SE LA ECHAN AL PLATO CON TODO Y SU PRODUCTO
Una joven mujer que estaba muy contenta embarazada, perdió la vida al ser atropellada en el tramo de la carretera Huejutla-Chalahuiyapa, por un conductor de un moderno automóvil que circulaba a toda velocidad.
El accidente ocurrió la tarde del domingo, a las 2, a la altura de la colonia Flavio Crespo, en el momento en que Rosalinda, de 25 años, originaria de Huautla y vecina de la colonia huejutlense, Carlos Salinas de Gortari, de profesión contadora, intentaba cruzar la carretera.
La muerte de la mujer embarazada fue instantánea, cuando le llegó por la retaguardia un coche Volkswagen Jetta, con placas de circulación HNV-5236, tripulado por Gabriel, vecino de la colonia centro. Fue detenido por los gendarmes cuando intentaba darse a la fuga.
Al lugar se presentaron los paramédicos de la Cruz Roja, el personal del Cuerpo de Bomberos y Protección Civil, quienes le hicieron la lucha, pero no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
Se dijo que la accidentada, feliz de la vida, se dirigía a hacer unas compras en una tienda de autoservicio cuando, al pasar la carretera, fue alcanzada por el veloz automóvil que salía de una curva. El chofer lo conducía a más de 100 kilómetros por hora, cuando en ese tramo se debe de circular por lo mucho a 40 kilómetros
El agente del MP y miembros de la Policía Investigadora hicieron las diligencias de ley y ordenaron el traslado del cuerpo de la mujer embarazada al anfiteatro local, donde le practicaron la necropsia de ley para determinar la causa de su muerte.
El responsable se lo llevaron a los separos para determinar su situación legal. Aunque a gritos pide que lo dejen salir porque ella tuvo la culpa.
UNA MUJER DENUNCIA A UN ABOGADO
Una mujer, en su desesperación, buscaba por todos lados que la ayudaran porque su viejo la había abandonado y le dejó 4 hijos. Que comen como pelones de hospicio, y ella quería obtener una pensión alimenticia para sus retoños.
Siguiendo consejos, acudió con un abogado que le decían que era lo máximo para arreglar estos biznes, pero nunca pensó que era el abogado del diablo, quien la intimidó, la acosó y la utilizó para que le dieran para sus tuna sus amigos.
Fueron 6 años los que aguantó de maltrato, que ella creyó que habían terminado. Recibía de todo menos la pensión, sin embargo, el mismo abogado, una y otra la vez, la busca para hacer el mismo procedimiento.
Lo que hacía era quitarle el dinero que ella obtenía poniéndole con varios cuates, y él se descaró dándole para sus tunas junto con otros abogados de su misma calaña.
Con mucha pena y angustia, la joven Ariana, acudió a ver a uno de los reporteros del Diario Plaza Juárez, a acusar públicamente, la vida amarga que padece. Le ha ido tan mal, sólo falta que la orine un perro.
Pues teme que este desgraciado del abogado del diablo, como presume de que tiene muchas influencias, atente contra la integridad de ella y su familia, ya que la amenazó que le iba a quitar a sus hijos.
Le dijo el reportero estrella, que no le tenga miedo y que no tema, porque sólo Judas temió, y si quería, que se lo enseñara, y él le rajaba toda su madre por encajoso. Pero antes le dijo que le contara todo con detalle, sin mentiras y exageraciones, y él le arreglaría su asunto. Que dejara de temblar porque la gente iba a pensar que quería hacer la chis.
Primero le dijo el reportero que iba hacer responsable al abogado de cualquier daño que pueda hacer sufrir en sus bienes o en su familia. Le repitió el periodista: “Ya suéltela. Ya le dije que yo lo desmadro. Cuénteme sin decirme ninguna mentira, porque le pueden crecer las narices como a Pinocho”. Y esto fue lo que le conto.
En el año 2010 se le fue de la casa su pareja con otra vieja. Desde entonces andaba buscando ayuda jurídica para que su marido le pasara una pensión para que comieran sus hijos, como marca la ley.
Primero fue al Ministerio Público, de ahí la mandaron a que fuera a Protección a Víctimas. Luego la mandaron que fuera al DIF estatal, pero ahí le dijeron que fuera al municipal, y de ahí a lo segundo de lo penal, y luego que se presentara con los Derechos Humanos.
Nada más la traían como calzón de mujer mala, para arriba y para abajo, hasta que por fin le dijeron que había un licenciado muy bueno, que era pariente del Tigre de Santa Julia, porque se la come a puños. Se llama Oscar Ramírez, que era el hay nanita para arreglar pensiones de los desobligados.
“Hablé con él y le conté mi caso, y me dijo que él, cerrando los ojos, me arreglaría el caso, pero con la condición de que trabajara en su oficina.
“Así lo hice. Un día, con engaños, me llevó a Pachuca, y justo en la entrada de ese municipio, se desvió y se metió a un motel.
Quedé sorprendida cuando vi que de la cajuela salieron dos hombres”.
La violaron entre los tres. “Estaban tan jariosos los mendigos, que se aventaron hasta el mañanero. Desde ese momento fui amenazada, intimidada, golpeada. No podía pedir auxilio porque me dijo el licenciado que si gritaba o decía algo, lo iban a pagar mis hijos.
“Tenía miedo de la amenazas de que iban a matar a mis catarros. El abogado hacía fiestas con la finalidad de venderme entre sus amigos. Y así comenzó a tener dinero y poder. Y tenía mayor influencia pública.
“En lugar de andar vestido de traje, se vestía como Pedro Navaja. Un día del año pasado, logré salir de ese martirio, pero él licenciado otra vez comenzó a acosarme, a hacerme la ronda. Me dijo que quería hacer negocios como los de antes, que no me negara, porque era conocida en el ambiente y me decían la Nalga de Oro. Y si no cedía me iba a matar.
“Una vez acepte salir con un amigo de él. Era un viejito que se veía que ya no le subía el agua al tinaco. Me mostró bandera blanca”.
Sólo quería escucharla para ayudarla. “Y me convenció”. Luego se le quiso subir dentro del automóvil. “Me defendí como gata boca arriba, pero la fuerza de aquel hombre me doblegó, y me dio de madrazos, en la cara principalmente, dejándomela como Lyn May”.
Sospecha que ese infeliz que se presentó como profesor, conocía al abogado Oscar Ramírez. Y a la fuerza le quitó los calzones.
Por fortuna pasó por ahí una patrulla de la municipal, que observó la agresión, pero les dio su mochada, y lejos de ayudarla, la policía empeoro la situación.
“Y como no le fui la rebanada de pastel, me acusó con los policías; fui detenida y mandada a la barandilla, durante dos horas, con importantes lesiones que tenía.
“Les dije una vez y se los repetía como tres, que el profesor quería abusar de mí, y como no me dejé me golpeo. Tuve que pagar una fianza de mil 700 pesos, que me impuso el juez conciliador, que no digo su nombre porque le puede ir de la patada”.
Dijo que nunca le entregaron un recibo de pago de la multa, ni un documento de su entrada y salida del bote. El juez dijo que no lo necesitaba. El Ministerio Público acudió a la barandilla pero dijo que no había delito qué perseguir.
De igual forma la revisó un médico legista, que tampoco le entregó por escrito el dictamen de su estado de salud. Ante tal situación, solicitó al procurador general de Justicia, Ramiro Lara, su intervención para iniciar la carpeta de investigación, que le negó el que la tenía que hacer, el MP en turno, asignado en Actopan.
El reportero dijo que el ataque en pandilla, se llama Violación. En venderla con sus amigos, se llama Trata de personas. El profesor que se la quería echar y le pegó, para no tener broncas con su vieja greñuda, les ha de haber soltado una buena mordida a los pobrecitos policías, que la compartieron con el MP.
De lo que dice, y debe estar segura, es quejarse ante la defensa de la mujer; y acusar también al procurador y al médico legista, y a todos los monos que estuvieron involucrados.
“Hágalo, no les tenga miedo, porque así hay tipos como estos en todas partes. Dígale a la representante de la defensa de la mujer, que la ayude. Cuéntele todo lo que le pasó. Y que la manden con un magistrado para que ese caso no se quede así. Por eso hay leyes y juicios orales. Si eso fue en Actopan, haga su denuncia aquí para que vayan a investigar allá.
“Sin temor de que cumplian las amenazas. No les tenga miedo. Si ya se cobraron a lo chino. Y nosotros tenemos un respeto como a nadie, ante el procurador, Ramiro Lara. Pero también tiene derecho a denunciarlo, para eso tenemos magistrados.
“Junte sus pruebas, sus testigos, y pida una audiencia con el señor gobernador. O busque la forma de hablar con la gobernadora Victoria Ruffo, que como mujer le echará la mano. Y al primero que tiene que denunciar es al sátiro licenciado Oscar Ramírez, para que lo investiguen, si deveras es abogado o a lo mejor es un padrote del bajo mundo, que le gusta sacar provecho de mujeres como usted”.
UN MÚSICO SE ENDROGÓ
Mató a un hombre que manejaba motocicleta. Trágica muerte encontró un motociclista al que se llevó de corbata una camioneta conducida a todo lo que daba la máquina, por un conocido cantante, cuando circulaba por la carretera de Ixmiquilpan-Cardonal, a la altura del lugar conocido como Los Pinos.
Los testigos estaban por linchar al músico del grupo “Torbellino”, sin embargo lo rescataron. Las autoridades policíacas informaron que una camioneta Nissan Extra, rebasaba con exceso de velocidad en la carpeta asfáltica. Por su falta de precaución le agarró la mano el chango, y atropelló al motociclista. Al ver que le había dado en la madre, se peló de casquete.
Pero, minutos más tarde, se logró la detención del responsable que fue identificado como el vocalista del grupo, que los gallos se le atoraron y hablaba ronco. Por más que le hicieron la lucha para revivir al motociclista, ya no pudieron hacer nada. Se había ido a rendirle cuentas a San Pedro.
La policía informó que, como a las 8 y media, le llegó una mentada, perdón, una llamada al 911. Dijeron a los policías que una camioneta le había dado en la madre a un hombre que iba montado en su caballo de acero. Llegaron los paramédicos de la Cruz Roja y Protección Civil, pero nada más de mirones, pues ya no se pudo hacer nada.
Algunos trataban de hacerle la lucha para volverlo en sí, soplándole la nariz, dando respiración de boca a boca, pero nada.
La víctima se llamaba Avelino H., de 34 años. Se sabe esto por las identificaciones que llevaba.
Fue tan duro el madrazo, que su muerte fue instantánea. Dispersaron a la gente y se llevaron al cantante para que cantara ante el ministio público, qué había pasado. Pero dijo que no lo vio, que de un momento le salió y se lo llevó.