De lejos

PEDAZOS DE VIDA

Te dije más de una vez que no quería el orgasmo de una noche, que no tenía el interés de lastimarte, que no teníamos que hacernos daño, que si bien habíamos esperados tantos años podríamos esperar un poco más, que no descansaría hasta ver tus ojos al amanecer y antes de dormir, que mis brazos cobijarían tu cuerpo, que te darían el calor del abrazo eterno.

Desde aquella noche no he podido tener tranquilidad, todo se rompió. Cuando lo das todo, dizque por amor, corres el riesgo de convertirte en un fantasma, de esos que recorren el mundo sin saber a dónde van, sin tener nada más que dar, porque todo lo dieron en una noche, en una vida, en un sueño…

Golondrinas caídas, infierno de primaveras rotas, de inviernos inventados. No quiero una noche nada más, tampoco quiero de día. Te dije que te marcharas, que te seguiría buscando, que no te quedaras ni que me dieras tus mieles. Quiero verte de lejos, es la única forma de desearte siempre, de tener las ansias de tu cuerpo, de saborear lo que no se ha probado.

Por las noches no duermo, y los días se pasan en sueño, el único problema con el amor, son los humanos, el único problema contigo fue que eras tú, que eres tú, que no es otra persona sino tú. Los cabellos perfumados que se roban mis suspiros, los ojos que miran como su único tesoro, a un pedazo de carne que acumula sentimientos, que irriga sangre y que quieres que sea para ti.

Tortillas secas que crujen en el olvido, que se cocieron en comal. Mi felicidad está en la búsqueda constante de tu negación a quererme, en seguirte hasta que duela, en soñarte y besarte para despertar en humedad, el día que te quedes, el día que despiertes en mi cama ese día habré muerto, y también la flama que existe por el aire que respiras, uno se cansa de querer, pero jamás la gente se cansa de buscar.

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