#ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO
PRESENTE Y FUTURO DE LA FIESTA BRAVA
• Complicado panorama vive la más Bella de las Fiestas en la actualidad.
Estimados Amigos, nuevamente saludandolos desde este espacio de Plaza Juárez. En la pasada entrega comentamos por el mal momento que está pasando la Fiesta Brava en México, realmente crítico es el presente taurino mexicano con un menor número de festejos al año, sobre todo novilladas que son el semillero de toreros que requiere la vigencia de la Fiesta de Toros.
Esta falta de “festejos menores”, como lo son las novilladas con y sin picadores (estas últimas sin mucho arraigo en México, pero necesarias a la hora de reducir los costos de la papeleta por lo que hace a las cuadrillas), se refleja en el desempeño de los jóvenes coletas ante los astados, como lo mencionamos en la colaboración anterior, en la novilla acelerada el pasado domingo en Jesús María, Aguascalientes, cinco de los alternantes pasaron fatigas ante un bravo pero complicado encierro de “El Batán”, propiedad del matador en retiro Gabino Aguilar, quienes exigieron de verdad a los noveles, los que, salvo José María Hermosillo, pasaron fatigas.
Aquí se plantea la interrogante, ¿cuál es la realidad actual de la Fiesta en México?, podríamos decir que halagüeña ante la proliferación de Escuelas Taurinas, ya sean oficiales -a través de organismo de gobierno Estatal o Municipal-, ya con apoyo de empresas o de matadores en retiro que sin ningún tipo de ayuda económica transmiten sus conocimientos a niños y adolescentes abrazan la ilusión de ser toreros, de estas escuelas van surgiendo prospectos con posibilidades de destacar en el Arte de Cúchares, pero la gran mayoría con limitaciones económicas para solventar los gastos que no contemplan los apoyos que les son otorgados a las Escuelas.
Aunado lo anterior al reducido número de novilladas que se vienen organizando en la geografía taurina de la República el ansiado relevo generacional se trastoca. Veamos un joven que destaca en tientas, vacadas y novilladas, obteniendo triunfos que despiertan el interés de los aficionados como una constante, por lo menos en las últimas dos generaciones de Matadores de Toros, después de tomar la alternativa pierden la continuidad en sus actuaciones, dejando de torear por largos períodos, por qué?, simplemente porque los carteles de las ferias tradicionales en la mayoría de los Estados, tienen de base a siete u ocho toreros, debiendo los toricantanos, hacer fila en la “lista de espera”, esperando ser llamados por las empresas, iniciándose el trágico círculo vicioso de no te anuncio porque no has toreado, pero el joven diestro no ha toreado porque no le dan oportunidad; de ahí que no surgen nuevos valores que mantengan a los públicos interesados en la Fiesta Brava.
De esta manera, con los jóvenes coletas llamados a ocupar los sitios que van dejando de manera natural los toreros veteranos toreando poco y los públicos cada día más exigentes, pretendiendo homologar la Fiesta Brava mexicana a la española, en cuanto a la catadura de los astados se refieren, los éxitos no llegan con la frecuencia que debieran terminando por desalentar a los aficionados que se han vuelto muy selectivos para asistir a las Plazas de Toros generando malas entradas que, finalmente, representan pérdidas para los empresarios y un menor número de festejos. Este es el presente de la Fiesta de Toros en México.
Y para el futuro?. Creemos que, sin duda alguna, se debe apostar a la organización de “festejos menores”, convencer a los Comités de Feria de los Municipios que durante sus festividades tradicionales de cada año, no solo pidan la comparecencia de matadores de toros “aunque sea en festival”, sino que den oportunidad a jóvenes con posibilidades de destacar en la difícil profesión de torero; ya sea en novilladas o festejos mixtos (corridas o festivales), en las que se lidie ganado con el trapío que corresponde al toro mexicano, acorde a su particular fenotipo; con el peso idóneo que le permita movilidad y pueda desplazarse, pues a últimas fechas salen por las puertas de toriles bellos ejemplares, “bien rematados” en opinión de los doctos, pero que a los tres lances de capa se quedan parados.
Sobre el tamaño de los toros lidia, el día de ayer, José Antonio Morante Camacho, “Morante de la Puebla”, después del mano a mano que sostuvo con Julián López, “El Juli”, en la Plaza de Toros Real del Puerto de Santa María, España, anunció su retiro “temporal” de los ruedos, manifestando; “me voy del toreo, los presidentes (Jueces de Plaza) y veterinarios me han aburrido”. “El toro tan grande que sale hoy va en contra del toreo de arte, ya no puedo más” y agregó “lo peor de todo son los novilleros, son los que más están padeciendo esta sinrazón”, así el diestro sevillano, después de veinte años de alternativa decide retirarse.
Es complicado el retiro de un torero de la categoría y sitio de Morante de la Puebla, ni dudarlo, pero en España, hoy mismo, hay cinco o seis chavales, ya con alternativa, que viene empujando fuerte, el relevo generacional taurino está garantizado en la Madre Patria, situación que no ocurre en nuestro querido México.
Alguna vía de solución?, machacamos en lo mismo, ponerse de acuerdo todos los actores y operadores de la Fiesta Brava mexicana, matadores, novilleros, subalternos, ganaderos, apoderados, empresas, periodistas, para impulsar el resurgimiento de la más grande y bella de las fiestas, con seriedad y mucho amor a ella.
Por ahí nos vemos ENTRE EL CALLEJÓN Y EL TENDIDO si Dios lo permite.