SEDICENTE VELADOR RESULTÓ LADRÓN
La policía terminó con su minita de oro. Detuvo a un sujeto que se decía velador de la colonia Punta Azul. En sus acostumbrados recorridos, vieron salir a un tipo de una obra en construcción, quien cargaba un costal en el lomo.
Los gendarmes echaron a andar su estrategia, lo vigilaron de lejos, observando que regresó de nuez a la obra, de donde se llevaba diversos tramos de tubos de cobre que arranco de la instalación hidráulica.
A los uniformados les habían dado el pitazo sobre la presencia del sujeto que andaba sobre Constituyentes del fraccionamiento que ya les dije, donde los azules andan con los ojos bien abiertos porque seguido hay robos.
También les habían reportado que un individuo se había metido a un domicilio, por esa razón los gendarmes fueron al lugar y no le quitaban los ojos encima al tipo que entraba y salía por todas partes. En ese momento los policías volvieron a escuchar por su radio la llamada de un vecino vigilante.
Le contestaron al C-2 que todo estaba bajo control, que no lo perdían de vista y miraban todos sus movimientos. Poco después les volvieron a hablar para decirles que una mujer desde su ventana tomó fotografías del ladrón. Les ordenaran que ya no estuvieran jugando al gato y al ratón, que de una vez actuaran porque había muchos reportes del mismo individuo.
Los uniformados se acercaron a la casa y a gritos le ordenaron que saliera con las manos en alto, pues con cualquier movimiento en falso lo rellenaban de plomo. Salió el individuo con una bolsa con pedacería de tubos de cobre. Al preguntarle cómo se llamaba y cuántas hermanas tenía, les dijo que el ahí trabajaba como velador y les mostró una credencial del partido tricolor, era priista, tuzo y guadalupano. A los policías los llamó compañeros.
En esos momentos llegó el dueño de la construcción, quien les dijo que él no ha contratado a nadie como velador, porque ellos mismos son los que roban, y mucho menos a ese chaparro que tiene cara de ratón. Los uniformados se llevaron al falso vigilante, con medio costal de tubos de cobre y lo pusieron ante el Ministerio Público.
AGARRARON A FEMICIDAS
Estos malditos son expertos en ataque sexual y crimen brutal. A unas cuantas horas de haber cometido un crimen, les cayó la tira a los probables responsables, que se llaman Julio y Mario, quienes fueron pasados al MP.
Andaban locos por los humos del alcohol y las drogas, cuando atacaron sexualmente a la novia de uno de ellos y luego se la echaron al plato. Cuando menos lo esperaban les cayeron los integrantes de la ley y el orden, llevándolos al tambo por el delito de femicidio.
La Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo, que encabeza mi querido capitán, dio a conocer que dos desgraciados tienen 27 y 50 años, son del municipio de Tezontepec de Aldama y están acusados de violadores y asesinos, pues antes de que cantara el gallo el sábado 2 del presente mes abusaron sexualmente de la mujer y luego la asesinaron.
La Coordinación de Investigación recibió una llamada telefónica del oficial de guardia de la policía municipal de Tezontepec de Aldama informándoles que estaba una motocicleta gris, abandonada. Además tenían detenido a un hombre que reportó que su novia había desaparecido como conejo de mago.
Al llegar los agentes y estar con ellos como cuchillito de palo, el mono les dijo que andaba paseando a su novia Citlali Hernández Alvarado en la motocicleta, en la madrugada, y en el camino encontraron a Mario, quien circulaba a bordo de un Ford Mustang, invitándolos a que le siguieran la tos al gato.
Dijo Julio César que se pasaron las horas y en el camino, cuando se retiraban, tomaron por la fuerza a la mujer. Como se resistía y no quería cooperar, fue golpeada, violada y asesinada. Con lo que les contaron, los agentes se los llevaron y los dejaron ante las autoridades correspondientes. No les leyeron la cartilla de buena conducta, ni tampoco les dijeron el por qué se los llevaban, ya que iban hasta la madre de drogados. Pero se les acusa de homicidio y violación.
CHOCARON CONTRA UN ÁRBOL
Uno de ellos quedó herido. De momento se escuchó un seco madrazo, pues un camión grande y viejo se impactó contra un árbol en el bulevar Nuevo Hidalgo, frente al mercado Soriana. Se llevaron al hospital al acompañante del chofer del camión de la empresa Bachoco, con lesiones graves.
Los hechos ocurrieron a las 5 de la mañana, antes de que cantara el gallo, en Pachuca. Según dijeron los uniformados, la unidad era manejada a gran velocidad y sin precaución en el lugar donde están haciendo obras. El chofer José Juan Vera López, de 35 años, perdió el rumbo y se salió del camellón, luego de tumbar un árbol, produciéndose lesiones su copiloto, al darse un fuerte calaverazo en el techo de la cabina.
Por las moscas, los uniformados se lo llevaron junto con su camión, al corralón y ante el MP, para que arregle su situación legal. Se quedó en las mazmorras y está preocupado por su compañero porque parece que su cabeza le quedó como calabaza.
SE MURIÓ EN EL PANTEÓN
Hugo Chávez Chávez, de 35 años, se cargaba una pena en el alma que solamente el alcohol podría alivianarla. Se metió al panteón y fue a llorar a una de las tumbas que se encuentran hasta el fondo, acompañado de una botella. Dicen algunos de los vecinos que viven cerca del cementerio, que por la noche escuchaban el aullar de los perros, el viento soplaba moviendo los árboles, pero nadie se atrevía a ver qué era lo que pasaba, pensando que era un alma en pena. El borracho terminó muerto por una congestión alcohólica, encima de la tumba.
Todo comenzó cuando un tal Hugo, con domicilio en el barrio de Progreso, municipio de Tecozautla, entró al panteón bien zumbado, apenas se podía sostener. Para no caer, se controlaba con los brazos hacia abajo y se iba de un lado a otro, parece que andaba agarrando pollos. Eran como las 9 de la noche, pero nadie lo vio entrar.
Al día siguiente el velador del camposanto, cerca del mediodía, cuando hacía su rondín, descubrió el cuerpo de Hugo, que estaba tieso. Al verlo se espantó y salió corriendo a la administración, habló por teléfono para informar que un muerto se había salido de su tumba, que si podían llamar al sacerdote de la iglesia para que lo fuera a bendecir y se volviera a meter.
El comandante de guardia arrestó a varios gendarmes porque se negaron a ir a ver al muerto que se había salido de su tumba, y él fue acompañado del MP y sus agentes, a ver qué pez.
Por las moscas, caminó un pelotón de uniformados con sus carabinas bajo el brazo, y los acompañaba el médico legista para asegurarse qué era lo que pasaba. Las autoridades de Huichapan dijeron que era un cristiano que se murió de una borrachera en la tumba. Los investigadores fueron a buscar a sus familiares para darles la noticia. De acuerdo con la investigación y la necropsia de ley, había muerto de cirrosis.
Dijeron sus familiares, entre ellos su madre, que esa tumba era de su vieja, que tenía 5 años que se había ido al valle de las calacas. Por ese motivo su hijo se había tirado a la borrachera, porque no la podía olvidar, y como ayer fue su santo de la que era su mujer, le ha de haber ido a cantar las mañanitas, y está segura de que ella se lo llevó.
ASALTARON A UN TAXISTA
Lo despojaron de su teléfono y de 950 pesos de la cuenta del día. Una pesadilla en el fondo del infierno sufrió un taxista. Sacaba sus ojos y tenía los pelos parados, y juró que le vio la cola al diablo.
Parece que se levantó con la pata izquierda, vio un gato negro en la azotea y para acabarla de amolar, no se despidió de su vieja, porque fue víctima de un asalto y robo en las inmediaciones del municipio Mineral de la Reforma, en el lugar conocido como Las Torres, donde le hicieron la parada solicitándole un servicio a Palma Gorda.
Luego del atraco que sufrió el ruletero, llegó, todo asustado, a una gasolinera y les platicó a los despachadores lo que le había sucedido. Dijo que vio a la calaca de cerca. Al verlo que tartamudeaba al hablar, le prestaron un teléfono para que se comunicara al 066 y reportara lo que le hicieron.
Salieron los agentes como alma que lleva el diablo, para echarle la mano, porque lo escucharon mal. Al llegar le dijeron que con el susto que le dieron no fuera a tomar agua porque quedaría panzón, como su hermana, que mejor se comiera un pedazo de bolillo.
Les contó que andaba trabajando normalmente en su turno, cuando fue abordado para dar un servicio, pero de momento fue víctima de un asalto, en el que le quitaron el teléfono celular y la cuenta del día. Juan Manuel Luna Gutiérrez, de 38 años, es el nombre del afectado, quien no dejaba de repetir, como disco rayado, que manejaba un taxi verde con blanco, de los que les llaman los chapulines.
Dijo que dos tipos de cuidado le hicieron la parada y le pidieron que los llevara a las bodegas de Palma Gorda, pero al llegar le sacaron un cuchillote y se lo pusieron en el gañote, para desvalijarlo.
NO SE ANDUVO CON CUENTOS
Un sujeto de los que no tienen madre y que son muy agresivos, tuvo una bronca dura con su vieja, comenzaron con palabras, luego llegaron los insultos, se soltaron los madrazos, pero el individuo echó mano a su cintura, sacó un cuchillo y se le fue encima a la mujer.
Ella lo vio que en la mano derecha tenía un cuchillo y estaba en posición del valiente; lo esperó poniéndose en guardia, cuando le aventó el golpe. Ella lo quiso parar con la mano, y él le cortó los dedos de la mano izquierda, que se le fue la fuerza, y la tuvieron que atender en un hospital.
Sucedió la comunidad de Chalahuiyapa del municipio de Huejutla, donde el delegado fue avisado por un vecino, sobre la agresión a una señora, a quien su atacante había dejado con 15 dedos. Llamaron a los uniformados, mientras los pueblerinos tenían agarrado de las greñas al violento tipo, para que no se escapara, y fue entregado a las autoridades.
Ramona Dolores Hernández, de 43 años, se encuentra en el Centro de Salud de la comunidad, donde el personal médico dijo que está grave pero estable.
APARECIÓ EL AHOGADO DE LA LAGUNA
El pasado 25 de abril ocurrió la tragedia, cuando un grupo de jóvenes poblanos llegaron a divertirse a la presa de El Tejocotal.
Luego de que se aventaron varios pomos, uno de ellos se metió al agua y ya no salió. Los bomberos de Tulancingo realizaron labores para tratar de localizar el cadáver del desaparecido. Finalmente el cuerpo apareció flotando.
Salvador Arana, de 25 años, poblano, llegó a la presa para divertirse, en compañía de sus amigos. El día de la tragedia los muchachos estuvieron empinando el codo y al calor de las copas, se atrevieron a rentar una lancha para dar un paseo; eran 10 canijos los que iban.
De repente Salvador se calentó y se quitó la ropa, diciendo que se iba a aventar un clavado. El lanchero le dijo que no lo hiciera porque era muy peligroso, ya que la corriente de agua es muy traicionera, pero el turista no le hizo caso y se aventó como “El Borras” y ya no salió. Se corrió la versión de que uno de sus compañeros, al ver que no salió, se aventó a sacarlo pero como ya se estaba ahogando, su primo hermano se lanzó a rescatarlo.
Pero Salvador se quedó en las frías aguas de la presa. Ahora que el cadáver solito salió, las procuradurías de Puebla e Hidalgo realizaron el trabajo conjunto para el inicio de la averiguación previa correspondiente, luego del levantamiento del cadáver.
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