CINE DE HOY

David (Paul Docet), es un apacible y maduro canadiense que trabaja en un asilo de ancianos, con tan buen corazón que es capaz de hacerse pasar por un familiar de los viejos, para que éstos puedan morir en paz.
Pese a sus dolores de espalda, trabaja turnos extra para poder comprarle a su esposa Maya (Suzanne Clement) y a sus dos hijos, una pantalla en tercera dimensión y que no les falte nada.
Sin embargo, desde la impactante escena inicial nos percatamos de que algo no está bien.
Se trata de Invierno prematuro, tercer largometraje del australiano-mexicano Michael Rowe, que se exhibió durante la reciente Muestra de Cine de Québec, y que ahora se estrena en una sala de la Cineteca Nacional.
David es un hombre atormentado que pide perdón a su esposa por no poderla satisfacer sexualmente y que por ello es atormentado por los celos.
Nos enteramos de que Maya se casó con él porque quería tener hijos, cosa que no deseaba su anterior pareja, de la que sigue enamorada y con la que ya lo engañó anteriormente.
Desde su premiada ópera prima, Año bisiesto, Rowe se ha significado por presentar a personajes solitarios y atormentados, cosa que repetía en Manto acuífero.
Aquí la soledad de los personajes es acentuada por el agreste paisaje invernal canadiense que se vuelve una metáfora de las relaciones de la pareja.
Early winter resulta pues un fascinante estudio de pareja con una bella fotografía de Nicolas Cannicioni y notables actuaciones de la pareja central, que muestra su madurez como realizador.