PULSO DEL MEZQUITAL
En estos tiempos en que la tecnología acerca a los lejanos y aleja a los cercanos, ya no hay confianza, en serio, se han perdido los valores, uno no sabe qué pasa del otro lado de la línea, que tal que le ponen el altavoz a nuestras pláticas picantes, o lo que es peor, graben nuestras conversaciones para después divulgarla en los periódicos chimosos, esos que nomás andan viendo quien cae o resbala. Es en serio, está del terror, pero hay que gente que no aprende, hasta dan ganas de decirle a Donald Trump que le aumente dos metros de altura a su condenado muro, nomás de la pura vergüenza.
O sea, acá donde al águila paró y su estampa dibujó en el lienzo tricolor, teniendo un montón de lenguas maternas y nuestro Presidente Peña, tuvo que recurrir a su limitado español para tener una conversación con su colega gringo, en serio, la culpa no la tiene el indio sino quien le presta la yunta. Si hubiera recurrido por ejemplo al Mazahua, al Otomí, el Chontal o ya de perdis el lenguaje de señas, o para estar al nivel, que tal que saca al Harry Potter que lleva dentro y se avienta una plática en pársel, nomás pa´ darle una sopa de su propio chocolate al gringo ese que se cree rey del mundo, ahorita no andaría padeciendo el escarnio de los resentidos sociales, nomás porque quedó como pelele del imperio.
Nomás de pensar que nuestras pláticas hot se difundan, dan ñañaras, porque nunca faltan aquellos con dedos de estómago, que con un clic destruyan nuestras reputaciones, aunque si uno es inteligente, podemos utilizar la clásica de “me hackearon”. Por eso no queda de otra, que regresar al pasado, usar un cuernófono o señales de humo pueden ser una buena opción, solo hay que tener cuidado que del otro lado no nos estemos comunicando con un apache, sino ahí sí ya nos amolamos.
Otro que fue víctima de los stalkers, esos que la envidia les corroe y desde perfiles falsos se meten a nuestras cuentas de Facebook nomas de ardillas, para ver qué comemos, compramos o dónde andamos, es el director del DIF en Ixmiquilpan, Eduardo González, que hizo lo que los ratones cuando el gato no está, fiesta. Es lo que les digo, en serio ya no puede andar uno libre, comprarse uno sus cositas o darse un gustito, como ir a la playa por ejemplo, aunque sea en horario laboral.
Obviamente, los resentidos sociales de los cuales ni ese gobierno se salva, pegaron el grito en el cielo, nomás porque este director sacó al Roberto Palazuelos que lleva dentro, así que investido en todo un mirrey, hizo lo que María Bonita, su cuerpo de mar juguete, venían las olas, lo columpiaban, enjuagó sus manitas en la playa y hasta presumió su castillo de arena, evidenciando que tiene de arquitecto lo que uno de astronauta. Ternurita, hasta con su jueguito de playa hizo su pose de papi lord, nomás pa´ que vean de qué lado masca la iguana, aunque al final él terminó mascado.
Resulta, que las fuentes internas de presidencia o lo que es lo mismo, los resentidazos sociales, denunciaron que mientras la presidenta del sistema DIF municipal se encuentra incapacitada por unos asuntos de salud, del verbo enfermedad, el director se tomó unas vacaciones en una playa mexicana, lo cual es bueno, por lo menos promueve el turismo nacional, si se hubiera ido al extranjero, capaz que hasta pasan información a la prensa.
En corto:
• Hoy el delegado de Sedesol en Hidalgo, Víctor Velasco, acudirá al municipio de Actopan, donde hará entrega de obras ejecutadas con recursos de 3X1 para migrantes.
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