y vivir de los recuerdos, sino como puntos de referencia para construir nuevas, aunque el futuro parezca corto.

 

Muchas gracias al excelente equipo de trabajo del TFA.

 

Muchas gracias a las autoridades por aceptar los fallos y cumplir las sentencias.

 

Muchas gracias a la ciudadanía por su confianza.

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