La felicidad de Doris

CINE DE HOY

Una de las retrospectivas de la Quinta Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género, Tour 2017, estuvo dedicada a la cineasta alemana Doris Dorrie, de quien se presentaron cinco cintas.
Vieja conocida en nuestro país desde sus inicios con Hombres y Nadie me quiere, la muestra incluyó dos de sus últimas películas Fujushima mi amor y Felicidad.
Hablemos de esta última. Filmada en el 2012, se basa en un relato de Ferdinand von Shirach que narra la historia de Irina (Alba Rohrwacher) una campesina que huye de la guerra que le ha costado la vida a su familia.
Provista de una peluca rubia, trabaja como prostituta en las calles alemanas y no le va tan mal como podría pensarse.
Se compadece de Kalle (Vizenz Kifer), un punketo que vive en la calle, en compañía de su perro vegetariano.
Poco a poco comienza a darse una relación amorosa entre ambos, percatándose de que ambos deben de hacer concesiones, para que funcione.
El acepta bañarse, pero se muestra reacio a abandonar su corte de pelo, y su estilo de vida.
Pero a cambio, le dará a Irina su mayor prueba de amor, cuando uno de sus clientes, muera y la aplaste accidentalmente.
Se trata de una singular historia de amor, lejanamente emparentada con la heroína de Nadie me quiere.
Ya no se trata de príncipes azules, ni de riquezas materiales. La felicidad es algo tan simple, como el que alguien se sacrifique por uno.
Gluck resulta pues una conmovedora historia de amor de Doris Dorrie, que ha alcanzado la madurez fílmica.

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