Donaldo siempre ha negado tener inversiones en Rusia
• Las conversaciones se realizaron cuando el hoy presidente había anunciado su candidatura
La información de The Washington Post, diario contra el que Trump arremete de manera habitual, se publica en medio de las investigaciones de una comisión especial independiente y de comités del Congreso para determinar si los asesores de la campaña Trump, colaboraron con Moscú para influir en las elecciones estadounidenses de 2016, algo que Trump niega.
La empresa del hoy presidente de EU, Donald Trump, mantuvo negociaciones para construir un rascacielos en Moscú mientras se postulaba para ser el candidato de los republicanos a la Casa Blanca, informó el domingo The Washington Post. El periódico se basa en fuentes cercanas a las negociaciones y en datos revelados por los abogados de Trump, que ha negado siempre el tener inversiones en Rusia.
El diario asegura que los inversores y la compañía de Trump firmaron una carta de intenciones para construir “una enorme Torre Trump en Moscú”.
Las negociaciones se llevaron a cabo a finales de 2015 y principios de 2016, después de que Trump anunciase oficialmente su candidatura a la presidencia el 15 de junio de 2015. Pero el proyecto, que carecía de terrenos para edificar ni tenía permiso alguno, fue abandonado a finales de enero de 2016, justo antes de que comenzaran las primarias presidenciales en EU.
Las conversaciones sobre el proyecto de Moscú comenzaron en septiembre de 2015, cuando un promotor inmobiliario, que no ha sido identificado, planeó construir el proyecto y, bajo un acuerdo de licencia, puso el nombre de Trump en él. Sin embargo, no está claro el nivel de implicación del propio Trump en las negociaciones para edificar la torre.
En julio de 2016, Trump negó cualquier tipo de conexiones comerciales con Rusia y publicó en Twitter: “Para que conste, tengo cero inversiones en Rusia”. Además, en una rueda de prensa al día siguiente aseguró que “no tengo nada que ver con Rusia”. El promotor Sater, a quien los medios atribuyen una vieja relación empresarial con Trump, fue condenado a prisión en 1990 por fraude y ocho años después fue acusado de conspirar con la mafia para blanquear dinero y defraudar a unos inversores.
